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CASTROVERDE DE CAMPOS: TIERRA DE CAMPOS::...

TIERRA DE CAMPOS::
GRACIAS JESUSANTA POR ESTA  ALEGORÌA Y AÑORANZA CASI ROMÀNTICA  DE UN TIEMPO  QUE CONVIVÒ SIGLOS EN NUESTRA TIERRA DE CAMPOS Y QUE GUSTA RECORDAR CONVIVIDO CON LOS RECUERDOS Y LEYENDAS QUE QUEDARON PARA SIEMPRE EN NUESTRA TIERRA DE CAMPOS-PERO LA TRISTE REALIDAD NOS PONE LOS PIES EN EL SUELO Y TENEMOS QUE REACCIONAR TODOS PARA QUE PUEBLOS COMO  VILLACRECES NO SUFRAN LA TRAGEDIA DE DESAPARECER QUEDANDO COMO SÌMBOLO SOLAMENTE SU TORRE. PASAMOS DE LOS SEGADORES A LAS COSECHADORAS Y ADEMÀS DESAPARECER LOS SEGADORES TAMBIÈN  SE FUERON NUESTROS JÒVENES A BUSCAR SU FUTURO A LAS CIUDADES. LAS MÀQUINAS LES DEJARON SIN TRABAJO EN DONDE  HABÌAN NACIDO. TRISTE, MUY TRISTE. LA SOCIEDAD TIENE QUE CONSEGUIR QUE LA VIDA  REGRESE A NUESTRA TIERRA DE CAMPOS. HAY SOLUCIONES PARA SU REGRESO Y ENTRE TODOS  TENEMOS QUE CONSEGUIR QUE MÀS PRONTO QUE TARDE LOS NIÑOS CORRAN POR NUESTRAS CALLES EN LOS RECREOS DE SUS ESCUELAS Y JUEGUEN EN LOS PARQUES, PARECE UN SUEÑO PERO TENMOS TODOS  LA OBLIGACIÒN DE CONSEGUIRLO. GRACIAS  JESUSANTA Y SALUDOS A TODOSNAZARIO MATOS
SEGADORES GALLEGOS EN TIERRA DE CAMPOSpor jesusantaJulio, mes en el que TIERRA DE CAMPOS, y en general toda Castilla está en plena faena de cosecha del cereal. Ahora, con las cosechadoras, la tarea se hace en pocas fechas y con mucha menos penosidad, si lo comparamos con no hace tantos años. Hasta bien entrado el siglo XX la cosecha se hacía a brazo y duraba semanas, con el riesgo tremendo de que una mala tormenta arruinara una buena cosecha. Para terminar cuanto antes, desde hace siglos venían a Castilla numerosas cuadrillas de segadores gallegos, a los que vamos a dedicar este “Valladolid, la mirada curiosa”. Partamos de VILLACRECES, un despoblado en pleno corazón de Tierra de Campos casi en el punto en el que se unen VALLADOLID, PALENCIA Y LEÒN. Está a tiro de piedra de municipios como VILLADA, VILLALÒN DE CAMPOS, Y SANTERVÀS DE CAMPOS, a cuyo Ayuntamiento está adscrito. VILLACRECES es el primer despoblado del siglo XX. Sus habitantes vivían del cereal, la vid y el ganado lanar, principalmente. Hacia 1981 se marchó la última familia que quedaba en el pueblo. Es, por desgracia, un símbolo de la despoblación del interior de la Meseta. Por cierto, cuando en ningún sitio se hablaba de la despoblación y de la ESPAÑA VACIADA, en los años 90, colectivos y ayuntamientos del entorno de Villacreces realizaron jornadas reivindicativas en las que advertían del porvenir que se cernía sobre la comarca terra campina: fueron, por desgracia, precursores en llamar la atención sobre tan gravísimo problema. De VILLACRECES no queda más construcción en pie que su torre de estilo mudéjar. Las necesidades de la siega en Castilla requerían de mucha más mano de obra de la que había en los pueblos. Aquello se paliaba con la llegada de cuadrillas de segadores gallegos (y en algunos lugares, de segadores del páramo leones). Unas cuadrillas que se pasaban varios meses en el interior de la Meseta y que incluso llegaban a adentrarse en Madrid, La Mancha y Extremadura. Xilografía costumbrista de 1874 que se muestra en el Museo del CERRATO Y BALTANÀS. Es una práctica que se remonta al menos al siglo XVI, y que ha perdurado hasta bien entrado el siglo XX. Lógicamente, durante siglos vinieron caminando, más