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CASTROVERDE DE CAMPOS: TIERRAS DE CAMPOS  Y DE ESPAÑA --PÀGINA Nº 3Agricultura...

TIERRAS DE CAMPOS  Y DE ESPAÑA --PÀGINA Nº 3Agricultura intensiva: una mayor producción a costa de un mayor impactoTambién se alcanzó una productividad mayor en parte gracias a un mayor uso de sustancias químicas sintéticas, como fertilizantes y plaguicidas. A lo largo de la historia, los agricultores han utilizado abono o minerales para fertilizar el suelo y aumentar la productividad. Los fertilizantes funcionan añadiendo nutrientes al suelo, que son esenciales para el crecimiento de las plantas. Los fertilizantes sintéticos se inventaron a principios del siglo XX y se comercializaron ampliamente a partir de la década de 1950 para resolver el problema del «agotamiento del nitrógeno en el suelo» y mejorar así la productividad. Los fertilizantes sintéticos contienen principalmente nitrógeno, fósforo y potasio, seguidos en menor medida por otros elementos como el calcio, el magnesio, el azufre, el cobre y el hierro. La agricultura también depende de los productos fitosanitarios, una amplia gama de sustancias, en su mayoría químicas, dirigidas a eliminar las malas hierbas, los insectos y los hongos que perjudican a las plantas y merman su crecimiento. Por una parte, los fertilizantes sintéticos y los plaguicidas garantizaban una mayor cantidad de cosechas de un campo determinado, lo que permitía que las poblaciones en crecimiento de Europa y de todo el mundo pudieran alimentarse. El crecimiento de la producción también ha hecho más asequibles los alimentos. Por otra parte, no todo el nitrógeno que se aplica lo absorben las plantas. El uso excesivo de sustancias químicas sintéticas puede contaminar la tierra, los ríos, los lagos y el agua subterránea en una zona más amplia, e incluso las sustancias pueden entrar en la atmósfera en forma de óxido nitroso, uno de los principales gases deefecto invernadero por detrás del dióxido de carbono y el metano. Algunos plaguicidas poseen un efecto negativo en los polinizadores, incluidas las abejas. Sin los polinizadores, simplemente no es posible producir suficientes alimentos. Los países europeos producen mucha más carne que en la década de 1960. Y la carne, concretamente la ternera, requiere mucha más tierra y agua que los productos alimenticios basados en plantas. Al mismo tiempo, la ganadería produce metano[i] y óxido nitroso, dos gases de efecto invernadero muy potentes. Se calcula que el ganado contribuye a más del 10 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. El uso poco sostenible afecta negativamente a la productividad de la tierra y al sueloLa productividad agrícola del suelo a largo plazo depende de su salud en general. Lamentablemente, si seguimos utilizando este recurso como lo hacemos en la actualidad, también reduciremos la capacidad del suelo de producir suficientes piensos y alimentos aptos para el consumo humano, entre otras cosas. La agricultura intensiva ejerce numerosas presiones sobre la tierra y el suelo, incluidas la contaminación, la erosión y la compactación debidas a la maquinaria agrícola pesada. Un número cada vez mayor de estudios destaca lo expandidos que están los residuos de sustancias químicas[ii] que se utilizan en plaguicidas y fertilizantes en toda Europa ([1]). En cuanto a algunas sustancias químicas, como el cobre y el cadmio, las muestras de suelo de algunas zonas reflejan niveles especialmente críticos. El exceso de nutrientes (nitrógeno y fósforo) ha alterado la vida en los lagos, los ríos y los mares, y recientes evaluaciones realizadas por la AEMA ([2]) sobre el agua exigen reducciones urgentes de los nutrientes para impedir daños adicionales a estos ecosistemas. Además de afectar a los recursos terrestres y a la biodiversidad del suelo, este aumento de la producción de alimentos también ha influido en nuestra alimentación de forma inesperada., NAZARIO MATOS..