PÁGINA.--2ªLos disturbios del año 1391 que afectaron a Sevilla, Toledo y otras ciudades no parecen haber llegado a la aljama zamorana, según Haim Beinart, debido a alto número de conversiones. Sin embargo, en los años siguientes el predicador Vicente Ferrer visitó Zamora, hospedándose en una de las juderías de la ciudad con el objetivo de predicar a los hebreos. También a Ferrer se le debe la mención durante un sermón en Salamanca de una sinagoga mayor en Zamora a inicios del siglo XV y por esos años se conoce otro templo, en este caso privado, perteneciente a la familia Benavento, ubicado en lo que sería el centro del perímetro antiguo. A finales del siglo XV, los judíos zamoranos fueron también víctima de la propaganda antijudía llevada a cabo por la Inquisición, lo cual se aprecia en varias leyendas como las del Niño de la Guardia, la profanación de una hostia por un herrero judío en su taller o el secuestro de una estatua de Jesucristo por parte de los judíos residentes en la calle Balborraz. En 1487, un predicador invadió la sinagoga mayor atacando a los presentes a la hora de los rezos, lo cual fue denunciado por Abraham Saba ante el juzgado de Valladolid. De la judería vieja (hoy barrio de La Horta), junto al río Duero, los judíos se trasladan a mediados del siglo XV a la judería nueva (hoy barrio de La Lana), donde erigirán sinagoga mayor y escuela. Será este templo el que en 1492 es donado por los reyes Fernando e Isabel al Consejo para construir una iglesia a San Sebastián y un año después también un hospital en las casas aledañas:“E por la presente vos fasemos merçed, graçia e donaçion de la dicha sinoga mayor que hera de los judíos de Çamora, la qual sinoga vos damos segund es con tal condiçion que dentro de vn año conplido primero siguente en la dicha sinoga fagáys e mandéys faser vuna yglesia a honor y reverençia de señor San Sebastián.” (...)“… de la synoga que los judíos tenían en la dicha çibdad, con dos casas que a ella son anexas, para que podades faser e fagades vn espital de señor San Sevastián, en que se puedan acoger y acojan los pobres y otras miserables personas…”13De acuerdo con el historiador M. F. Ladero Quesada, el 20% de la población de Zamora era judía en 1492 y ocupaba el 14% del territorio de la ciudad antigua. Según varios documentos, 30 mil judíos pasaron por Zamora camino a Miranda do Douro, Portugal, en el verano de 1492 y tres mil por la Puebla de Sanabria, en el noroeste de la provincia, hacia Bragança, Portugal. Según el historiador Césareo Fernandez Duro, la salida de los judíos de Zamora redujo la actividad comercial en la ciudad, comenzando su declive económico y social. En noviembre del mismo año 1492, los reyes emitieron un decreto permitiendo el regreso de los judíos que lo desearan, previa conversión en la frontera portuguesa, y nombrando a Zamora como una de las ciudades a donde podrían acudir para tales propósitos. Entre quienes regresaron estuvo el hebraísta Alfonso de Zamora, traductor, entre otros trabajos, de la Biblia Políglota. Alfonso de Zamora poco antes de fallecer en 1544 llegó a escribir que había sido el último de los sabios de Sefarad. En 1493, los reyes reclaman a las autoridades todo el oro requisado en Zamora a los judíos que abandonaron la ciudad o pasaron camino a Portugal. El dinero se usó para financiar el segundo viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. El historiador Carlos Carrete Parrondo documentó 21 asentamientos judíos en la actual provincia de Zamora, entre ellos se encuentran, además de la ciudad capital, Aliste, Belver de los Montes, Benavente, la La Bóveda de Toro, Cañizal, Cañizo, Castrotorpe, ""CASTROVERDE DE CAMPOS"", Fermoselle, Fuentelapeña, Fuentesaúco, El Maderal, San Cebrián de Castrotorafe, San Pedro de la Nave-Almendra, Toro, Venialbo, Villaescusa, Villafáfila, Villalobos y Villalpando. La documetación histórica también muestra presencia judía en Tábara
