TIERRA DE CASTILLA Y LEÒN Y SUS LECHAZOS Y VINOS -PÁGINA Nº 6Top ten de asadores de lechazoGrandes asadores de Valladolid1. El Figón de Recoletos (Valladolid). El Figón está situado en la que, para mí, es la calle más bonita y noble de Valladolid, la “acera Recoletos”. Llena de preciosos edificios burgueses, con sus columnas de colosos y “filigranas” estilo Liberty, es una maravilla pasear por ella en sus días de sol. Sobre todo por tener el Campo Grande, el parque romántico repleto de pavos reales con el que cuenta “Pucela”, al otro lado del bulevar. Pero a lo que íbamos, que hoy el turismo que vamos a hacer es el de cuchillo y tenedor. El Figón es uno de los asadores con más prestigio de la ciudad. Tradición pura que se traduce en un horno de barro alimentado con leña de encina y en la forma clásica de elaborar su lechazo: solo con agua y sal, y el mejor producto. Nunca fallan, así que si tu visita te ha hecho parar en la ciudad, lo tienes a un paso de la estación del AVE. No hay excusa.
2. Asados Alonso (Peñafiel). Se han hecho nombre a base del boca a boca y de su formalidad. En una localidad como Peñafiel, turística por los cuatro costados, no aceptan comensales sin “cita previa”, siempre están llenos y hay que reservar con tiempo y cumplir con el horario previsto. Ellos se comprometen, a cambio, a ofrecerte el lechazo en su punto perfecto. Y nunca fallan. Al frente encontramos a Carlos a cargo del horno y a su mujer, Yolanda, en sala. Carlos asa “a la manera del Alonso” los lechazos. Ese “a su manera” pasa por hacerlo en su horno de adobe, alimentado, en vez de con encina, con pino albar y en no usar agua en el asado. Mantiene la tradición castellana de no quitar la “tela” a los cuartos, añadiendo en este momento solo sal fina. En lo que sí utiliza una técnica diferente es al no “precalentar” el horno. Introduce la cazuela de barro con el lechazo en el horno en frío y allí lo asa, despacito, durante unas dos horas. Después, da vuelta a la pieza, situando la «tela» hacia arriba, momento en que la pinta con manteca de cerdo, para churruscar la piel, manteniéndolo otras dos horas. Un asado lento, diferente, que ha hecho a este local un auténtico lugar de peregrinaje.
Un lechazo irresistible el de © Asados Alonso (Valladolid).3. Mannix (Campaspero). Entre Peñafiel y Cuéllar, en plena Comarca de La Churrería, encontramos otro de los grandes templos del lechazo, quizá el más señalado y elogiado por los “expertos” en asadores. En este pueblo famoso por su roca caliza, presente en multitud de edificios de la zona, llevan cinco generaciones asando lechazo de oveja, claro está, churra. Tienen tres hornos y lo asan a la manera tradicional, en leña de encina, con su “tela” primero boca arriba y luego boca abajo, consiguiendo cuartos bien churruscados por fuera y asombrosamente tiernos y sabrosos por dentro. Los mejores lechazos de Segovia4. Maribel (Sacramenia). Este precioso pueblecito, perteneciente a Sepúlveda pero a muy pocos kilómetros de Peñafiel (es el último pueblo de la provincia de Segovia), pugna con Campaspero por contar con el mejor lechazo asado de Castilla. Y es que, en las “encarnizadas” luchas de los amantes del lechazo, o eres de Campaspero o eres de Sacramenia. No hay medias tintas. Sea como fuere, y yo me resisto a escoger, el lechazo de Maribel es excepcional. Cuentan con 4 hornos de asar y tienen la ventaja de tratar directamente con los pastores de ovejas churras de la zona, ya que son carnicería. Esta carnicería-asador (binomio muy habitual en la zona) es famosa además, por su chorizo casero, que venden solo por encargo. 5. Figón de Tinín (Sepúlveda). Nos encontramos en uno de los asadores castellanos más antiguos. Fundado en 1850 como Figón Zute el Mayor, todo el mundo lo conocía como “el de Tinín”, por lo que al final terminaron cambiándose el nombre. Es el asador más prestigioso de Sepúlveda, gracias a la ortodoxia en su forma de asar (solo el lechazo con su tela, agua y sal en horno de adobe) y en la calidad de su materia prima: lechales de la oveja churra de la zona (Sepúlveda, las Hoces del Duratón y la Pedriza), alimentada con los pastos cercanos.,, NAZARIO MATOS..
