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CASTROVERDE DE CAMPOS: PÀGINA 2ª....

PÀGINA 2ª.
Yes descrito por Bernal Díaz del Castillo como “unhombre esforzado y de buenos consejos, era debuena estatura y membrudo, y la barba algo prieta yno mucha, en la habla no acertaba a pronunciar bienciertas palabras, sino algo tartajoso, era franco e debuena conversación”. Las primeras noticias que tenemos de él sonen torno al año 1509 como soldado de fortuna enColombia bajo las órdenes de Alonso de Ojeda y Juande la Cosa. En 1511, ahora ya como mayordomo deDiego Velázquez, concluye la conquista de Cuba. Suprogresión en la milicia es constate. Sobre 1519 se incorpora a las tropas deHernán Cortés como capitán al mando de navíoy compañía de infantes, ganando considerablesterritorios a los indígenas de Nueva España. Fueentonces cuando estalló el confl icto armado entreVelázquez y Cortés. Este enfrentamiento hizo aOrdás, que en principio fuera leal al castellanoVelázquez, decantarse al fi nal por el extremeño alser apresado bajo la amenaza, como otros lo fueron, de ser ajusticiado si persistía en apoyar a su primergeneral. A partir de este momento será colaboradorfi el de Cortés en la conquista total del Imperiomexica; azteca como se dice ahora. Se quemaronlas naves y ya no había vuelta atrás. Los españoles avanzaron a costa de lostlascaltecas, llegando a su capital. Fue entoncescuando Ordás realizó su gesta más célebre: laascensión al volcán Popocatépetl (Don Goyo) en1519. Con ello buscaba una doble fi nalidad; unapráctica que consistía en la búsqueda de azufrenecesario para fabricar pólvora arcabucera y otrateórica que pretendía demostrar a los indios cuánaguerridos eran los españoles. Partió de tierrade volcanes canarios hacia tierra de volcanesamericanos, donde triunfó. Hay que decir que este hecho, a pesar deque es bastante desconocido, se encuentra comohito en la Historia del Montañismo Mundial, puesse batía con él, el logro de altitud (no lo llamemos“record” pues es muy dudoso que en el siglo XVIexistiera una idea siquiera aproximada de lo que 35hoy entendemos por tal) que el poeta Petrarca habíaestablecido al escalar por motivos desde luego nomilitares, el Mont Ventoux en 1336. Ahora Ordás, un capitán español que como máxima elevacióntopográfi ca pudo haber observado en su lugar denacimiento un cerro o teso llamado hoy de SanVicente con apenas unos pocos metros por encimade la monótona planicie terracampina, estableceuna marca que permanecerá imbatida, no añossino siglos, hasta que bien entrada la Ilustraciónirrumpiese el llamado deporte del montañismo. DeOrdás me atrevo a inventar a modo de lema que fue“el que más alto llegó durante más tiempo”; supongoque Miss Elisabeth Hawley no hubiese puestoninguna objeción a ello si hubiera llegado a saberquién fue don Diego; extremo que desconozco. En otro orden de cosas, es inexcusable, loapoyo fervientemente y está muy bien que en laactualidad se dé resonancia mundial al inicio de lahazaña que Juan Sebastián de Elcano protagonizóhace medio milenio, pero de igual forma quiero queestas torpes letras reseñen a este militar zamoranoque tampoco realizó nimios trabajos durante esamisma era y que lamentablemente no parece vayaa recibir demasiados homenajes el presente año. En 1519 entran bienvenidos los españolesen Ciudad de México pero la situación rápidamentedegenera a raíz de la confusa muerte del emperadorMoctezuma; lo que ocasiona el 1 de julio de 1520 lallamada “Noche Triste”. Se decide así escapar de laciudad en tinieblas y silencio, para lo cual los cascosde los losinos son calzados con telas. Don Diego al iren vanguardia se salvará, sólo tendrá leves heridas. Muchos españoles tendrán peor suerte cuando losaztecas se percatan de su huida siendo masacradospor multitudes o desmembrados ceremonialmentepor sacerdotes en los altares de las escalonadas. De los puñalesde obsidianaesta vez gotearíamás sangre quede las espadas. Abunda literaturasobre ello; amodo de ejemplopodemos escogerel cuento corto“Ojos Azules” delacadémico donArturo PérezReverte, que cont r e m e n d i s m opero tambiéncon verosimilituddescribe lo quepudo ser aquello. Bien cierto es queallí los corazonesde los españolesesos díaspalpitaron con fuerza dentro y fuera de sus cajastorácicas. Así pues los supervivientes, entre comodije se encontraba Ordás, arriban diecisiete díasdespués a Tlaxcala, donde se derrota a los indiosenemigos en la batalla de Otumba, conquistandode esta manera la región de Tochtepec. Despuésde ello don Diego regresa a España. La paz deCortés se va imponiendo no sólo por la victoria enla guerra sino sobre todo por medio de tratadoscon los indios amigos. También la viruela juega afavor de los barbados pero de todas formas a cortoplazo ¿qué hubiera ocurrido con unos centenares deespañoles frente a cientos de miles de indígenas sila diplomacia no hubiera triunfado sobre lo bélico? La respuesta es obvia; su aniquilación. En 1521 Ordás, ya en la metrópoli, esencarcelado por la autoridad de la Casa de laContratación al haber vendido perlas en Lisboa envez de en Sevilla donde las traía registradas. Una vezresueltos sus problemas legales, en 1523 aparece enla Corte, donde consigue provisión de encomenderopor parte del Emperador. Ahora deberá luchar bajolas órdenes de Cortés de seguido y como dijimosantes, éste será su valedor y el principal impulsorque posibilite que acreciente continuamente susextensas propiedades. Regresa de nuevo a Castilladonde recibe el hábito de la Orden Militar de Santiagoy el escudo de armas donde aparece ilustrada suhazaña del volcán. En 1530, obtiene una capitulación por partede la emperatriz Isabel para conquistar y poblar unaextensa zona entre el río Marañón y la gobernaciónde los Welser en lo que hoy es Venezuela, incluyendolas bocas del río Orinoco, Cumaná y Paria. Unaconsiderable fl ota de naves y tropas protegerá este 36nombramiento imperial de adelantado y alguacilmayor, el cual tendrá que defender frente a gentesya asentadas en estos territorios y que no acatansu reciente, otorgada y desconocida autoridad. NAZARIO MATOS