ZAMORA Y TIERRA DE CAMPOS ESTA HISTORIA DE LOS ORÌGENES DE ZAMORA NOS TRASLADA A LA ÈPOCA DE LEOVIGILDO QUE CON LA TALA DE LOS ÀRBOLES DE SU SUCESOR CONVIRTIÒ LOS CAMPOS GÒTICOS, EN PARTE, EN LA LEYENDA DE """"TIERRA DE CAMPOS"""".
///Leovigildo, su sucesor, mantuvo combate con los habitantes del reino de León y tras ello en forma de castigo tala los árboles de los campos góticos (en la actualidad: TIERRA DE CAMPOS).////
ENTRE LOS SUCESORES DE LEOVIGILDO Y EN ÈPOCAS POSTERIORES ""LA ARMADA INVENCIBLE"" DEJARON A LEÒN Y CASTILLA SIN ARBOLEDA. ASÌ NOS LO NARRAN LOS HISTORIADORES. DE TODAS FORMAS ADORAMOS Y NOS SENTIMOS ORGULLOSOS DE NUESTRA TIERRA DE CAMPOS. POR CASTROVERDE DE CAMPOS Y TODOS LOS PUEBLOS QUE LA INTEGRAN NOS CONSIDERAMOS ""TERRACAMPINOS"" Y NOSOTROS ADEMÀS ""CASTROVERDENSES""NAZARIO MATOS
EXTRACTO DE INTERNET:: PRIMEROS POBLADORES DE ZAMORA::///AZEMUR “olivar silvestre” (en árabe se dice: azemur زيتون) y SAMURAH “ciudad de las turquesas.///
Una de las primeras agrupaciones que aparecieron en la provincia durante la Edad del Hierro (1200-400 a. C.) fueron un conjunto de poblados organizados, que corresponden a la denominación de celtíberos. Las agrupaciones en los castros se realizaban en el recinto intramuros. Los muros generalmente se encontraban rodeados de fosos y/o piedras hincadas a modo de defensa pasiva. En el sur de la provincia se encontraban los vetones. Hasta la llegada del Imperio romano no se formaron las agrupaciones importantes que formarán posteriormente las ciudades. Algunos poblados de vetones tenían como vía principal de transporte la que será posteriormente denominada la vía de la plata, espina dorsal del territorio vetón. Los celtíberos formaban parte de los celtas. Se trataba de pueblos con carácter seminómada, pastoril. De su vida en la zona quedaron diversos monumentos célticos, como el denominado Sombrero de Roldán que hubo en Pino y en Mogátar, ambos derribados por los vecinos en la esperanza de encontrar tesoros al haberse encontrado en el siglo xix un becerro de oro en uno de ellos. En la actualidad se encuentran restos arqueológicos diversos a lo largo de toda la provincia, como los ortostatos de dolmen de San Adrián. Durante el periodo del Neolítico se desarrolló una cultura megalítica en la región, sobre todo en algunas zonas del norte como es el caso de la comarca de Aliste. Las excavaciones arqueológicas realizadas en la provincia muestran la existencia de diversas poblaciones habitadas desde los tiempos más remotos, algunas excavaciones muestran objetos empleados en la vida cotidiana, así como de pinturas rupestres. Joyas de oro y plata como los aparecidos en Arrabalde. Las muestras de arte esquemático encontrados en ciertas zonas de la sierra de la Culebra. Los centros de explotación de sal (denominados cocederos) en Villafáfila, los castros co n sus disposiciones de piedras regulares que formaron parte de murallas defensivas (son famosas las piedras hincadas de Vivinera), todos ellos edificaciones militares que marcan zonas territoriales de vacceos y vetones y generalmente ubicados sobre los cerros (o acrópolis). La ubicación exacta y la catalogación de los castros de la provincia ha sido obra comenzada en los años setenta por el historiador Manuel Gómez-Moreno, posteriormente en los años ochenta se realizaron estudios clarificadores más detallados que finalizaron en la denominada Carta Arqueológica de Zamora. Estos castros se encuentran localizados cerca de los ríos, en llanuras donde se realizaban cultivos, o en algunos casos están unidos a la explotación de minerales como, por ejemplo, la variscita y mineral de hierro. En la historia antigua de la península ibérica se sabe que los vacceos fueron los primeros en asentarse en poblados (oppida) dentro de un área denominada Octoduron (Ocelum Duri), igual hicieron los lusitanos (ocuparon la zona de Sayago), astures. Los arévacos ocuparon Toro que se denominaba arbacalla, fueron ellos los que lucharon contra los ejércitos cartagineses de Aníbal. Existen en la ciudad vestigios de la batalla mantenida contra el caudillo africano. La existencia de los vacceos está probada al menos desde el siglo iiia Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en el 220 a. C. de los poblados vacceos de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro, provincia