TIERRA DE CAMPOS DE ESPAÑA Y DE EUROPA::
PÀGINA Nº 6
9. El Camino de Levante
La Península, en diagonal
Este es un camino para pensárselo bien, ya que atraviesa toda la Península en diagonal (830 kilómetros, aproximadamente) partiendo desde el puerto de Valencia, del de Alicante o desde Cartagena, a los que llegaban peregrinos procedentes de un sinfín de lugares del Mediterráneo. Hoy, el sendero GR 239 recupera aquella larga ruta, atravesando Albacete, dando un amplio rodeo por Almansa, rumbo a Toledo, sierra de Gredos y Ávila, para terminar uniéndose a la Vía de la Plata en Zamora. Si se quiere completar en su totalidad, de Valencia a Zamora, habrá que dedicar entre 22 y 25 días. Otra opción es hacerlo por tramos, lo que permite descubrir los paisajes más variados, la gastronomía valenciana y castellana, numerosas referencias al Quijote, y hacer un alto en multitud de hospitales, sinagogas, murallas y grandes iglesias, muchas de ellas muy poco frecuentadas.
10. Camino Portugués
Un desafío de 613 kilómetros
Desde Lisboa hasta Santiago hay exactamente 613 kilómetros, todo un reto para los que se plantean conseguir su Compostela atravesando Portugal de sur a norte. Este recorrido pasa por lugares como Santarem, Tomar, Coimbra, Águeda, Oporto, Barcelos, Tui, Redondela o Pontevedra.
Hay quien dice que el Camino Portugués es tan antiguo como el Francés, y que en el año 862 ya había iglesias consagradas al apóstol en algunos puntos de esta ruta que el geógrafo Al-Idrisi, en el siglo XII, ya señalaba como uno de los caminos de expansión del reino de León hacia el sur. Debió de haber un camino por mar y otro por tierra, y en las últimas décadas se ha recuperado para los nuevos peregrinos, aunque predominan los tramos de asfalto (de todas las calidades), hasta que nos acercamos a Galicia y comienzan las pistas de tierra. Hoy por hoy es uno de los itinerarios jacobeos más populares, en parte por el clima templado por la proximidad del mar y en parte por el legado cultural e histórico, con constantes referencias a Santiago (Sao Tiago) en la toponimia.
En realidad no es un camino único, sino con varias opciones, más o menos cerca de la costa. Incluso hay una vertiente interior y otra, el llamado Camino Torres, que parte de Salamanca siguiendo el itinerario del catedrático de la Universidad de Salamanca Diego de Torres Villarroel, que volvió de su exilio en Portugal por esta ruta en 1737 y dejó por escrito su experiencia en un diario de viaje escrito en verso. Esta ruta Torres se ha recuperado y se puede hacer en 23 etapas (570 kilómetros), evitando las carreteras en un viaje alternativo que nos permitirá hacer escala en ciudades como Amarante, Guimarães o en la catedral de Braga, lugares todos ellos con una larga tradición jacobea. Un detalle: de Lisboa hasta Santarem la ruta coincide con el otro gran camino de peregrinación portugués: el que lleva a Fátima... NAZARIO MATOS,,
PÀGINA Nº 6
9. El Camino de Levante
La Península, en diagonal
Este es un camino para pensárselo bien, ya que atraviesa toda la Península en diagonal (830 kilómetros, aproximadamente) partiendo desde el puerto de Valencia, del de Alicante o desde Cartagena, a los que llegaban peregrinos procedentes de un sinfín de lugares del Mediterráneo. Hoy, el sendero GR 239 recupera aquella larga ruta, atravesando Albacete, dando un amplio rodeo por Almansa, rumbo a Toledo, sierra de Gredos y Ávila, para terminar uniéndose a la Vía de la Plata en Zamora. Si se quiere completar en su totalidad, de Valencia a Zamora, habrá que dedicar entre 22 y 25 días. Otra opción es hacerlo por tramos, lo que permite descubrir los paisajes más variados, la gastronomía valenciana y castellana, numerosas referencias al Quijote, y hacer un alto en multitud de hospitales, sinagogas, murallas y grandes iglesias, muchas de ellas muy poco frecuentadas.
10. Camino Portugués
Un desafío de 613 kilómetros
Desde Lisboa hasta Santiago hay exactamente 613 kilómetros, todo un reto para los que se plantean conseguir su Compostela atravesando Portugal de sur a norte. Este recorrido pasa por lugares como Santarem, Tomar, Coimbra, Águeda, Oporto, Barcelos, Tui, Redondela o Pontevedra.
Hay quien dice que el Camino Portugués es tan antiguo como el Francés, y que en el año 862 ya había iglesias consagradas al apóstol en algunos puntos de esta ruta que el geógrafo Al-Idrisi, en el siglo XII, ya señalaba como uno de los caminos de expansión del reino de León hacia el sur. Debió de haber un camino por mar y otro por tierra, y en las últimas décadas se ha recuperado para los nuevos peregrinos, aunque predominan los tramos de asfalto (de todas las calidades), hasta que nos acercamos a Galicia y comienzan las pistas de tierra. Hoy por hoy es uno de los itinerarios jacobeos más populares, en parte por el clima templado por la proximidad del mar y en parte por el legado cultural e histórico, con constantes referencias a Santiago (Sao Tiago) en la toponimia.
En realidad no es un camino único, sino con varias opciones, más o menos cerca de la costa. Incluso hay una vertiente interior y otra, el llamado Camino Torres, que parte de Salamanca siguiendo el itinerario del catedrático de la Universidad de Salamanca Diego de Torres Villarroel, que volvió de su exilio en Portugal por esta ruta en 1737 y dejó por escrito su experiencia en un diario de viaje escrito en verso. Esta ruta Torres se ha recuperado y se puede hacer en 23 etapas (570 kilómetros), evitando las carreteras en un viaje alternativo que nos permitirá hacer escala en ciudades como Amarante, Guimarães o en la catedral de Braga, lugares todos ellos con una larga tradición jacobea. Un detalle: de Lisboa hasta Santarem la ruta coincide con el otro gran camino de peregrinación portugués: el que lleva a Fátima... NAZARIO MATOS,,