2. Asados Alonso (Peñafiel). Se han hecho nombre a base del boca a boca y de su formalidad. En una localidad como Peñafiel, turística por los cuatro costados, no aceptan comensales sin “cita previa”, siempre están llenos y hay que reservar con tiempo y cumplir con el horario previsto. Ellos se comprometen, a cambio, a ofrecerte el lechazo en su punto perfecto. Y nunca fallan. Al frente encontramos a Carlos a cargo del horno y a su mujer, Yolanda, en sala. Carlos asa “a la manera del Alonso” los lechazos. Ese “a su manera” pasa por hacerlo en su horno de adobe, alimentado, en vez de con encina, con pino albar y en no usar agua en el asado. Mantiene la tradición castellana de no quitar la “tela” a los cuartos, añadiendo en este momento solo sal fina. En lo que sí utiliza una técnica diferente es al no “precalentar” el horno. Introduce la cazuela de barro con el lechazo en el horno en frío y allí lo asa, despacito, durante unas dos horas. Después, da vuelta a la pieza, situando la «tela» hacia arriba, momento en que la pinta con manteca de cerdo, para churruscar la piel, manteniéndolo otras dos horas. Un asado lento, diferente, que ha hecho a este local un auténtico lugar de peregrinaje.
Un lechazo irresistible el de © Asados Alonso (Valladolid).3. Mannix (Campaspero). Entre Peñafiel y Cuéllar, en plena Comarca de La Churrería, encontramos otro de los grandes templos del lechazo, quizá el más señalado y elogiado por los “expertos” en asadores. En este pueblo famoso por su roca caliza, presente en multitud de edificios de la zona, llevan cinco generaciones asando lechazo de oveja, claro está, churra. Tienen tres hornos y lo asan a la manera tradicional, en leña de encina, con su “tela” primero boca arriba y luego boca abajo, consiguiendo cuartos bien churruscados por fuera y asombrosamente tiernos y sabrosos por dentro. Los mejores lechazos de Segovia4. Maribel (Sacramenia). Este precioso pueblecito, perteneciente a Sepúlveda pero a muy pocos kilómetros de Peñafiel (es el último pueblo de la provincia de Segovia), pugna con Campaspero por contar con el mejor lechazo asado de Castilla. Y es que, en las “encarnizadas” luchas de los amantes del lechazo, o eres de Campaspero o eres de Sacramenia. No hay medias tintas. Sea como fuere, y yo me resisto a escoger, el lechazo de Maribel es excepcional. Cuentan con 4 hornos de asar y tienen la ventaja de tratar directamente con los pastores de ovejas churras de la zona, ya que son carnicería. Esta carnicería-asador (binomio muy habitual en la zona) es famosa además, por su chorizo casero, que venden solo por encargo. 5. Figón de Tinín (Sepúlveda). Nos encontramos en uno de los asadores castellanos más antiguos. Fundado en 1850 como Figón Zute el Mayor, todo el mundo lo conocía como “el de Tinín”, por lo que al final terminaron cambiándose el nombre. Es el asador más prestigioso de Sepúlveda, gracias a la ortodoxia en su forma de asar (solo el lechazo con su tela, agua y sal en horno de adobe) y en la calidad de su materia prima: lechales de la oveja churra de la zona (Sepúlveda, las Hoces del Duratón y la Pedriza), alimentada con los pastos cercanos.,, NAZARIO MATOS..