Luz ahora: 0,13707 €/kWh

CASTROVERDE DE CAMPOS: El RESTAURANTE  LERA gana su primera ESTRELLA MICHELÍN...

El RESTAURANTE  LERA gana su primera ESTRELLA MICHELÍN por su "cocina con alma":: PÁGINA Nº 7. ¿Qué dijo a su equipo tras recibir la estrella? Que aquí no iba a cambiar absolutamente nada. Si acaso, más autoexigencia, que ya la tenemos, y la capacidad de crecimiento pero no a lo loco, sino tranquilamente. Tengo un equipazo extraordinario. Solo vamos a hacer lo mismo que estábamos haciendo y ser amables, en un mundo en el que mucha gente está crispada. ¿Qué es lo más difícil en las elaboraciones del Lera? Hay que ser muy ordenado en las preparaciones. Si perdemos tiempo, no llegaremos. Hoy estamos marinando animales que se van a servir el lunes. Si hoy no lo hacemos, el lunes no llegaremos al punto necesario. Trabajamos con animales que no se compran en el supermercado. Son animales salvajes, únicos. Cada uno es irrepetible y, si perdemos los tiempos, como uno que hacemos, por ejemplo, con una melaza caliente, cinco horas a 25 grados no queda igual que si está tres horas. A veces, nos toca cambiar menús de degustación casi en el día porque no tenemos todo lo que queremos. Si se nos pasa algo, se nos olvida o hay algún error, aquí no encontramos nada a mano y, sobre todo en caza menor, no tenemos todos los animales que queremos tener. Eso hay que cuidarlo mucho. Aparte de la coreografía y los servicios ordenados y silenciosos, me preocupo mucho por las preparaciones. ¿Cuántas ofertas de restaurantes prestigiosos ha rechazado? Unas cuantas. Antes de ir a TORO, ya me hicieron un par de buenas ofertas y era un crío. Al final, me vine a CASTROVERDE DE CAMPOS, al mesón de mis padres. Luego abrimos TORO y, estando allí, empezaron a llover cositas. Al cerrar en TORO, llegó la oferta de mi vida, quizá, la típica oferta que es irrechazable. Era en MADRID y el LERA no existí pero no la acepté porque tenía una responsabilidad con mi familia. Entonces, muchos días, cuando no iban las cosas bien, lo pensaba y decía: ¡Joder, qué gilipollas soy, coño! Pero, al final, siempre soy un romántico. Elegí el camino más difícil, en la tierra más difícil en el momento más difícil... NAZARIO MATOS..