PÀGINA---3ª. Tras Bustillo de Chaves, con su altiva su Torre mudéjar y encantadora plaza Mayor, se alcanza Mayorga. El Salvador es hoy su templo parroquial. Construido en 1960 junto a la torre del anterior templo, alberga un largo muestrario de piezas valiosas procedentes de sus otras iglesias. Una de ellas, la antigua Iglesia de San Juan y un edificio anexo, se encuentra el Museo del Pan, que abordará todo lo relativo a este alimento tan vinculado a la provincia de Valladolid. Leer más»Mayorga es también conocida por El Vítor, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que conmemora, entre multitud de antorchas y un denso humo, la llegada de las reliquias de Santo Toribio a la localidad. Desde 1737 tiene lugar cada 27 de septiembre y en julio se celebran unos concurridos festivales de habaneras. Por la N-601 hacia Valladolid se alcanza Becilla de Valderaduey. Su situación en un transitado cruce de caminos remite a un antiguo poblamiento que dejó numerosos vestigios de época romana, entre ellos el sencillo puente de origen romano que puede verse junto al polideportivo, sobre el que pasa una de las calzadas que cruzaban la localidad. Por la VA-520 se llega a Villavicencio de los Caballeros, en Semana Santa celebra una particular tradición: la Tercera Orden, representación de la Pasión mediante el rezo a la corona franciscana, que tiene lugar el Jueves Santo. Al día siguiente se realiza la representación del Descendimiento. En las afueras, la torre mudéjar de San Pelayo ha sido reutilizada como impresionante mirador sobre la llanura. En Bolaños de Campos puede admirarse de nuevo un Rollo Jurisdiccional, del siglo XV, aunque de factura más sencilla que los vistos hasta aquí. Villafrechós, además de para degustar sus afamadas Almendras garrapiñadas, propicia un alto en el camino para visitar su Iglesia mudéjar de San Cristóbal y el Convento de la Encarnación. Mudéjar es también el artesonado del Templo de Santiago Apóstol, en Morales de Campos. Finalmente, se arriba a Tordehumos. El topónimo de esta localidad hace referencia al sistema de comunicación que se utilizaba desde la torre del castillo: señales de humo que, dada la planitud orográfica, se divisaban desde una enorme distancia. Merece la pena ascender hasta el Autarium de Fumis, Otero de Fumos, como se cita en documentos del siglo X, para contemplar tanto la vasta panorámica como los restos de aquel castillo. La Iglesia de Santa María es del siglo XVI y guarda en su interior un notable retablo Mayor, un Cristo de Francisco Giralte y una Inmaculada del taller de Gregorio Fernández. La Iglesia de Santiago también es del XVI. Un arco mozárabe en la Ermita del Santo Cristo de la Vega, recuerda la importancia que tuvo también la repoblación mozárabe. Una casa rehabilitada en el interior de la población acoge un interesante Ecomuseo en el que se recrean espacios de la vida rural tradicional. En Villabrágima, con una plaza Mayor porticada y dos templos, el de Santa María y el de San Ginés, ambos del siglo XVI, el viaje lleva a pasar bajo la Puerta del Reloj, arco de medio punto que formó parte de la muralla. El periplo finaliza en Castromonte, entre cuyo caserío sobresale la torre de la Iglesia de la Purísima Concepción.,, NAZARIO MATOS..