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CASTROVERDE DE CAMPOS: LA TOZUDA FRONTERA DE LOS 120:::...

LA TOZUDA FRONTERA DE LOS 120:::
PÀGINA Nº 4
MUJERES DE RÉCORD
Jeanne Calment
Con 122 años, esta francesa fallecida en 1997 se considera el récord absoluto de longevidad. Tuvo que vivir buena parte de sus días sin ningún pariente cercano: su marido murió en 1942, con 74 años; su hija había fallecido ocho años antes, con solo 36, y su único nieto perdió la vida en un accidente de moto en 1963, cuando a Jeanne todavía le quedaban por delante 34 años. Todos los días fumaba un cigarrillo, bebía un vasito de oporto y comía algo de chocolate. Entre los hombres, el más longevo que se ha verificado fue el japonés Jiroemon Kimura, que vivió 116 años.

Kane Tanaka
Con 118 años, esta japonesa de Fukuoka es actualmente (y desde hace dos años) la persona viva de más edad. En su último cumpleaños, el 2 de enero, declaró su propósito de alcanzar con salud y alegría los 120.

La tozuda frontera de los 120
El incremento de la esperanza de vida es uno de los datos estadísticos más fascinantes y reconfortantes que existen. Durante buena parte de la historia, se mantuvo más o menos estable, hasta el punto de que ningún país había rebasado el listón de los 40 a principios del siglo XIX. Pero el siglo XX revolucionó esta variable gracias a la reducción de la mortalidad infantil y a otras mejoras que extendieron la vida, como los avances farmacológicos y médicos o el acceso a la sanidad. Hace setenta años, se había abierto un abismo entre los países más desarrollados y lo que entonces se llamaba Tercer Mundo (o, por citar casos concretos, entre los 72 años de Noruega y los 26 de Mali), unas diferencias que hoy se van reduciendo poco a poco pero todavía persisten: los ciudadanos de las zonas más ricas podemos aspirar a vivir más de 80 años, mientras que buena parte de África aún no llega a los 60. Y, aunque la esperanza de vida continúa aumentando, un estudio publicado en 'The Lancet' ha pronosticado un incremento de 4,4 años para 2040, muy alejado de las previsiones más optimistas.

Sin embargo, frente a este avance de la esperanza de vida, que no deja de ser una abstracción colectiva, hay otro dato que se resiste con cierta tozudez a mejorar: el de la duración máxima de la vida humana. De las personas cuya edad se ha podido verificar, el récord absoluto lo sigue teniendo la francesa Jeanne Calment, que vivió 122 años y 164 días. Y no deja de ser una anomalía, tan llamativa que su validez ha sido discutida: Calment falleció en 1997 y, en este cuarto de siglo, nadie ha logrado siquiera superar la barrera de los 120 años. Lo de ser la persona más anciana del mundo es un honor del que se disfruta poco tiempo: desde la muerte de Calment, han pasado por ese trono 34 personas y la mayoría han fallecido obstinadamente entre los 114 y los 116. Solo cinco han sobrevivido más de un año a partir de su proclamación.. NAZARIO MATOS.