El Xacobeo más especial de la historia::: PÁGINA Nº 4. Basado en la creencia de que el cuerpo del apóstol llego a Galicia por mar a mediados del siglo I d. C. desde la ciudad palestina de Jaffa, surgió la Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla, un peculiar itinerario que combina tramos marítimos, fluviales y terrestres. Con entrada por la ría de Arousa, esta ruta evoca el viaje jacobeo y consta de unas 40 millas por mar y río hasta Padrón, y desde allí 25 km de caminata hasta Santiago de Compostela. Durante la Edad Media, se desarrolló el Camino Inglés, una vía que transcurre por tierra y mar; desde finales del siglo XX, la gran mayoría de peregrinos que eligen esta ruta realizan su camino solo por tierra desde las ciudades de A Coruña o Ferrol. Del país vecino llega el Camino Portugués, probablemente uno de los caminos más importantes para que los peregrinos extranjeros llegasen a Santiago, ya que Portugal era un país marítimo y portuario muy importante donde desembarcaba gente de toda Europa; entra en Galicia por Tui y atraviesa 18 concellos a lo largo de casi 118 km. Otra opción para los que peregrinan desde Portugal es el Camino Portugués de la costa, que implica 21 municipios gallegos a lo largo de 160 km. Por último, la única ruta oficial que no termina en Compostela, el Camino de Fisterra y Muxía; este trayecto, de cerca de 150 km, conecta Compostela con el que era considerado el «fin del mundo» en época medieval, y es el colofón perfecto para la peregrinación. La Catedral de Santiago, la última parada en la ruta del peregrinoLa llegada a la meta del Camino, Santiago de Compostela, no es el final para el peregrino, sino un punto y seguido en su experiencia. Entrar en la Catedral de Santiago, tras recorrer el trayecto escogido, es algo muy especial, sobre todo si se ha llegado en año santo, como es este 2021 y 2022, ya que se puede acceder al templo por la Puerta Santa o de Los Perdones, abierta tan solo en este periodo santo tan singular. Una vez en el interior, existen dos rituales que culminan esta aventura: asistir a una misa del peregrino y bajar a la cripta apostólica, donde se encuentra el sepulcro con los supuestos restos del apóstol Santiago. Una peregrinación a Santiago de Compostela solo estaría completa descubriendo, tras recibir la Compostela, los muchos rincones que tiene la ciudad relacionados con la ruta jacobea, así como disfrutar de su espléndida y variada arquitectura, sin olvidar probar su exquisita gastronomía, y, por supuesto, asistir a algunas propuestas de su interesante agenda cultural, por ello, y como broche final a la aventura, ¿qué mejor para finalizarla que alojarse unos días en esta icónica capital?.. NAZARIO MATOS..