tarde comenzaron a desplazarse en ferrocarril y en autocares que en algún caso contrataban las mismas cuadrillas. También era frecuente que se desplazaran montados en las cajas de camiones cuyo conductor les cobraba una pequeña cantidad de dinero. El trigo, especialmente en TIERRA DE CAMPOS, era el oro de su época, y no hay más que ver el impresionante patrimonio arquitectónico y artístico que atesoran muchos pueblos terracampinos. Los segadores normalmente venían ya apalabrados con acuerdos que cerraban de un año para otro con las casas que los contrataban. Por cierto, esas contrataciones no solo eran de familias de fuerte labranza, sino de casas mucho más modestas. Venían con el salario pactado y muy frecuentemente con la comida y el alojamiento (un pajar o similar) hablados. Fotografías tomadas del libro “GALLEGOS A CASTILLA. Segadores en TIERRA DE CAMPOS”. Uno de los mayores temores durante el tiempo que duraba la siega eran las tormentas veraniegas que podían acabar en pocos minutos con una excelente cosecha. De ahí la práctica del conjuro en muchos pueblos. Por ejemplo,  en CUENCA DE CAMPOS hay una ladera que se conoce como “el conjuradero”: era el lugar en el que el cura, a toque de rebato de campana, llamaba a los feligreses a juntarse y rezar para espantar las temidas nubes negras que presagiaban una tormenta. La venida de los segadores gallegos, que es una práctica muy interesante desde el punto de vista etnográfico, que incluso ha dejado matrimonios y algunos asentamientos en tierras castellanas, se ha eclipsado en parte por alguna literatura gallega que criticaba a los castellanos por maltratar a aquellos segadores. No hay más que recordar los versos de ROSALÌA DE CASTRO, que se quejaba del supuesto lamentable aspecto con el que volvían los segadores (renegridos, enfermos, pobres y maltratados) cosa absolutamente falsa.  Claro que la siega era dura, de sol a sol, en pleno julio y agosto castellano. Pero de ahí a lo que ROSALÌA DE CASTRO escribía mediaba un largo e inventado trecho. Voy a decir algo que muchos consideraran socialmente incorrecto: ROSALÌA, una excelente escritora, era una mujer de clase acomodada que desconocía la dureza de las faenas agrícolas. De hecho, la siega era la posibilidad que tenían los braceros, que en buena parte procedían de las tierras más pobres de GALICIA, de conseguir en CASTILLA unos importantes ingresos que llevar a sus casas. Comenzamos este artículo hablando de VILLACRECES y lo vamos a terminar dando una pincelada sobre Santervás de Campos, municipio al que está adscrito. En este mismo blog hay un artículo dedicado en exclusiva a Santervás, pero no dejaremos de anotar que bien merece una visita. En él hay un museo dedicado a PONCE DE LEÒN, que nació en esta localidad. Fue el descubridor de La Florida y el primer gobernador de Puerto Rico. Es un museo sencillo pero muy bien montado que ilustra sobre la vida de tan insigne marino y las historias y leyendas que le rodearon. El museo conserva un gran legado de DE LA CUADRA SALCEDO: los trabajos de todos los jóvenes que participaron en las famosas “RUTAS DEL QUETZAL” que fundó en 1979 MIGUEL DE LA CUADRA SALCEDO. La última edición fue en 2016. Interior del museo PONCE DE LEÒN. Y ya de paso, no olvidar la iglesia de SANTERVÀS, una excelente muestra del arte mudéjar castellano, especialmente sus tres ábsides--NAZARIO MATOS..