TIERRAS DE ESPAÑA:: PÁGINA Nº 5-
Hay que encontrar el equilibrio para la utilización de la tecnología. “Luego vendrá la utilización racional y el uso eficiente de herbicidas, insecticidas y fungicidas que va a implicar, por supuesto, la innovación, la agricultura de precisión, la digitalización… Eso nos permitirá hacer más con menos, pero no hay que engañarse con que esto se puede hacer sin productos químicos. Es una entelequia que ahora no existe. El menor impacto medioambiental no está unido a su origen (natural o de síntesis) sino a las características del producto. Para mí eso es fundamental porque realmente así es como avanzan las políticas, no enfrentando Agricultura de Conservación frente a la agricultura ecológica o la agricultura integrada…. Hay que abordarlo de una manera holística”, sentencia. Además, añade, todos los productos fitosanitarios están evaluados y regulados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y por los ministerios de Sanidad, Medio Ambiente, Trabajo y Agricultura.
La realidad es que hoy día en la Agricultura de Conservación es imprescindible el uso de fitosanitarios. “Gracias al desarrollo del I+D se han conseguido soluciones muy respetuosas, más eficaces, a un coste imbatible, por ejemplo el glifosato. Un producto de amplio espectro que controla las malas hierbas a un precio muy barato, con un solo compuesto, que funciona haga frío o calor y, además, las elimina de raíz… De hecho, en el estudio de PwC los agricultores reconocen que sin esta herramienta realmente no sabrían cómo llevar a cabo la Agricultura de Conservación y un 30% directamente la abandonaría. Todo el avance que hemos conseguido se vendría abajo sin las herramientas correspondientes. Es otra de las partes importantes cuando hablábamos de las políticas y la regulación, que deben acompañar a la innovación en este caso a la Agricultura de Conservación y no ponerle trabas”.,, NAZARIO MATOS..
Hay que encontrar el equilibrio para la utilización de la tecnología. “Luego vendrá la utilización racional y el uso eficiente de herbicidas, insecticidas y fungicidas que va a implicar, por supuesto, la innovación, la agricultura de precisión, la digitalización… Eso nos permitirá hacer más con menos, pero no hay que engañarse con que esto se puede hacer sin productos químicos. Es una entelequia que ahora no existe. El menor impacto medioambiental no está unido a su origen (natural o de síntesis) sino a las características del producto. Para mí eso es fundamental porque realmente así es como avanzan las políticas, no enfrentando Agricultura de Conservación frente a la agricultura ecológica o la agricultura integrada…. Hay que abordarlo de una manera holística”, sentencia. Además, añade, todos los productos fitosanitarios están evaluados y regulados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y por los ministerios de Sanidad, Medio Ambiente, Trabajo y Agricultura.
La realidad es que hoy día en la Agricultura de Conservación es imprescindible el uso de fitosanitarios. “Gracias al desarrollo del I+D se han conseguido soluciones muy respetuosas, más eficaces, a un coste imbatible, por ejemplo el glifosato. Un producto de amplio espectro que controla las malas hierbas a un precio muy barato, con un solo compuesto, que funciona haga frío o calor y, además, las elimina de raíz… De hecho, en el estudio de PwC los agricultores reconocen que sin esta herramienta realmente no sabrían cómo llevar a cabo la Agricultura de Conservación y un 30% directamente la abandonaría. Todo el avance que hemos conseguido se vendría abajo sin las herramientas correspondientes. Es otra de las partes importantes cuando hablábamos de las políticas y la regulación, que deben acompañar a la innovación en este caso a la Agricultura de Conservación y no ponerle trabas”.,, NAZARIO MATOS..