PÀGINA.--8º.
Coincide esta cronología con el momento más dinámico en la zona, no solo demográficamente hablando sino también desde el punto de vista constructivo, gracias al impulso repoblador de los monarcas.
En CASTROVERDE, desde el último tercio del siglo XII,
en tiempos del reinado de Fernando II de León, hasta fi nales de la siguiente centuria, en
tiempos del rey Sancho IV y del infante Don Juan, hijos de Alfonso X, se llegaron a edificar siete templos parroquiales y se fundaron algunos hospitales. Varios documentos de
archivo prueban la construcción y mejora de estas obras y buena muestra de esta etapa
constructiva son las fábricas primitivas del siglo XIII que aún conservan los templos que
han llegado a nuestros días, como las portadas y torres de las iglesias de SANTA MARÌA DEL RIÒ
, SAN NICOLÀ y LA SAGRADA. Las demandas de imaginería destinadas al culto para un
número tan elevado de templos en esta comarca de TIERRA DE CAMPOS debieron requerir
necesariamente de la existencia de talleres escultóricos asentados en las proximidades.
CASTROVERDE DE CAMPOS y VALDUNQUILLO pertenecieron, desde época medieval y hasta
mediados del siglo XX, a la Diócesis de León y, aunque nos encontramos con obras que
podrían ser achacables a un taller independiente, podrían encontrarse paralelismos con
algunas obras esculpidas en piedra en la catedral leonesa a finales del siglo XIII. Así, el
sistema de pliegues del paño de pureza parece derivar del que, invertido, muestran las
dos imágenes del grupo de la Anunciación de la fachada norte del templo catedralicio.
Es un plegado cercano en su planteamiento, estilísticamente hablando, al llevado a cabo
en algunas de las esculturas en piedra existentes en la portada de la iglesia parroquial de
La HINIESTA (Zamora).
Las similares características de estos dos crucifijos pueden servirnos, de ahora en
adelante, para catalogar y adjudicar al taller del que salieron otras imágenes conservadas
en el ámbito geográfico cercano. Podríamos considerarlos, como ya se ha indicado, obra
de un mismo autor; aunque la diferencia en el rostro nos indica que pudo haber colaboración de otros ofi ciales del taller especializados en la realización de algunas partes del
resto del cuerpo o del paño de pureza. No es descartable que la diferencia apreciable en
sus rostros, más dulce y natural el del ejemplar vallisoletano, pueda deberse a un retoque
posterior, como ocurrió con su policromía.
N AZARIO MATOS..
Coincide esta cronología con el momento más dinámico en la zona, no solo demográficamente hablando sino también desde el punto de vista constructivo, gracias al impulso repoblador de los monarcas.
En CASTROVERDE, desde el último tercio del siglo XII,
en tiempos del reinado de Fernando II de León, hasta fi nales de la siguiente centuria, en
tiempos del rey Sancho IV y del infante Don Juan, hijos de Alfonso X, se llegaron a edificar siete templos parroquiales y se fundaron algunos hospitales. Varios documentos de
archivo prueban la construcción y mejora de estas obras y buena muestra de esta etapa
constructiva son las fábricas primitivas del siglo XIII que aún conservan los templos que
han llegado a nuestros días, como las portadas y torres de las iglesias de SANTA MARÌA DEL RIÒ
, SAN NICOLÀ y LA SAGRADA. Las demandas de imaginería destinadas al culto para un
número tan elevado de templos en esta comarca de TIERRA DE CAMPOS debieron requerir
necesariamente de la existencia de talleres escultóricos asentados en las proximidades.
CASTROVERDE DE CAMPOS y VALDUNQUILLO pertenecieron, desde época medieval y hasta
mediados del siglo XX, a la Diócesis de León y, aunque nos encontramos con obras que
podrían ser achacables a un taller independiente, podrían encontrarse paralelismos con
algunas obras esculpidas en piedra en la catedral leonesa a finales del siglo XIII. Así, el
sistema de pliegues del paño de pureza parece derivar del que, invertido, muestran las
dos imágenes del grupo de la Anunciación de la fachada norte del templo catedralicio.
Es un plegado cercano en su planteamiento, estilísticamente hablando, al llevado a cabo
en algunas de las esculturas en piedra existentes en la portada de la iglesia parroquial de
La HINIESTA (Zamora).
Las similares características de estos dos crucifijos pueden servirnos, de ahora en
adelante, para catalogar y adjudicar al taller del que salieron otras imágenes conservadas
en el ámbito geográfico cercano. Podríamos considerarlos, como ya se ha indicado, obra
de un mismo autor; aunque la diferencia en el rostro nos indica que pudo haber colaboración de otros ofi ciales del taller especializados en la realización de algunas partes del
resto del cuerpo o del paño de pureza. No es descartable que la diferencia apreciable en
sus rostros, más dulce y natural el del ejemplar vallisoletano, pueda deberse a un retoque
posterior, como ocurrió con su policromía.
N AZARIO MATOS..