PÁGINA.--2ªLos disturbios del año 1391 que afectaron a Sevilla, Toledo y otras ciudades no parecen haber llegado a la aljama zamorana, según Haim Beinart, debido a alto número de conversiones. Sin embargo, en los años siguientes el predicador Vicente Ferrer visitó Zamora, hospedándose en una de las juderías de la ciudad con el objetivo de predicar a los hebreos. También a Ferrer se le debe la mención durante un sermón en Salamanca de una sinagoga mayor en Zamora a inicios del siglo XV y por esos años se conoce otro templo, en este caso privado, perteneciente a la familia Benavento, ubicado en lo que sería el centro del perímetro antiguo. A finales del siglo XV, los judíos zamoranos fueron también víctima de la propaganda antijudía llevada a cabo por la Inquisición, lo cual se aprecia en varias leyendas como las del Niño de la Guardia, la profanación de una hostia por un herrero judío en su taller o el secuestro de una estatua de Jesucristo por parte de los judíos residentes en la calle Balborraz. En 1487, un predicador invadió la sinagoga mayor atacando a los presentes a la hora de los rezos, lo cual fue denunciado por Abraham Saba ante el juzgado de Valladolid. De la judería vieja (hoy barrio de La Horta), junto al río Duero, los judíos se trasladan a mediados del siglo XV a la judería nueva (hoy barrio de La Lana), donde erigirán sinagoga mayor y escuela. Será este templo el que en 1492 es donado por los reyes Fernando e Isabel al Consejo para construir una iglesia a San Sebastián y un año después también un hospital en las casas aledañas:“E por la presente vos fasemos merçed, graçia e donaçion de la dicha sinoga mayor que hera de los judíos de Çamora, la qual sinoga vos damos segund es con tal condiçion que dentro de vn año conplido primero siguente en la dicha sinoga fagáys e mandéys faser vuna yglesia a honor y reverençia de señor San Sebastián.” (...)“… de la synoga que los judíos tenían en la dicha çibdad, con dos casas que a ella son anexas, para que podades faser e fagades vn espital de señor San Sevastián, en que se puedan acoger y acojan los pobres y otras miserables personas…”13De acuerdo con el historiador M. F. Ladero Quesada, el 20% de la población de Zamora era judía en 1492 y ocupaba el 14% del territorio de la ciudad antigua. Según varios documentos, 30 mil judíos pasaron por Zamora camino a Miranda do Douro, Portugal, en el verano de 1492 y tres mil por la Puebla de Sanabria, en el noroeste de la provincia, hacia Bragança, Portugal. Según el historiador Césareo Fernandez Duro, la salida de los judíos de Zamora redujo la actividad comercial en la ciudad, comenzando su declive económico y social. En noviembre del mismo año 1492, los reyes emitieron un decreto permitiendo el regreso de los judíos que lo desearan, previa conversión en la frontera portuguesa, y nombrando a Zamora como una de las ciudades a donde podrían acudir para tales propósitos. Entre quienes regresaron estuvo el hebraísta Alfonso de Zamora, traductor, entre otros trabajos, de la Biblia Políglota. Alfonso de Zamora poco antes de fallecer en 1544 llegó a escribir que había sido el último de los sabios de Sefarad. En 1493, los reyes reclaman a las autoridades todo el oro requisado en Zamora a los judíos que abandonaron la ciudad o pasaron camino a Portugal. El dinero se usó para financiar el segundo viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. El historiador Carlos Carrete Parrondo documentó 21 asentamientos judíos en la actual provincia de Zamora, entre ellos se encuentran, además de la ciudad capital, Aliste, Belver de los Montes, Benavente, la La Bóveda de Toro, Cañizal, Cañizo, Castrotorpe, ""CASTROVERDE DE CAMPOS"", Fermoselle, Fuentelapeña, Fuentesaúco, El Maderal, San Cebrián de Castrotorafe, San Pedro de la Nave-Almendra, Toro, Venialbo, Villaescusa, Villafáfila, Villalobos y Villalpando. La documetación histórica también muestra presencia judía en Tábara
