LA TIERRA DE CAMPOS Y LA LAGUNA DE LA NAVA Y SUS RETOÑOS. PÀGINA Nº 3
El carricerín cejudo. (Acrocephalus paludicola) está catalogado como Vulnerable a escala global, clasificado En Peligro a escala europea, está incluido en el Anexo I de la Directiva de Aves, en el Anexo II del Convenio de Berna y en el Anexo II del Convenio de Bonn. Además se encuentra catalogado como de Interés Especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como Vulnerable en el último Libro Rojo de las Aves de España. Se trata de una especie prioritaria de conservación a nivel mundial porque se encuentra globalmente amenazada y tiene en los humedales de Tierra de Campos uno de los mejores enclaves conocidos de paso migratorio otoñal en el norte peninsular. Se estima una población mundial inferior a 30.000 individuos reproductores. Esta población tan escasa comparada con otras poblaciones de pequeñas aves más comunes, junto a la fragmentación de sus áreas de cría y su declive poblacional, pone de manifiesto su elevado riesgo de extinción. Por tanto, es prioritario conservar estos humedales con una alta calidad de hábitat para el cejudo, ya que son de vitales durante los más de 12.000 kilómetros que recorre cada año en sus migraciones anuales desde sus zonas de cría en el este de Europa hasta sus zonas de invernada en África subsahariana. Dentro de la península Ibérica, los registros de esta especie en los humedales de Tierra de Campos son bastantes comunes desde finales del siglo pasado. Las primeras observaciones de carricerín cejudo en la laguna de La Nava datan de 1998. Posteriormente, en el año 1999, la Fundación Global Nature comenzó los primeros anillamientos de la especie dentro de la ejecución de distintos proyectos, lo que ha permitido la captura de 935 ejemplares hasta la fecha en diferentes humedales de la comarca. Reclamo de visitantesGracias a las campañas de anillamiento desarrolladas desde hace más de dos décadas por la Fundación Global Nature en los humedales del espacio natural de La Nava y Campos de Palencia, han añadido un atractivo más para visitar estos humedales. Así, durante las 35 jornadas de anillamiento de la presente campaña han participado o colaborado más de 100 personas diferentes entre voluntarios, visitantes y ornitólogos. De hecho, además del indiscutible papel ecológico que cumple este espacio natural, estos humedales son también un motor más de la economía terracampina, generando nuevos recursos económicos y contribuyendo al mantenimiento del mundo rural. LIFE PaludicolaEl último de estos proyectos desarrollado por la Fundación Global Nature es el ya mencionado LIFE Paludicola, que tiene como objetivo principal frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo mediante actuaciones de restauración del hábitat de paso migratorio pre y post nupcial. Estas acciones se llevarán a cabo durante el período 2017-2020 en 12 municipios de tres regiones españolas (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana), todas ellas incluidas en espacios de la Red Natura 2000. La iniciativa está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea y son socios de la misma la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León. El proyecto cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, el Ayuntamiento de Torreblanca y la empresa INFERTOSA S. A.
Actualmente la laguna recuperada ocupa hasta 300 hectáreas y el resultado de estos trabajos ha sido espectacular. La Nava ha sido inmediatamente recolonizada por multitud de especies de aves, con un total de 224 especies detectadas hasta la fecha, lo que supone casi el 60% de las que pueden ser observadas en toda España. Miles de aves acuáticas recalan todos los inviernos en las lagunas de La Nava y Boada, siendo los ánades reales, cercetas comunes y patos cucharas las más frecuentes.
Durante la primavera y verano, avefrías, cigüeñuelas, archibebes y fochas sacan adelante sus polladas en las aguas someras del humedal. Antes del otoño varios miles de pequeñas aves como mosquiteros, carriceros o golondrinas se alimentan y descansan en los arroyos y la vegetación palustre. Las vastas extensiones cerealistas que rodean ambas lagunas son el hábitat de una interesante comunidad de aves esteparias. Especies como la avutarda, ortega, aguilucho cenizo o calandria encuentran en esta zona un hábitat único dentro de Europa.,, NAZARIO MATOS..
