TIERRA DE CAMPOS Y DEL PAN Y DEL VINO;; PÀGINA Nº 3La provincia de Zamora cuenta con una gran variedad de paisajes gracias a la diversidad de sus territorios. En breves desplazamientos podemos admirar espacios protegidos de características dispares: en el noroeste, un sistema de lagos de origen glacial, con el Lago de Sanabria a la cabeza; en el Oeste, una reserva de media montaña -La Sierra de la Culebra- con la población de lobos más densa de la Península; un profundo y larguísimo cañón esculpido por un río en una masa granítica como son los Arribes del Duero, en el suroeste y, por último, un conjunto de charcas y lagunas en mitad de la estepa de Tierra de Campos: las lagunas de Villafáfila, donde hibernan decenas de miles de aves.
Esta variada oferta de naturaleza se complementa con una buena red de alojamientos de turismo rural, muchos de los cuales, además, ofrecen actividades al aire libre para conocer tradiciones todavía vivas, además de realizar paseos a caballo, deportes acuáticos en embalses o excursiones para conocer construcciones de arquitectura popular como palomares, molinos o corrales para el ganado.
La Sierra de la Culebra. Este Espacio Natural de 67.340 hectáreas protegidas tiene su principal valor en la gran población de lobos que alberga (la más alta de toda España), aunque también es muy relevante la población de ciervos y corzos. Para escuchar la berrea de los ciervos es preciso acercarse a la reserva los últimos días de septiembre y principios de octubre.
La Sierra de la Culebra tiene su continuación orográfica y faunística en el portugués Parque Natural de Montesinhos y sus pequeñas elevaciones se sitúan entre los 800 y los 1.200 metros de altura. El pino de repoblación es el dominante en la sierra, aunque las masas forestales autóctonas de roble, melojo y castaño son también importantes. En los montes de matorral, el brezo y la jara son las plantas más comunes.
El descanso de las aves viajeras
Zamora es el mayor espectáculo de la naturaleza. Cielos rojos al amanecer y a la caída de sol dominados por la silueta alada de miles de aves en formación. Las autopistas del cielo se llenan de bandadas de gansos, grullas y otras anátidas que descansan en las lagunas de Villafáfila.
Protegidas como Reserva Natural, las Lagunas de Villafáfila se extienden a lo largo de 33.000 hectáreas y ofrecen buen número de tesoros al aficionado a la ornitología, como la enorme concentración de avutardas, con el 10 por ciento de la población mundial de esta ave singular. Además, en el complejo lagunar pasan el invierno miles de ánsares (gansos europeos). Dependiendo de las lluvias, llegan a concentrase entre 10.000 y 25.000 ejemplares, a los que se añaden otros 5.000 de distintas especies de patos, Garzas, grullas y otras aves se suman a las anteriores hasta alcanzar más de un centenar de variedades.
El complejo lagunar está formado por innumerables charcas. Las tres principales son las de la Laguna Grande (en Villafáfila), la Laguna de Barillos (en el municipio de Revellinos) y la laguna Salina (en el término de Villarrín de Campos).
Para realizar una visita se recomienda acudir a la Casa del Parque. Los mejores meses para la observación son de noviembre a febrero. El atardecer y el amanecer son los momentos idóneos para 'espiar' el movimiento de las aves.
Los grandes lagos
Los embalses son los grandes lagos artificiales que forman parte de al orografía zamorana. En sus profundidades guardan la memoria de poblaciones que desaparecieron en beneficio del bienestar del territorio. Hoy su caudal proporciona energía eléctrica a la sociedad y en sus orillas, integradas en el paisaje con pequeñas playas y muelles, se disfruta del baño y de los deportes fluviales.
La peculiar geografía de ríos encajados ha propiciado la existencia de gran número de embalses en la mitad occidental de la provincia: hasta 15 presas de producción hidroeléctrica encontramos en el Oeste zamorano. La más impresionante, la de La Almendra, compartida en el sur con la provincia de Salamanca.,, NAZARIO MATOS..
Esta variada oferta de naturaleza se complementa con una buena red de alojamientos de turismo rural, muchos de los cuales, además, ofrecen actividades al aire libre para conocer tradiciones todavía vivas, además de realizar paseos a caballo, deportes acuáticos en embalses o excursiones para conocer construcciones de arquitectura popular como palomares, molinos o corrales para el ganado.
La Sierra de la Culebra. Este Espacio Natural de 67.340 hectáreas protegidas tiene su principal valor en la gran población de lobos que alberga (la más alta de toda España), aunque también es muy relevante la población de ciervos y corzos. Para escuchar la berrea de los ciervos es preciso acercarse a la reserva los últimos días de septiembre y principios de octubre.
La Sierra de la Culebra tiene su continuación orográfica y faunística en el portugués Parque Natural de Montesinhos y sus pequeñas elevaciones se sitúan entre los 800 y los 1.200 metros de altura. El pino de repoblación es el dominante en la sierra, aunque las masas forestales autóctonas de roble, melojo y castaño son también importantes. En los montes de matorral, el brezo y la jara son las plantas más comunes.
El descanso de las aves viajeras
Zamora es el mayor espectáculo de la naturaleza. Cielos rojos al amanecer y a la caída de sol dominados por la silueta alada de miles de aves en formación. Las autopistas del cielo se llenan de bandadas de gansos, grullas y otras anátidas que descansan en las lagunas de Villafáfila.
Protegidas como Reserva Natural, las Lagunas de Villafáfila se extienden a lo largo de 33.000 hectáreas y ofrecen buen número de tesoros al aficionado a la ornitología, como la enorme concentración de avutardas, con el 10 por ciento de la población mundial de esta ave singular. Además, en el complejo lagunar pasan el invierno miles de ánsares (gansos europeos). Dependiendo de las lluvias, llegan a concentrase entre 10.000 y 25.000 ejemplares, a los que se añaden otros 5.000 de distintas especies de patos, Garzas, grullas y otras aves se suman a las anteriores hasta alcanzar más de un centenar de variedades.
El complejo lagunar está formado por innumerables charcas. Las tres principales son las de la Laguna Grande (en Villafáfila), la Laguna de Barillos (en el municipio de Revellinos) y la laguna Salina (en el término de Villarrín de Campos).
Para realizar una visita se recomienda acudir a la Casa del Parque. Los mejores meses para la observación son de noviembre a febrero. El atardecer y el amanecer son los momentos idóneos para 'espiar' el movimiento de las aves.
Los grandes lagos
Los embalses son los grandes lagos artificiales que forman parte de al orografía zamorana. En sus profundidades guardan la memoria de poblaciones que desaparecieron en beneficio del bienestar del territorio. Hoy su caudal proporciona energía eléctrica a la sociedad y en sus orillas, integradas en el paisaje con pequeñas playas y muelles, se disfruta del baño y de los deportes fluviales.
La peculiar geografía de ríos encajados ha propiciado la existencia de gran número de embalses en la mitad occidental de la provincia: hasta 15 presas de producción hidroeléctrica encontramos en el Oeste zamorano. La más impresionante, la de La Almendra, compartida en el sur con la provincia de Salamanca.,, NAZARIO MATOS..