PÁGINA.--2ªLos disturbios del año 1391 que afectaron a Sevilla, Toledo y otras ciudades no parecen haber llegado a la aljama zamorana, según Haim Beinart, debido a alto número de conversiones. Sin embargo, en los años siguientes el predicador Vicente Ferrer visitó Zamora, hospedándose en una de las juderías de la ciudad con el objetivo de predicar a los hebreos. También a Ferrer se le debe la mención durante un sermón en Salamanca de una sinagoga mayor en Zamora a inicios del siglo XV y por esos años se conoce otro templo, en este caso privado, perteneciente a la familia Benavento, ubicado en lo que sería el centro del perímetro antiguo. A finales del siglo XV, los judíos zamoranos fueron también víctima de la propaganda antijudía llevada a cabo por la Inquisición, lo cual se aprecia en varias leyendas como las del Niño de la Guardia, la profanación de una hostia por un herrero judío en su taller o el secuestro de una estatua de Jesucristo por parte de los judíos residentes en la calle Balborraz. En 1487, un predicador invadió la sinagoga mayor atacando a los presentes a la hora de los rezos, lo cual fue denunciado por Abraham Saba ante el juzgado de Valladolid. De la judería vieja (hoy barrio de La Horta), junto al río Duero, los judíos se trasladan a mediados del siglo XV a la judería nueva (hoy barrio de La Lana), donde erigirán sinagoga mayor y escuela. Será este templo el que en 1492 es donado por los reyes Fernando e Isabel al Consejo para construir una iglesia a San Sebastián y un año después también un hospital en las casas aledañas:“E por la presente vos fasemos merçed, graçia e donaçion de la dicha sinoga mayor que hera de los judíos de Çamora, la qual sinoga vos damos segund es con tal condiçion que dentro de vn año conplido primero siguente en la dicha sinoga fagáys e mandéys faser vuna yglesia a honor y reverençia de señor San Sebastián.” (...)“… de la synoga que los judíos tenían en la dicha çibdad, con dos casas que a ella son anexas, para que podades faser e fagades vn espital de señor San Sevastián, en que se puedan acoger y acojan los pobres y otras miserables personas…”13De acuerdo con el historiador M. F. Ladero Quesada, el 20% de la población de Zamora era judía en 1492 y ocupaba el 14% del territorio de la ciudad antigua. Según varios documentos, 30 mil judíos pasaron por Zamora camino a Miranda do Douro, Portugal, en el verano de 1492 y tres mil por la Puebla de Sanabria, en el noroeste de la provincia, hacia Bragança, Portugal. Según el historiador Césareo Fernandez Duro, la salida de los judíos de Zamora redujo la actividad comercial en la ciudad, comenzando su declive económico y social. En noviembre del mismo año 1492, los reyes emitieron un decreto permitiendo el regreso de los judíos que lo desearan, previa conversión en la frontera portuguesa, y nombrando a Zamora como una de las ciudades a donde podrían acudir para tales propósitos. Entre quienes regresaron estuvo el hebraísta Alfonso de Zamora, traductor, entre otros trabajos, de la Biblia Políglota. Alfonso de Zamora poco antes de fallecer en 1544 llegó a escribir que había sido el último de los sabios de Sefarad. En 1493, los reyes reclaman a las autoridades todo el oro requisado en Zamora a los judíos que abandonaron la ciudad o pasaron camino a Portugal. El dinero se usó para financiar el segundo viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. El historiador Carlos Carrete Parrondo documentó 21 asentamientos judíos en la actual provincia de Zamora, entre ellos se encuentran, además de la ciudad capital, Aliste, Belver de los Montes, Benavente, la La Bóveda de Toro, Cañizal, Cañizo, Castrotorpe, ""CASTROVERDE DE CAMPOS"", Fermoselle, Fuentelapeña, Fuentesaúco, El Maderal, San Cebrián de Castrotorafe, San Pedro de la Nave-Almendra, Toro, Venialbo, Villaescusa, Villafáfila, Villalobos y Villalpando. La documetación histórica también muestra presencia judía en Tábara