TIERRAS DE CAMPOS - CASTILLA Y LEÒN::
ALFONSO X EL SABIO: VIII CENTENARIO DE SU NACIMIENTO Y SU HUELLA EN VALLADOLID. PÁGINA Nº 2
Entrada nueva en Valladolid, la mirada curiosa ALFONSO X EL SABIO: VIII CENTENARIO DE SU NACIMIENTO Y SU HUELLA EN VALLADOLIDpor jesusantaAlfo nso X llamado el Sabio, nació en Toledo el 23 de noviembre de 1221 y falleció en Sevilla el 4 de abril de 1284. Pero con la excepción de Felipe II, acaso fue el monarca de toda la historia de España que más relación tuvo con Valladolid a lo largo de su vida teniendo en cuenta su presencia personal, la actividad de su esposa doña Violante, la prole de ambos, y las reales disposiciones que tanto favorecieron a la villa de las Esguevas. Este año 2021, por tanto, se celebra el VIII centenario de su nacimiento. Es un buen pretexto para dar unas pinceladas sobre la relación de Alfonso X con Valladolid, y ya que se conmemora su nacimiento, pasearnos por los lugares de su infancia en los municipios en los que transcurrió. Alfonso era hijo de Fernando III de Castilla, conocido como el Santo, y Beatriz de Suabia, hija de Federico II de Alemania. Sería el futuro Alfonso X, llamado el Sabio, rey de Castilla y León por herencia de su padre.
Doña Berenguela y Fernando III, aclamados en Valladolid. Para entender el reinado de Alfonso X (llamado Alonso en algunos textos antiguos) es menester detenerse, aunque sea brevemente, en los avatares de doña Berenguela, esposa de Alfonso IX rey de León, madre de Fernando III y abuela de Alfonso X. Esta mujer era, ni más ni menos, sobrina de Ricardo Corazón de León, prima de Enrique III de Inglaterra y tía de Luis IX de Francia (san Luis). Una mujer que con discreción pero con firmeza acompañó siempre a su hijo Fernando y de la que su nieto Alfonso guardaba un gratísimo recuerdo, como así se manifiesta al poner el nombre de Berenguela a su hija primogénita nacida del matrimonio con doña Violante. Doña Berenguela se casó en Valladolid en 1197 con Alfonso IX, rey de León, con el que tenía consanguinidad. En principio, el papa Celestino III no se opuso, acaso porque aquel matrimonio contribuiría a asentar la paz entre los príncipes cristianos. Pero Inocencio III, sucesor de Celestino, manifestó su oposición a aquel matrimonio y exigió que se disolviera amenazando con ex comulgarles. Es el caso que el matrimonio terminó por disolverse, aunque los cinco hijos que ya habían nacido de su relación se aceptaron como legítimos. En la controversia sobre quién debería heredar la corona de Castilla, doña Berenguela, refugiada desde 1215 en Autillo de Campos, Palencia, para protegerse de sus adversarios, en junio de 1217 consiguió que los concejos de la Extremadura del Duero la reconocieran como legítima heredera y reina de Castilla con el ruego de que el reino le fuera entregado a su hijo Fernando. E inmediatamente se trasladó a Valladolid para proceder a la coronación oficial de su hijo.
Aquel episodio lo relata así Antonio Ballesteros Bereta, acaso el mejor biógrafo de Alfonso X según el catedrático de Historia Medieval Julio Valdeón:“A fines de junio de 1217 afluyen a Valladolid los nobles de todo el reino (…) que acudían al llamamiento de la reina. Confianza tenía Berenguela en Valladolid, villa de sus arras, y por esta razón la había escogido como escenario de uno de los hechos más trascendentales de su vida… el viernes 30 de junio la urbe rebosaba de forasteros. Llenas estaban las casas y posadas de huéspedes que hasta muy entrada la noche recorrían las calles iluminadas con antorchas, que en su júbilo fosforescente anunciaban la gran novedad del día siguiente. Llegó por fin el ansiado día 1 de julio y, congregados nobles, eclesiásticos y procuradores en el alcázar, pronto se advirtió que la mansión regia no podía albergar tanta gente. Cual en adivinación del deseo popular, trasladó el séquito cortesano y los representantes de las ciudades fuera del recinto de las murallas, extra portan Vallisoletano como dice el Toledano, en un lugar amplio donde cuenta la tradición que había mercado. Allí reunida la multitud, Berenguela cedió sus derechos al trono de Castilla a su hijo Fernando, sublimado de este modo, por la generosidad y talento de la madre, a la suprema dignidad... NAZARIO MATOS..
