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CASTROVERDE DE CAMPOS: TIERRA DE CAMPOS:: PÀGINA Nº 6...

TIERRA DE CAMPOS:: PÀGINA Nº 6

ZAMORA toma asiento en una meseta elevada, sobre y a lo largo del DUERO. Río que a su paso por la ciudad es generoso, en cuanto a su cauce y mosquitos ribereños. La cercanía del agua asegura el abastecimiento de la misma a la población y su uso para el cultivo. ZAMORA es una ciudad protegida y abastecida por el DUERO. Río que primero o no se cruzaba o se hacía a nado o como se pudiera, después se construyó el puente de Piedra, el de Hierro y el del Ferrocarril. Construcciones las tres relacionadas con la actividad económica y los cambios urbanos que vivió la ciudad en el momento en que se pusieron en pie. El puente de Hierro se funde con la avenida de Portugal, en el número 28 de la misma se encuentra el Asador Casa Mariano, lo mejor que se puede visitar cuando es la hora de comerComida sin florituras modernistas, sin paripés.
El puente de Piedra cruza el DUERO y muestra cómo fue la historia. Desde la luz del mismo se alcanzan a ver las aceras de Olivares en la orilla norte del río y a los pies del recinto catedralicio. Molinos harineros situados en el cauce del río desde el siglo X que usaban la fuerza del agua para moler el grano. El CEREAL era la gran divisa ZAMORANA, después se sumó el TEXTIL y la ALFARERÍA, que derivó en la fabricación de LOZA, TEJA Y/O  LADRILLO. Estos centros de producción se asentaron en barrios periféricos, como OLIVARRES Y PINILLA. Mercancías y comerciantes entraban a la ciudad por la comercial y empinada calle de Balborraz y que daba acceso a la plaza Mayor. El mercado de antes. Eso fue así hasta que las murallas más que defender se convirtieron en un incordio urbanístico y apareció la burguesía. Ricos de los que desconfiaban los nobles y el alto clero porque su patrimonio era fruto de su trabajo. Negocios vinculados a las harineras y el ferrocarril, principalmente. Sectores que generaron empleo y transformaron la ciudad a través de la inversión de la riqueza que generaron entre la última década del siglo XIX y los años treinta del siglo XX las principales familias industriales.
Estas dinastías, así como políticos, comerciantes y profesionales liberales compartieron el gusto de mudarse a residencias eclécticas, historicistas y modernistas ideadas por los arquitectos ya mencionados. La casa Rueda, por ejemplo, construida por Gregorio Pérez Arribas, es una de las construcciones más visitadas. El objetivo de los curiosos es contemplar el colorista portal y la farola interior que ilumina el interior. Un espacio iluminado por la luz que se filtra por una vidriera enrejada a la que uno se acerca subiendo una escalera con balaustrada de hierro forjado. De ahí voy al Casino o El Círculo, como le llaman en ZAMORA. Un edificio en el que sobre todo antes se reunían la crema zamorana a charlar de sus cosas y a fumar.
De ese pasado queda una fachada efectista, en la que en la primera planta hay un balcón que ocupa todo el ancho de la misma y sus cuatro columnas están decoradas con ménsulas y tiras de azulejos. Una obra con evocaciones modernistas firmada por Miguel Mathet y Coloma. El Casino, que durante mucho tiempo estuvo cerrado, hoy vuelve a estar abierto. Lo que no ocurre con la casa de Valentín Guerra, de Gregorio Pérez Arribas, que fue sede del Banco de España y de la Caja Duero. Es un edificio que ha cambiado tanto de dueños como su aspecto. Antes tenía dos plantas, ahora son tres. En su origen el edificio giraba en torno al patio central que había en el interior del mismo. De ese patio hoy nadie se acuerda.,, NAZARIO MATOS..