TIERRA DE CAMPOS.
PÀGINA Nº 2
SANIDAD VEGETAL PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE, SEGURA Y ACCESIBLE
La sanidad vegetal es un concepto que todos deberíamos incorporar a nuestro vocabulario cuando hablamos de alimentación. Cuidar la salud de los cultivos garantiza una protección de las cosechas adecuada, así como una mayor productividad, que ayuda a moderar los precios de los productos. Como resultado, nos facilita a todos el acceso a alimentos esenciales para nuestra salud, bienestar y calidad de vida.
Precisamente los avances que se han desarrollado en sanidad vegetal son los que hoy nos permiten disfrutar de alimentos mucho más seguros que los que consumían nuestros padres o abuelos, gracias a la utilización de productos fitosanitarios seguros y que evitan pérdidas, tanto en términos de cantidad como de calidad, en las cosechas.
Al igual que ocurre con la medicina para las personas, los productos y tratamientos basados en los principios de la sanidad vegetal tienen por objetivo asegurar la salud de los cultivos y demás especies vegetales en aquellos casos en los que las medidas de prevención y atención temprana no son suficientes para hacer frente a los daños provocados por plagas, enfermedades o malas hierbas.
Y todo ello tomando como prioridad máxima que su acción sobre la producción agrícola garantice en todo momento la plena seguridad alimentaria del consumidor, estableciendo como premisa fundamental en la investigación y desarrollo de nuevas alternativas su inocuidad en términos alimentarios. Este es uno de los motivos que explican que la aprobación de un nuevo producto fitosanitario esté sometido a un proceso tan exhaustivo, cuya duración oscila entre los 9 y los 11 años.
ADIÓS A LOS BULOS ALIMENTARIOS
Si bien todos deberíamos tener claro que con la comida no se juega, la libertad que actualmente ofrecen internet y las redes sociales para la publicación de opiniones e información útil para nuestra toma de decisiones en todos los sentidos está dando lugar a la difusión de una gran cantidad de bulos e informaciones falsas, que no solo tratan de confundirnos, sino también de generar incertidumbre ante un tema tan sensible como es nuestra alimentación.
Ante esta situación, desde la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), consideran imprescindible huir de alarmismos infundados, sin ninguna base científica.
Los alimentos que encontramos en pequeños comercios y lineales de los supermercados son el resultado de un tremendamente estricto proceso de supervisión y control en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, coordinado por las distintas administraciones e instituciones, para garantizar que dichos alimentos hayan superado satisfactoriamente todos y cada uno de los requerimientos exigidos para su consideración como productos saludables y seguros para su consumo.
No permitas que te confundan. Una alimentación saludable comienza por la sanidad de los alimentos y una información contrastada y veraz sobre su proceso de producción. A partir de ahí, sí que podemos dejar volar nuestra imaginación para disfrutar de esas recetas y menús que nos ayudan a estar más sanos y felices en nuestro día a día.
LA SOSTENIBILIDAD COMO FACTOR CLAVE PARA LA AGRICULTURA DEL FUTURO
En 2030, la población mundial crecerá en unos 1.000 millones de personas, según cálculos de la ONU. Esto significa que habrá que alimentar a un total de unos 8.600 millones de almas. Una tarea para la cual resulta fundamental el desarrollo de una agricultura más productiva y, al mismo tiempo, sostenible, capaz de cuidar los recursos para evitar que se agoten.
Si a esto le unimos que hasta un 40% de la producción potencial de alimentos a nivel mundial se pierde cada año por la acción de plagas y enfermedades, se puede observar con meridiana claridad cuáles son los retos a los que debe enfrentarse la agricultura para mantener su protagonismo como suministrador básico de alimentos en los próximos años.
Para conseguir abordar con éxito estos desafíos, se debe seguir manteniendo un entorno legislativo estable en el que poder invertir en investigación y desarrollo los recursos necesarios para generar las nuevas soluciones de sanidad vegetal que la agricultura necesita, y así garantizar un entorno cada vez más productivo, seguro y sostenible que contribuya a una alimentación segura, saludable y accesible para todos. NAZARIO MATOS.
