TIERRA DE CAMPOS Y DEL PAN Y DEL VINO;; PÀGINA Nº 2
ZAMORA CUENTA MUCHO
TURISMO DE NATURALEZA
Una tierra marcada por el Duero Zamora - Castilla y LeónSi pudiera escogerse una sola de las provincias de Castilla y León por su riquezaa, su cultura y su paisaje, sin sin duda habría que destacar a la de Zamora, una tierra singular, de tradiciones que hunden sus raíces en lo más remoto de la historia
Si pudiera escogerse una sola de las provincias de Castilla y León por su riqueza, su cultura y su paisaje, sin duda habría que destacar a la de Zamora, una tierra singular, de tradiciones que hunden sus raíces en lo más remoto de la historia y que ha hecho de la defensa de su patrimonio y su medio rural la fórmula para conquistar el futuro. Sería imposible pretender que una provincia de marcado carácter como ésta poseyera un espíritu uniforme. Más bien al contrario, las comarcas zamoranas hacen gala de tener una fuerte personalidad, de ahí que el visitante quede sorprendido por los contrastes entre los Valles de Benavente y los Arribes, entre Toro y Sanabria.
El responsable de buena parte de las peculiaridades de Zamora tiene nombre propio, y es un nombre de río. El Duero ha condicionado la geografía y la historia de la provincia, ha 'decidido' la ubicación de sus principales ciudades y es quien confiere al sector alimentario su carácter único. Esta arteria atraviesa Toro y la ciudad de Zamora antes de convertirse en frontera con Portugal. Allí discurre por los profundos cañones de los Arribes y allí recibe las aguas del Esla, el otro gran río zamorano. Junto al río cantado por Machado, los humedales de Villafáfila, el Lago de Sanabria y los grandes embalses sumergen a la provincia en una lluvia de millones de gotas de agua limpia, transparente y plácida.
Las campanas de un pueblo sumergido
El Lago de Sanabria es uno de los parajes más impresionantes de la provincia. Alcanza una profundidad de 53 metros y una longitud que supera los tres kilómetros, lo que hace de él, el mayor lago glaciar de la península. Dice la leyenda que, en la Noche de San Juan, aún se escucha el tañer de las campanas de uno de los pueblos que duerme bajo sus aguas.
Como todo lugar espectacular, el lago está rodeado de leyendas que sitúan su origen en una maldición por la que un pueblo yace bajo las aguas. El tañer de sus campanas se escucha cada noche de San Juan. El Lago de Sanabria da nombre al Parque Natural más antiguo de la provincia y se encuentra situado en el extremo noroccidental del territorio zamorano. Supera las 22.000 hectáreas y afecta fundamentalmente a la zona de montaña de las sierras Segundera y Cabrera.
Aquí se conserva la morfología de los glaciares que durante el Cuaternario dejaron su huella, como puede verse en la cuenca del lago de Sanabria y parte del río Tera: lagunas, valles, espectaculares bloques de granito…
En este espacio protegido se conserva el mayor conjunto de lagunas de origen glaciar de España. En el altiplano del parque se cuentan hasta 35, situadas a unos 1.600 metros de altitud. Todas ellas se caracterizan por la pureza de sus aguas y por la fauna y flora específicas que tienen allí su hábitat.
La gran diversidad botánica del Parque Natural se demuestra por el hecho de agrupar hasta más de 1.500 especies vegetales, algunas de las cuales son únicas en la península. Ello es posible gracias a que se encuentra en un punto límite entre el clima atlántico y el mediterráneo. El bosque dominante es el robledal, pero también es abundante el serval, los acebos, tejos, abedules y castaños. La Casa del Parque está situada en San Martín de Castañeda, en los restos de un antiguo monasterio románico, y en Rabanillo en el Monte Gándara.
Una gran masa de agua se abrió camino hacia el océano
Cuentan los geólogos que hace muchos miles de años la meseta era un mar interior, que basculó hacia el Oeste e hizo que esa masa de agua se abriera camino hacia el océano. Fue así como el Duero se encajonó en profundos cañones que hoy configuran el bellísimo espacio natural de los Arribes del Duero.
El Parque Natural de Arribes del Duero se caracteriza por el profundo cañón abierto por el río, con paredes que llegan a sobrepasar los 200 metros de altura. A lo largo de ochenta kilómetros (cincuenta compartidos con la frontera portuguesa), el cauce desciende rápidamente de altitud. De hecho, al recibir las aguas del Esla, el lecho del Duero discurre en los 580 metros sobre el nivel del mar para, al final de su recorrido en la provincia, situarse en poco más de los 320 metros.
Esta espectacular geografía modelada por el agua permite que a lo largo de los Arribes se sitúen distintas escalas biológicas, propiciadas por las diferencias climáticas entre las cimas del cañón y las profundas laderas. En sus barrancos, a veces en terrazas escalonadas, florecen viñas, olivos, madroños y enebros, mientras en los puntos inaccesibles de las paredes anidan águilas, buitres, alimoches y cigüeñas negras.
Un paraíso del turismo de naturaleza
Charcas, lagunas, altiplanos, campos arcillosos y moles graníticas. La provincia de Zamora es una paleta de colores que no se agota en una sola visita, una ruta sin fin para el aficionado al senderismo o, en general, al llamado turismo de naturaleza.