El carricerín cejudo. (Acrocephalus paludicola) está catalogado como Vulnerable a escala global, clasificado En Peligro a escala europea, está incluido en el Anexo I de la Directiva de Aves, en el Anexo II del Convenio de Berna y en el Anexo II del Convenio de Bonn. Además se encuentra catalogado como de Interés Especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como Vulnerable en el último Libro Rojo de las Aves de España. Se trata de una especie prioritaria de conservación a nivel mundial porque se encuentra globalmente amenazada y tiene en los humedales de Tierra de Campos uno de los mejores enclaves conocidos de paso migratorio otoñal en el norte peninsular. Se estima una población mundial inferior a 30.000 individuos reproductores. Esta población tan escasa comparada con otras poblaciones de pequeñas aves más comunes, junto a la fragmentación de sus áreas de cría y su declive poblacional, pone de manifiesto su elevado riesgo de extinción. Por tanto, es prioritario conservar estos humedales con una alta calidad de hábitat para el cejudo, ya que son de vitales durante los más de 12.000 kilómetros que recorre cada año en sus migraciones anuales desde sus zonas de cría en el este de Europa hasta sus zonas de invernada en África subsahariana. Dentro de la península Ibérica, los registros de esta especie en los humedales de Tierra de Campos son bastantes comunes desde finales del siglo pasado. Las primeras observaciones de carricerín cejudo en la laguna de La Nava datan de 1998. Posteriormente, en el año 1999, la Fundación Global Nature comenzó los primeros anillamientos de la especie dentro de la ejecución de distintos proyectos, lo que ha permitido la captura de 935 ejemplares hasta la fecha en diferentes humedales de la comarca. Reclamo de visitantesGracias a las campañas de anillamiento desarrolladas desde hace más de dos décadas por la Fundación Global Nature en los humedales del espacio natural de La Nava y Campos de Palencia, han añadido un atractivo más para visitar estos humedales. Así, durante las 35 jornadas de anillamiento de la presente campaña han participado o colaborado más de 100 personas diferentes entre voluntarios, visitantes y ornitólogos. De hecho, además del indiscutible papel ecológico que cumple este espacio natural, estos humedales son también un motor más de la economía terracampina, generando nuevos recursos económicos y contribuyendo al mantenimiento del mundo rural. LIFE PaludicolaEl último de estos proyectos desarrollado por la Fundación Global Nature es el ya mencionado LIFE Paludicola, que tiene como objetivo principal frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo mediante actuaciones de restauración del hábitat de paso migratorio pre y post nupcial. Estas acciones se llevarán a cabo durante el período 2017-2020 en 12 municipios de tres regiones españolas (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana), todas ellas incluidas en espacios de la Red Natura 2000. La iniciativa está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea y son socios de la misma la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León. El proyecto cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, el Ayuntamiento de Torreblanca y la empresa INFERTOSA S. A.
Actualmente la laguna recuperada ocupa hasta 300 hectáreas y el resultado de estos trabajos ha sido espectacular. La Nava ha sido inmediatamente recolonizada por multitud de especies de aves, con un total de 224 especies detectadas hasta la fecha, lo que supone casi el 60% de las que pueden ser observadas en toda España. Miles de aves acuáticas recalan todos los inviernos en las lagunas de La Nava y Boada, siendo los ánades reales, cercetas comunes y patos cucharas las más frecuentes.
Durante la primavera y verano, avefrías, cigüeñuelas, archibebes y fochas sacan adelante sus polladas en las aguas someras del humedal. Antes del otoño varios miles de pequeñas aves como mosquiteros, carriceros o golondrinas se alimentan y descansan en los arroyos y la vegetación palustre. Las vastas extensiones cerealistas que rodean ambas lagunas son el hábitat de una interesante comunidad de aves esteparias. Especies como la avutarda, ortega, aguilucho cenizo o calandria encuentran en esta zona un hábitat único dentro de Europa.,, NAZARIO MATOS..