PÀGINA Nº 2
SANIDAD VEGETAL PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE, SEGURA Y ACCESIBLE
La sanidad vegetal es un concepto que todos deberíamos incorporar a nuestro vocabulario cuando hablamos de alimentación. Cuidar la salud de los cultivos garantiza una protección de las cosechas adecuada, así como una mayor productividad, que ayuda a moderar los precios de los productos. Como resultado, nos facilita a todos el acceso a alimentos esenciales para nuestra salud, bienestar y calidad de vida.
Precisamente los avances que se han desarrollado en sanidad vegetal son los que hoy nos permiten disfrutar de alimentos mucho más seguros que los que consumían nuestros padres o abuelos, gracias a la utilización de productos fitosanitarios seguros y que evitan pérdidas, tanto en términos de cantidad como de calidad, en las cosechas.
Al igual que ocurre con la medicina para las personas, los productos y tratamientos basados en los principios de la sanidad vegetal tienen por objetivo asegurar la salud de los cultivos y demás especies vegetales en aquellos casos en los que las medidas de prevención y atención temprana no son suficientes para hacer frente a los daños provocados por plagas, enfermedades o malas hierbas.
Y todo ello tomando como prioridad máxima que su acción sobre la producción agrícola garantice en todo momento la plena seguridad alimentaria del consumidor, estableciendo como premisa fundamental en la investigación y desarrollo de nuevas alternativas su inocuidad en términos alimentarios. Este es uno de los motivos que explican que la aprobación de un nuevo producto fitosanitario esté sometido a un proceso tan exhaustivo, cuya duración oscila entre los 9 y los 11 años.
ADIÓS A LOS BULOS ALIMENTARIOS
Si bien todos deberíamos tener claro que con la comida no se juega, la libertad que actualmente ofrecen internet y las redes sociales para la publicación de opiniones e información útil para nuestra toma de decisiones en todos los sentidos está dando lugar a la difusión de una gran cantidad de bulos e informaciones falsas, que no solo tratan de confundirnos, sino también de generar incertidumbre ante un tema tan sensible como es nuestra alimentación.
Ante esta situación, desde la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), consideran imprescindible huir de alarmismos infundados, sin ninguna base científica.
Los alimentos que encontramos en pequeños comercios y lineales de los supermercados son el resultado de un tremendamente estricto proceso de supervisión y control en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, coordinado por las distintas administraciones e instituciones, para garantizar que dichos alimentos hayan superado satisfactoriamente todos y cada uno de los requerimientos exigidos para su consideración como productos saludables y seguros para su consumo.
No permitas que te confundan. Una alimentación saludable comienza por la sanidad de los alimentos y una información contrastada y veraz sobre su proceso de producción. A partir de ahí, sí que podemos dejar volar nuestra imaginación para disfrutar de esas recetas y menús que nos ayudan a estar más sanos y felices en nuestro día a día.
LA SOSTENIBILIDAD COMO FACTOR CLAVE PARA LA AGRICULTURA DEL FUTURO
En 2030, la población mundial crecerá en unos 1.000 millones de personas, según cálculos de la ONU. Esto significa que habrá que alimentar a un total de unos 8.600 millones de almas. Una tarea para la cual resulta fundamental el desarrollo de una agricultura más productiva y, al mismo tiempo, sostenible, capaz de cuidar los recursos para evitar que se agoten.
Si a esto le unimos que hasta un 40% de la producción potencial de alimentos a nivel mundial se pierde cada año por la acción de plagas y enfermedades, se puede observar con meridiana claridad cuáles son los retos a los que debe enfrentarse la agricultura para mantener su protagonismo como suministrador básico de alimentos en los próximos años.
Para conseguir abordar con éxito estos desafíos, se debe seguir manteniendo un entorno legislativo estable en el que poder invertir en investigación y desarrollo los recursos necesarios para generar las nuevas soluciones de sanidad vegetal que la agricultura necesita, y así garantizar un entorno cada vez más productivo, seguro y sostenible que contribuya a una alimentación segura, saludable y accesible para todos. NAZARIO MATOS.