ALFONSO X EL SABIO: VIII CENTENARIO DE SU NACIMIENTO Y SU HUELLA EN VALLADOLID. PÁGINA Nº 2
Entrada nueva en Valladolid, la mirada curiosa ALFONSO X EL SABIO: VIII CENTENARIO DE SU NACIMIENTO Y SU HUELLA EN VALLADOLIDpor jesusantaAlfo nso X llamado el Sabio, nació en Toledo el 23 de noviembre de 1221 y falleció en Sevilla el 4 de abril de 1284. Pero con la excepción de Felipe II, acaso fue el monarca de toda la historia de España que más relación tuvo con Valladolid a lo largo de su vida teniendo en cuenta su presencia personal, la actividad de su esposa doña Violante, la prole de ambos, y las reales disposiciones que tanto favorecieron a la villa de las Esguevas. Este año 2021, por tanto, se celebra el VIII centenario de su nacimiento. Es un buen pretexto para dar unas pinceladas sobre la relación de Alfonso X con Valladolid, y ya que se conmemora su nacimiento, pasearnos por los lugares de su infancia en los municipios en los que transcurrió. Alfonso era hijo de Fernando III de Castilla, conocido como el Santo, y Beatriz de Suabia, hija de Federico II de Alemania. Sería el futuro Alfonso X, llamado el Sabio, rey de Castilla y León por herencia de su padre.
Doña Berenguela y Fernando III, aclamados en Valladolid. Para entender el reinado de Alfonso X (llamado Alonso en algunos textos antiguos) es menester detenerse, aunque sea brevemente, en los avatares de doña Berenguela, esposa de Alfonso IX rey de León, madre de Fernando III y abuela de Alfonso X. Esta mujer era, ni más ni menos, sobrina de Ricardo Corazón de León, prima de Enrique III de Inglaterra y tía de Luis IX de Francia (san Luis). Una mujer que con discreción pero con firmeza acompañó siempre a su hijo Fernando y de la que su nieto Alfonso guardaba un gratísimo recuerdo, como así se manifiesta al poner el nombre de Berenguela a su hija primogénita nacida del matrimonio con doña Violante. Doña Berenguela se casó en Valladolid en 1197 con Alfonso IX, rey de León, con el que tenía consanguinidad. En principio, el papa Celestino III no se opuso, acaso porque aquel matrimonio contribuiría a asentar la paz entre los príncipes cristianos. Pero Inocencio III, sucesor de Celestino, manifestó su oposición a aquel matrimonio y exigió que se disolviera amenazando con ex comulgarles. Es el caso que el matrimonio terminó por disolverse, aunque los cinco hijos que ya habían nacido de su relación se aceptaron como legítimos. En la controversia sobre quién debería heredar la corona de Castilla, doña Berenguela, refugiada desde 1215 en Autillo de Campos, Palencia, para protegerse de sus adversarios, en junio de 1217 consiguió que los concejos de la Extremadura del Duero la reconocieran como legítima heredera y reina de Castilla con el ruego de que el reino le fuera entregado a su hijo Fernando. E inmediatamente se trasladó a Valladolid para proceder a la coronación oficial de su hijo.
Aquel episodio lo relata así Antonio Ballesteros Bereta, acaso el mejor biógrafo de Alfonso X según el catedrático de Historia Medieval Julio Valdeón:“A fines de junio de 1217 afluyen a Valladolid los nobles de todo el reino (…) que acudían al llamamiento de la reina. Confianza tenía Berenguela en Valladolid, villa de sus arras, y por esta razón la había escogido como escenario de uno de los hechos más trascendentales de su vida… el viernes 30 de junio la urbe rebosaba de forasteros. Llenas estaban las casas y posadas de huéspedes que hasta muy entrada la noche recorrían las calles iluminadas con antorchas, que en su júbilo fosforescente anunciaban la gran novedad del día siguiente. Llegó por fin el ansiado día 1 de julio y, congregados nobles, eclesiásticos y procuradores en el alcázar, pronto se advirtió que la mansión regia no podía albergar tanta gente. Cual en adivinación del deseo popular, trasladó el séquito cortesano y los representantes de las ciudades fuera del recinto de las murallas, extra portan Vallisoletano como dice el Toledano, en un lugar amplio donde cuenta la tradición que había mercado. Allí reunida la multitud, Berenguela cedió sus derechos al trono de Castilla a su hijo Fernando, sublimado de este modo, por la generosidad y talento de la madre, a la suprema dignidad... NAZARIO MATOS..