ZÚRICHCómo vivir el invierno y la Navidad en la ciudad más chic de Europa:: PÁGINA Nº 3. Iluminación de Navidad clásica en Rennweg, una zona peatonal en el centro de Zúrich - Mattias Nutt / Zürich TourismusEl encanto de ZúrichEn el caso de que te decantes por pasear a través de las viejas calles de Zúrich, algunas de ellas empinadas pero con mucho encanto, puedes acceder a Lindenhof, el tranquilo corazón de la ciudad vieja, todo un oasis de paz a la sombra de los tilos, donde estuvo la primera aduana de la romana Turicum hacia el año 15 a. C. cuando el río Limmat era navegable hasta el Rin. Su mirador ofrece la bella estampa postal de Zúrich con sus cuatro templos emblemáticos: la iglesia de San Pedro (St. Peter Kirche, siglo XIII), cuyo reloj tiene la esfera más grande de Europa (8,64 metros de diámetro); la iglesia Fraumünster, con sus famosas vidrieras creadas por Marc Chagall; el Grossmünster, símbolo del Zúrich de la Reforma con sus dos torres gemelas (desde la torre sur hay también una gran vista del otro lado del río) y la Iglesia del Agua ('Wasserkirche'), edificada sobre el mismo Limmat, escenario según la leyenda de la decapitación de los santos patrones de la ciudad (Félix y Régula). Hotel Noël, un alojamiento original
El lago y los dominios de esquíZúrich propone también una variada y amplia oferta de alojamiento, aunque este año, por primera vez, la Navidad puede disfrutarse de una manera especial en el singular hotel pop-up Noël hasta el 26 de diciembre. Se trata de una experiencia que puede vivirse en diez hoteles de la ciudad alojándose en una decena de habitaciones que han sido diseñadas por diez artistas locales, entre los que figuran diseñadores gráficos, galeristas, músicos, fotógrafos, artistas especializados en videos y 'performances', escultores o pintores que plasman desde cuadros pequeños hasta pinturas murales de 300 metros cuadrados. El objetivo es que los huéspedes se sientan inclinados a explorar, sumergirse y permanecer en nuevos mundos creativos. Tampoco se puede olvidar la estrecha relación de la ciudad con el Zürichsee, su popular lago con forma de plátano que enlaza los cantones de Zúrich, San Gall y Schwyz, siempre con el horizonte de los Alpes y sus nevadas cumbres, una panorámica que fascinó a escritores y pensadores tan dispares como Goethe, Mann, Brecht o Einstein. Zúrich puede presumir también de ser un destino perfecto para los amantes del invierno con diez dominios de esquí a menos de 90 minutos que invitan a los visitantes a disfrutar del trineo, el patinaje sobre hielo, el 'tobogganing', además del propio esquí en sus pistas, mientras que en la ciudad sobresale una gran apuesta gastronómica y de actividades culturales de primer nivel con 100 galerías y 50 museos importantes encabezados por el Kunsthaus. Al final siempre podrás terminar la jornada deleitándote con el mejor chocolate caliente o un delicioso café acompañado de unas trufas o 'macarons' en 'Springli' (Paradeplatz) junto a los propios zuriqueses. Otra experiencia singular para disfrutar de la recta final del año en este destino de dos mil años de historia, con plazoletas, palacios, puentes, casas gremiales, fuentes, tiendas de antigüedades, cafés, restaurantes… y mucha, mucha vida en sus calles y callejuelas. Zúrich: la ciudad donde cada día de diciembre parece un cuento de Navidad,, NAZARIO MATOS..
El lago y los dominios de esquíZúrich propone también una variada y amplia oferta de alojamiento, aunque este año, por primera vez, la Navidad puede disfrutarse de una manera especial en el singular hotel pop-up Noël hasta el 26 de diciembre. Se trata de una experiencia que puede vivirse en diez hoteles de la ciudad alojándose en una decena de habitaciones que han sido diseñadas por diez artistas locales, entre los que figuran diseñadores gráficos, galeristas, músicos, fotógrafos, artistas especializados en videos y 'performances', escultores o pintores que plasman desde cuadros pequeños hasta pinturas murales de 300 metros cuadrados. El objetivo es que los huéspedes se sientan inclinados a explorar, sumergirse y permanecer en nuevos mundos creativos. Tampoco se puede olvidar la estrecha relación de la ciudad con el Zürichsee, su popular lago con forma de plátano que enlaza los cantones de Zúrich, San Gall y Schwyz, siempre con el horizonte de los Alpes y sus nevadas cumbres, una panorámica que fascinó a escritores y pensadores tan dispares como Goethe, Mann, Brecht o Einstein. Zúrich puede presumir también de ser un destino perfecto para los amantes del invierno con diez dominios de esquí a menos de 90 minutos que invitan a los visitantes a disfrutar del trineo, el patinaje sobre hielo, el 'tobogganing', además del propio esquí en sus pistas, mientras que en la ciudad sobresale una gran apuesta gastronómica y de actividades culturales de primer nivel con 100 galerías y 50 museos importantes encabezados por el Kunsthaus. Al final siempre podrás terminar la jornada deleitándote con el mejor chocolate caliente o un delicioso café acompañado de unas trufas o 'macarons' en 'Springli' (Paradeplatz) junto a los propios zuriqueses. Otra experiencia singular para disfrutar de la recta final del año en este destino de dos mil años de historia, con plazoletas, palacios, puentes, casas gremiales, fuentes, tiendas de antigüedades, cafés, restaurantes… y mucha, mucha vida en sus calles y callejuelas. Zúrich: la ciudad donde cada día de diciembre parece un cuento de Navidad,, NAZARIO MATOS..