de Zamora). Los límites de las diferentes tribus ibéricas son proporcionadas posteriormente por el historiador romano Estrabón en su Geografía (Libro III) donde ya menciona el Οκελοδούρον (occellum duri) como poblado vetón. Posteriormente Ptolomeo descri be la zona en su Geographia. Describe igualmente Plinio el Viejo en su Naturalis Historia (Libro IV) la región del Duero con una riqueza de detalles muy notable. De la misma forma se cree por tradición que, tras su desembarco en Portugal, Tubal, el quinto hijo de Jafet, pasó por territorios de Zamora. Autores como Fray Juan de Marieta mencionan igualmente la llegada de hebreos que acompañaron a las tropas de Nabucodonosor II tras la conquista de los territorios fenicios por Malak a. Edificaron una sinagoga en Zamora y perduraron hasta la llegada de los Reyes Católicos. Restos de la decoración de la sinagoga acabaron en el altar de iglesia de Santa María la Nueva y posteriormente desaparecieron. Algunos autores indican incluso que la homilía titulada epístola a los hebreos se dedica especialmente a estos judíos zamoranos. De la misma forma se han encontrado rastros arqueológicos de poblados fenicios dispersos a lo largo de la provincia. La denominación más antigua de la ciudad de Zamora puede proceder de la mansio y civitas Oceloduri (mencionada también como Ocelo Duri, Ocellodurum u "ojo del Duero"), asignada como un poblado de vacceos. La ubicación de este poblado y su asignación a la primitiva Zamora es objeto de discusiones. Algunos historiadores apoyan esta idea mediante el uso de toponimia y sostienen que se encuentra en el barrio zamorano de San Frontis. Otros investigadores sitúan a Ocelo Duri en el yacimiento del Alba de Villalazán. Esta población existió posteriormente en el periodo romano y fue un nudo de comunicación de las rutas antoninianas. Concretamente comunicaba Astorga con Zaragoz a. Periodo de Hispania Romana. Cercano al año 197 a. C. los romanos demarcaron el territorio de Hispania en dos zonas separadas: la Hispania Citerior y la Ulterior. La provincia de Zamora se encontraba comprendida en la Ulterior, bajo el mandato de Lucio Mumio. En la provincia se produjo la denominadas guerra lusitana, en el transcurso de la guerra, ya en el 143 a. C., el caudillo Viriato formó una coalición guerrera contra los romanos mediante varias tribus celtíberas. Viriato había escapado de las matanzas cruentas de Serbio Sulpicio Galba tres años antes y con las tribus leales de la zona inició una guerra de guerrillas que desgastaba la presencia militar de Roma. Su lucha se mantuvo durante varios años, derrotando sucesivamente a ocho cónsules romanos. Por cada uno de ellos añadía una banda roja (una faja de gules) a sus estandartes militares. Su victoria se mantuvo hasta que fue asesinado aproximadamente en el año 139 a. C. por traición de sus propios lugartenientes. En el año 178 a. C. el pretor Lucius Postumius Albinus celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. El cónsul Lucio Licino Lúculo tomó algunas legiones y se dirigió más allá del Tajo y luchó contra los vacceos en la ciudad de Caucia, tras ello se dirige a la ciudad de Intercatia, que según opinión de algunos autores la sitúan en la villa de Benavente. En esta ciudad habitaban los vacceos de acuerdo con Ptolomeo, y posteriormente en el siglo xviii lo hizo el historiador Ledo del Pozo. De los emperadores romanos es Trajano el que más cerca estuvo de la provincia, cuando estuvo al mando de la Legión VII Gémina, en León. Algunos autores anteriores al siglo xix sitúan erróneamente la ciudad de Numancia y su guerra se produjo en la provincia de Zamora. Otros historiadores antiguos como Fray Juan Gil mencionan precisamente que la propia Numancia es el origen de la actual ciudad de Zamora. No obstante, el error se mantuvo hasta que en el año 1856 el historiador Eduardo Saavedra descubre las ruinas de Numancia al norte de Soria, en la vía romana que iba desde Asturica (Astorga), pasando por Celtiberia, hasta Cesaraugusta: Asturica Augusta. Zanjando definitivamente el error de su ubicación, fijado por historiadores anteriores al siglo xix. A pesar de ello durante varios siglos se denominó a la ciudad Numancia, y figura así en numerosos documentos oficiales. NAZARIO MATOS.
