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CASTROVERDE DE CAMPOS: TIERRA  DE CAMPOS. PÀGINA 3ªª. Límites y extensiónLa TIERRA...

TIERRA  DE CAMPOS. PÀGINA 3ªª. Límites y extensiónLa TIERRA DE CAMPOS es una región natural y, como tal, sus límites son algo imprecisos, máxime cuando se encuentra enclavada en el corazón de una amplia zona de características geográficas muy similares. En ocasiones, motivos de índole- histórica, política o administrativa ayudan a aumentar dicha confusión. Se puede afirmar, sin mucha precisión, que dicha planicie desarbolada se encuentra en la parte centro-occidental de la elevada MESETA DEL DUERO. En la Primera Crónica General de España, al mencionar las ciudades que conquistó Alfonso I, identifica la Tierra de Campos con el territorio de TORO, dando por límites los ríos ESLA, CARRIÒN, PISUERGA Y  DUERO. Añade que conquistó otras ciudades en tierra de Castilla, como SIMANCAS, DUEÑAS, SALDAÑA Y AMAYA, lo que da a entender que no estaban comprendidas en la demarcación campesina. Hoy en día, ni Toro ni ninguna de estas localidades suelen incluirse dentro de los límites de la comarca. En el mismo libro, al hablar de las repoblaciones llevadas a cabo por Alfonso III, hace la misma mención, aunque de manera algo equívoca, puesto que usa la designación de Campo de los Godos como comprensiva de TIERRA DE CAMPOS y de TORO. Manuel Gómez-Moreno, en su Catálogo Monumental de la Provincia de ZAMORA, dice que «TORO era cabeza de un territorio que desde el siglo X venía llamándose CAMPOS DE TAURO y alguna vez CAMPUS TORIO, como parte de los célebres Campos gotorum». Al respecto es oportuno añadir lo que dice el siciliano Lucio Marineo Sículo en su De Rebus Hispania: «ni ZAMORA FUÈ NUMANCIA NI TORO corresponde al CAMPUS GOTHORUM». Ambrosio de Morales incluye Amaya en Campos, al igual que el Padre Mariana, el cual añade: «llamábase aquella parte de Castilla en aquel tiempo Campo de los Godos; de allí quedó que hasta hoy se llama Tierra de Campos». El Padre Isla, en su célebre Fray Gerundio de Campazas, dice de esta villa que «su situación es en la provincia de Campos». Precisa que por la zona de Campazas comienza la punta occidental de la comarca. En nuestros tiempos, los límites occidentales se suelen establecer en el río CEA y no en el ESLA. Algo similar ocurre con VALENCIA DE DON JUAN, la antigua COYANZA, apellidada de LEÒN  o de Campos anteriormente. En el siglo XVIII, Antonio Ponz extiende inmoderadamente los límites comarcales hacia el Sur, cuando incluye la villa de TORFESILLAS en su extremo meridional. Como se ve, existe en tiempos pretéritos una confusión habitual de límites. Además, el primitivo nombre de la comarca comprendía una zona mucho más extensa que la que posteriormente se ha significado con él. No obstante, otros escritores algo más modernos, influidos por criterios oficiales y estadísticos, circunscriben los límites comarcales a la demarcación política y administrativa previa a 1833, según la cual, la Tierra de Campos comprendía 34 villas o municipios, de los cuales 29 pertenecían a la provincia de PALENCIA y los cinco restantes a la de VALLADOLID. Esta demarcación reducía la TIERRA DE CAMPOS a una estrecha franja entre los ríos SEQUILLO Y CARRIÒN, y fue seguida por MADOZ en su famoso diccionario geográfico y por una serie de diccionarios y enciclopedias posteriores influenciadas por este primero. Límites según Justo González Garrido.. Una de las delimitaciones más precisas y detalladas de la comarca que se ha realizado fue obra del abogado, periodista y escritor riosecano Justo González Garrido, en su ensayo La Tierra de Campos. Región Natural  (1941). En ella indica que el punto más noroccidental de la comarca se alcanza en la conjunción de