.. NAZARIO MATOS..
ZAMORA CUENTA MUCHO
TURISMO DE NATURALEZA
Una tierra marcada por el Duero Zamora - Castilla y LeónSi pudiera escogerse una sola de las provincias de Castilla y León por su riquezaa, su cultura y su paisaje, sin sin duda habría que destacar a la de Zamora, una tierra singular, de tradiciones que hunden sus raíces en lo más remoto de la historia
Si pudiera escogerse una sola de las provincias de Castilla y León por su riqueza, su cultura y su paisaje, sin duda habría que destacar a la de Zamora, una tierra singular, de tradiciones que hunden sus raíces en lo más remoto de la historia y que ha hecho de la defensa de su patrimonio y su medio rural la fórmula para conquistar el futuro. Sería imposible pretender que una provincia de marcado carácter como ésta poseyera un espíritu uniforme. Más bien al contrario, las comarcas zamoranas hacen gala de tener una fuerte personalidad, de ahí que el visitante quede sorprendido por los contrastes entre los Valles de Benavente y los Arribes, entre Toro y Sanabria.
El responsable de buena parte de las peculiaridades de Zamora tiene nombre propio, y es un nombre de río. El Duero ha condicionado la geografía y la historia de la provincia, ha 'decidido' la ubicación de sus principales ciudades y es quien confiere al sector alimentario su carácter único. Esta arteria atraviesa Toro y la ciudad de Zamora antes de convertirse en frontera con Portugal. Allí discurre por los profundos cañones de los Arribes y allí recibe las aguas del Esla, el otro gran río zamorano. Junto al río cantado por Machado, los humedales de Villafáfila, el Lago de Sanabria y los grandes embalses sumergen a la provincia en una lluvia de millones de gotas de agua limpia, transparente y plácida.
Las campanas de un pueblo sumergido
El Lago de Sanabria es uno de los parajes más impresionantes de la provincia. Alcanza una profundidad de 53 metros y una longitud que supera los tres kilómetros, lo que hace de él, el mayor lago glaciar de la península. Dice la leyenda que, en la Noche de San Juan, aún se escucha el tañer de las campanas de uno de los pueblos que duerme bajo sus aguas.
Como todo lugar espectacular, el lago está rodeado de leyendas que sitúan su origen en una maldición por la que un pueblo yace bajo las aguas. El tañer de sus campanas se escucha cada noche de San Juan. El Lago de Sanabria da nombre al Parque Natural más antiguo de la provincia y se encuentra situado en el extremo noroccidental del territorio zamorano. Supera las 22.000 hectáreas y afecta fundamentalmente a la zona de montaña de las sierras Segundera y Cabrera.
Aquí se conserva la morfología de los glaciares que durante el Cuaternario dejaron su huella, como puede verse en la cuenca del lago de Sanabria y parte del río Tera: lagunas, valles, espectaculares bloques de granito…
En este espacio protegido se conserva el mayor conjunto de lagunas de origen glaciar de España. En el altiplano del parque se cuentan hasta 35, situadas a unos 1.600 metros de altitud. Todas ellas se caracterizan por la pureza de sus aguas y por la fauna y flora específicas que tienen allí su hábitat.
La gran diversidad botánica del Parque Natural se demuestra por el hecho de agrupar hasta más de 1.500 especies vegetales, algunas de las cuales son únicas en la península. Ello es posible gracias a que se encuentra en un punto límite entre el clima atlántico y el mediterráneo. El bosque dominante es el robledal, pero también es abundante el serval, los acebos, tejos, abedules y castaños. La Casa del Parque está situada en San Martín de Castañeda, en los restos de un antiguo monasterio románico, y en Rabanillo en el Monte Gándara.
Una gran masa de agua se abrió camino hacia el océano
Cuentan los geólogos que hace muchos miles de años la meseta era un mar interior, que basculó hacia el Oeste e hizo que esa masa de agua se abriera camino hacia el océano. Fue así como el Duero se encajonó en profundos cañones que hoy configuran el bellísimo espacio natural de los Arribes del Duero.
El Parque Natural de Arribes del Duero se caracteriza por el profundo cañón abierto por el río, con paredes que llegan a sobrepasar los 200 metros de altura. A lo largo de ochenta kilómetros (cincuenta compartidos con la frontera portuguesa), el cauce desciende rápidamente de altitud. De hecho, al recibir las aguas del Esla, el lecho del Duero discurre en los 580 metros sobre el nivel del mar para, al final de su recorrido en la provincia, situarse en poco más de los 320 metros.
Esta espectacular geografía modelada por el agua permite que a lo largo de los Arribes se sitúen distintas escalas biológicas, propiciadas por las diferencias climáticas entre las cimas del cañón y las profundas laderas. En sus barrancos, a veces en terrazas escalonadas, florecen viñas, olivos, madroños y enebros, mientras en los puntos inaccesibles de las paredes anidan águilas, buitres, alimoches y cigüeñas negras.
Un paraíso del turismo de naturaleza
Charcas, lagunas, altiplanos, campos arcillosos y moles graníticas. La provincia de Zamora es una paleta de colores que no se agota en una sola visita, una ruta sin fin para el aficionado al senderismo o, en general, al llamado turismo de naturaleza.
.. NAZARIO MATOS..