///Leovigildo, su sucesor, mantuvo combate con los habitantes del reino de León y tras ello en forma de castigo tala los árboles de los campos góticos (en la actualidad: TIERRA DE CAMPOS).////
ENTRE LOS SUCESORES DE LEOVIGILDO Y EN ÈPOCAS POSTERIORES ""LA ARMADA INVENCIBLE"" DEJARON A LEÒN Y CASTILLA SIN ARBOLEDA. ASÌ NOS LO NARRAN LOS HISTORIADORES. DE TODAS FORMAS ADORAMOS Y NOS SENTIMOS ORGULLOSOS DE NUESTRA TIERRA DE CAMPOS. POR CASTROVERDE DE CAMPOS Y TODOS LOS PUEBLOS QUE LA INTEGRAN NOS CONSIDERAMOS ""TERRACAMPINOS"" Y NOSOTROS ADEMÀS ""CASTROVERDENSES""NAZARIO MATOS
EXTRACTO DE INTERNET:: PRIMEROS POBLADORES DE ZAMORA::///AZEMUR “olivar silvestre” (en árabe se dice: azemur زيتون) y SAMURAH “ciudad de las turquesas.///
Una de las primeras agrupaciones que aparecieron en la provincia durante la Edad del Hierro (1200-400 a. C.) fueron un conjunto de poblados organizados, que corresponden a la denominación de celtíberos. Las agrupaciones en los castros se realizaban en el recinto intramuros. Los muros generalmente se encontraban rodeados de fosos y/o piedras hincadas a modo de defensa pasiva. En el sur de la provincia se encontraban los vetones. Hasta la llegada del Imperio romano no se formaron las agrupaciones importantes que formarán posteriormente las ciudades. Algunos poblados de vetones tenían como vía principal de transporte la que será posteriormente denominada la vía de la plata, espina dorsal del territorio vetón. Los celtíberos formaban parte de los celtas. Se trataba de pueblos con carácter seminómada, pastoril. De su vida en la zona quedaron diversos monumentos célticos, como el denominado Sombrero de Roldán que hubo en Pino y en Mogátar, ambos derribados por los vecinos en la esperanza de encontrar tesoros al haberse encontrado en el siglo xix un becerro de oro en uno de ellos. En la actualidad se encuentran restos arqueológicos diversos a lo largo de toda la provincia, como los ortostatos de dolmen de San Adrián. Durante el periodo del Neolítico se desarrolló una cultura megalítica en la región, sobre todo en algunas zonas del norte como es el caso de la comarca de Aliste. Las excavaciones arqueológicas realizadas en la provincia muestran la existencia de diversas poblaciones habitadas desde los tiempos más remotos, algunas excavaciones muestran objetos empleados en la vida cotidiana, así como de pinturas rupestres. Joyas de oro y plata como los aparecidos en Arrabalde. Las muestras de arte esquemático encontrados en ciertas zonas de la sierra de la Culebra. Los centros de explotación de sal (denominados cocederos) en Villafáfila, los castros co n sus disposiciones de piedras regulares que formaron parte de murallas defensivas (son famosas las piedras hincadas de Vivinera), todos ellos edificaciones militares que marcan zonas territoriales de vacceos y vetones y generalmente ubicados sobre los cerros (o acrópolis). La ubicación exacta y la catalogación de los castros de la provincia ha sido obra comenzada en los años setenta por el historiador Manuel Gómez-Moreno, posteriormente en los años ochenta se realizaron estudios clarificadores más detallados que finalizaron en la denominada Carta Arqueológica de Zamora. Estos castros se encuentran localizados cerca de los ríos, en llanuras donde se realizaban cultivos, o en algunos casos están unidos a la explotación de minerales como, por ejemplo, la variscita y mineral de hierro. En la historia antigua de la península ibérica se sabe que los vacceos fueron los primeros en asentarse en poblados (oppida) dentro de un área denominada Octoduron (Ocelum Duri), igual hicieron los lusitanos (ocuparon la zona de Sayago), astures. Los arévacos ocuparon Toro que se denominaba arbacalla, fueron ellos los que lucharon contra los ejércitos cartagineses de Aníbal. Existen en la ciudad vestigios de la batalla mantenida contra el caudillo africano. La existencia de los vacceos está probada al menos desde el siglo iiia Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en el 220 a. C. de los poblados vacceos de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro, provincia de Zamora). Los límites de las diferentes tribus ibéricas son proporcionadas