las actuales provincias de León, P ALENCIA y VALLADOLID, comprendiendo en su interior el término de Grajal de Campos. El límite septentrional, al atravesar el río SEQUILLO, marca una suave inflexión descendente por VILLEMAR Y VOLLALCÒN, cruza el río VALDEGINATE y baja a ABASTAS, siguiendo después horizontalmente entre VILLANUEVA DEL REBOLLAR Y CARDEÑODA DE VOLPEJERA, hasta encontrar la orilla derecha del río CARRIÒN en el término de Villoldo. Quedarían pues fuera de la comarca TERRA CAMPINA los pueblos que llevan el apellido de la Cueza y la localidad de BUSTILLO DEL PÀRAMO. La fresca VEGA DEL CARRIÒN marca la divisoria desde VILLOLDO O CARRIÒN DE LOS CONDES. La línea divisoria que asciende todavía unos kilómetros por los términos de VILLAHERREROS, FUENTE-ANDRINO Y OSORNO constituye el límite septentrional de la comarca, tanto para el mencionado González Garrido como para Antonio Ponz. Pese a todo, por encima de esta línea divisoria quedan pueblos con el apellido de Campos, como BÀRCENA DE CAMPOS Al norte el terreno verdea algo en verano y los valles y llanos son más jugosos. El terreno se encrespa un poco, y en las lindes de las tierras de cultivo aparecen frecuentemente los arbustos y matas leñosas que las sombrean de verde. La interrupción vegetativa estival desaparece. OSORNO marca el inicio de la frontera oriental, que baja hasta OSORNILLO, a orillas del PISUERGA. Este río marca el límite hasta ITERO DE LA VEGA Y MELGAR DE YUSO. Al la lado opuesto, las tierras de CASTROJERIZ inician otra planicie más alta y fría. Entre el río PISUERGA Y CANAL DE CASTILLA, por los términos de LAS CABAÑAS DE CASTILLA, MARCILLA DE CAMPOS Y REQUENA DE CAMPOS, las tierras son más frescas y sueltas que las duras arcillas del resto de la comarca. Más abajo está TÀMARE DE CAMPOS, desde donde la divisoria se contrae, huyendo de alcores y páramos, para encontrar el término de AMUSCO, a orillas del UCYEZA, pequeño río bien encauzado, que poco después entrega su caudal en MONZÒN DE CAMPOS. No lejos, sobre un altozano, se alza FUENTES DE VALDEPERO. Hacia Oriente se extiende la alineación ininterrumpida de cuestas margosas que coronan los páramos del Cerrato, comarca más accidentada y caliza. Del otro lado, HUSILLOS, al borde del CARRIÒN, en un paisaje de inusitada frondosidad y frescura en comparación con la aridez y sequedad propias de la comarca. Cerca de Palencia se divisan, disecados por la erosión sobre el llano, dos cónicos cerros testigo. El más famoso de ellos es el del OTERO. PALENCIA, ciudad más populosa de TIERRA DE CAMPOS, se encuentra al margen, en un extremo, rodeada de huertas que se aprovechan de las acequias de riego del CANAL DE CASTILLA. Al este, entre el PISUERGA Y EL ESGUEVA, se encuentra el CERRATO. Del lado de Poniente, el extremo norte de los MONTES DE TOROZOS, una altiplanicie menos desolada. Saliendo de PALENCIA, después de cruzar el CANAL DE CASTILLA a un kilómetro de la ciudad, parece seguir un corto trayecto por la N-610, entre las faldas de los montes y la LAGUNA DE LA NAVA, en el término de VILLAMARTÌN DE CAMPOS, y dirigirse después al suroeste por bajo de AUTILLA DEL PINO, hacia TORREMORMOJÒN, al pie de la colina donde se yerguen los restos de su castillo. Quedan atrás, sobre un altozano, los del de PARADILLA DEL ALCOR. En pie, se conservan los de AMPUDIA Y MONTEALEGRE DE CAMPOS, en la cadena de los Alcores, que junto al desaparecido de VALDENEBRO DE LOS VALLES marcaban claramente la línea de defensa de estas tierras otrora fronterizas entre los reinos de LEÒN Y CASTILLA. Las últimas tierras trigueras de la campiña son las de VILLERÌAS DE CAMPOS Y PALACIOS DE CAMPOS, ya que en las proximidades de MEDINA DE RIOSECO aparecen tímidamente algunos viñedos y arboledas. .. NAZARIO MATOS..