posteriormente por el historiador romano Estrabón en su Geografía (Libro III) donde ya menciona el Οκελοδούρον (occellum duri) como poblado vetón. Posteriormente Ptolomeo descri be la zona en su Geographia. Describe igualmente Plinio el Viejo en su Naturalis Historia (Libro IV) la región del Duero con una riqueza de detalles muy notable. De la misma forma se cree por tradición que, tras su desembarco en Portugal, Tubal, el quinto hijo de Jafet, pasó por territorios de Zamora. Autores como Fray Juan de Marieta mencionan igualmente la llegada de hebreos que acompañaron a las tropas de Nabucodonosor II tras la conquista de los territorios fenicios por Malak a. Edificaron una sinagoga en Zamora y perduraron hasta la llegada de los Reyes Católicos. Restos de la decoración de la sinagoga acabaron en el altar de iglesia de Santa María la Nueva y posteriormente desaparecieron. Algunos autores indican incluso que la homilía titulada epístola a los hebreos se dedica especialmente a estos judíos zamoranos. De la misma forma se han encontrado rastros arqueológicos de poblados fenicios dispersos a lo largo de la provincia. La denominación más antigua de la ciudad de Zamora puede proceder de la mansio y civitas Oceloduri (mencionada también como Ocelo Duri, Ocellodurum u "ojo del Duero"), asignada como un poblado de vacceos. La ubicación de este poblado y su asignación a la primitiva Zamora es objeto de discusiones. Algunos historiadores apoyan esta idea mediante el uso de toponimia y sostienen que se encuentra en el barrio zamorano de San Frontis. Otros investigadores sitúan a Ocelo Duri en el yacimiento del Alba de Villalazán. Esta población existió posteriormente en el periodo romano y fue un nudo de comunicación de las rutas antoninianas. Concretamente comunicaba Astorga con Zaragoz a. Periodo de Hispania Romana. Cercano al año 197 a. C. los romanos demarcaron el territorio de Hispania en dos zonas separadas: la Hispania Citerior y la Ulterior. La provincia de Zamora se encontraba comprendida en la Ulterior, bajo el mandato de Lucio Mumio. En la provincia se produjo la denominadas guerra lusitana, en el transcurso de la guerra, ya en el 143 a. C., el caudillo Viriato formó una coalición guerrera contra los romanos mediante varias tribus celtíberas. Viriato había escapado de las matanzas cruentas de Serbio Sulpicio Galba tres años antes y con las tribus leales de la zona inició una guerra de guerrillas que desgastaba la presencia militar de Roma. Su lucha se mantuvo durante varios años, derrotando sucesivamente a ocho cónsules romanos. Por cada uno de ellos añadía una banda roja (una faja de gules) a sus estandartes militares. Su victoria se mantuvo hasta que fue asesinado aproximadamente en el año 139 a. C. por traición de sus propios lugartenientes. En el año 178 a. C. el pretor Lucius Postumius Albinus celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. El cónsul Lucio Licino Lúculo tomó algunas legiones y se dirigió más allá del Tajo y luchó contra los vacceos en la ciudad de Caucia, tras ello se dirige a la ciudad de Intercatia, que según opinión de algunos autores la sitúan en la villa de Benavente. En esta ciudad habitaban los vacceos de acuerdo con Ptolomeo, y posteriormente en el siglo xviii lo hizo el historiador Ledo del Pozo. De los emperadores romanos es Trajano el que más cerca estuvo de la provincia, cuando estuvo al mando de la Legión VII Gémina, en León. Algunos autores anteriores al siglo xix sitúan erróneamente la ciudad de Numancia y su guerra se produjo en la provincia de Zamora. Otros historiadores antiguos como Fray Juan Gil mencionan precisamente que la propia Numancia es el origen de la actual ciudad de Zamora. No obstante, el error se mantuvo hasta que en el año 1856 el historiador Eduardo Saavedra descubre las ruinas de Numancia al norte de Soria, en la vía romana que iba desde Asturica (Astorga), pasando por Celtiberia, hasta Cesaraugusta: Asturica Augusta. Zanjando definitivamente el error de su ubicación, fijado por historiadores anteriores al siglo xix. A pesar de ello durante varios siglos se denominó a la ciudad Numancia, y figura así en numerosos documentos oficiales. NAZARIO MATOS.