LA ANEXIÓN DE ""NAVARRA A CASTILLA"" POR SOLDADOS ""VASCOS"" QUE EH Y BILDU QUIEREN OBVIAR:: PÁGINA Nº 4.
Guerra de contrainsurgencia
Amparado en una bula del Papa Julio II, Fernando convenció a su joven esposa para que reclamara el trono navarro retomando los argumentos empleados por la casa de Foix. El 19 de julio de 1512, el II Duque de Alba cruzó la frontera, a la altura de Salvatierra, al frente de un ejército castellano para reunirse con fuerzas del bando beamonte (pro castellanos), así como algunas tropas agromontesas. Entre las fuerzas reunidas por Castilla había cerca de 13.000 VASCOS, además de una pequeña fuerza de navarros dirigida por Luis de Beaumont, Conde de Lerín. Aragón, por su parte, participó en las operaciones con un ejército encabezado por el hijo ilegítimo de Fernando, Alfonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza. Francia envió al instante ayuda a los reyes navarros, pero no pudo neutralizar al numeroso ejército castellano.
Curtido en la Guerra de Granada, el Duque de Alba era un experto en lo que hoy se llamaría guerra de contrainsurgencia y uno de los castellanos en los que más confiaba el Rey. Tras conquistar Pamplona en un rápido golpe de mano, Fadrique dirigió a sus vascos contra Tudela. Ante la atenta mirada de Fernando «El Católico», la ciudad cayó en manos castellanas con la ayuda de las tropas del Arzobispo de Zaragoza el 9 de septiembre. El Rey aragonés aceptó restituir en el trono navarro a Juan de Albret, aunque las tropas castellanas siguieran ocupando el reino, ante el temor de que la entrada de fuerzas francesas pudiera enquistar el conflicto. En tanto, cuando el embajador del Rey estaba a punto de cerrar el acuerdo, fue Juan de Albret quien cambió de opinión y detuvo al enviado castellano. Fernando, preso de la furia, rompió el acuerdo y se preparó en esas fechas para guerrear contra los reyes depuestos y las tropas francesas.
Detalle del escudo de Guipúzcoa luciendo los cañones y que estuvo vigente desde el año 1513 a 1979.
Detalle del escudo de Guipúzcoa luciendo los cañones y que estuvo vigente desde el año 1513 a 1979.
En otoño de 1512, Juan y Catalina trataron de recuperar su reino a través de tres ofensivas simultáneas: una en Guipuzcoa, otra en la Baja Navarra y otra en el Valle del Roncal. Las tres iban a fracasar. El Duque de Alba resistió tres asaltos en Pamplona a manos de tropas francesas, navarras y mercenarios albaneses y franceses. Como narra Fernando Martínez Laínez en su reciente biografía 'Fernando El Católico: crónica de un reinado' (EDAF), Juan de Albret estaba convencido tal vez por inexperiencia militar de que los gigantes lansquenetes alemanes que formaban parte de su ejército derrotaron con facilidad a los jóvenes defensores de la plaza, mucho más bajos de estatura. «Sé mejor que vos el esfuerzo de los mancebos españoles. No os engañéis con la gran estatura del cuerpo de los alemanes. En Rávena murieron el triple que los españoles», le advirtió el jefe francés La Palisse, veterano de las guerras de Italia.
,, NAZARIO MATOS.
Guerra de contrainsurgencia
Amparado en una bula del Papa Julio II, Fernando convenció a su joven esposa para que reclamara el trono navarro retomando los argumentos empleados por la casa de Foix. El 19 de julio de 1512, el II Duque de Alba cruzó la frontera, a la altura de Salvatierra, al frente de un ejército castellano para reunirse con fuerzas del bando beamonte (pro castellanos), así como algunas tropas agromontesas. Entre las fuerzas reunidas por Castilla había cerca de 13.000 VASCOS, además de una pequeña fuerza de navarros dirigida por Luis de Beaumont, Conde de Lerín. Aragón, por su parte, participó en las operaciones con un ejército encabezado por el hijo ilegítimo de Fernando, Alfonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza. Francia envió al instante ayuda a los reyes navarros, pero no pudo neutralizar al numeroso ejército castellano.
Curtido en la Guerra de Granada, el Duque de Alba era un experto en lo que hoy se llamaría guerra de contrainsurgencia y uno de los castellanos en los que más confiaba el Rey. Tras conquistar Pamplona en un rápido golpe de mano, Fadrique dirigió a sus vascos contra Tudela. Ante la atenta mirada de Fernando «El Católico», la ciudad cayó en manos castellanas con la ayuda de las tropas del Arzobispo de Zaragoza el 9 de septiembre. El Rey aragonés aceptó restituir en el trono navarro a Juan de Albret, aunque las tropas castellanas siguieran ocupando el reino, ante el temor de que la entrada de fuerzas francesas pudiera enquistar el conflicto. En tanto, cuando el embajador del Rey estaba a punto de cerrar el acuerdo, fue Juan de Albret quien cambió de opinión y detuvo al enviado castellano. Fernando, preso de la furia, rompió el acuerdo y se preparó en esas fechas para guerrear contra los reyes depuestos y las tropas francesas.
Detalle del escudo de Guipúzcoa luciendo los cañones y que estuvo vigente desde el año 1513 a 1979.
Detalle del escudo de Guipúzcoa luciendo los cañones y que estuvo vigente desde el año 1513 a 1979.
En otoño de 1512, Juan y Catalina trataron de recuperar su reino a través de tres ofensivas simultáneas: una en Guipuzcoa, otra en la Baja Navarra y otra en el Valle del Roncal. Las tres iban a fracasar. El Duque de Alba resistió tres asaltos en Pamplona a manos de tropas francesas, navarras y mercenarios albaneses y franceses. Como narra Fernando Martínez Laínez en su reciente biografía 'Fernando El Católico: crónica de un reinado' (EDAF), Juan de Albret estaba convencido tal vez por inexperiencia militar de que los gigantes lansquenetes alemanes que formaban parte de su ejército derrotaron con facilidad a los jóvenes defensores de la plaza, mucho más bajos de estatura. «Sé mejor que vos el esfuerzo de los mancebos españoles. No os engañéis con la gran estatura del cuerpo de los alemanes. En Rávena murieron el triple que los españoles», le advirtió el jefe francés La Palisse, veterano de las guerras de Italia.
,, NAZARIO MATOS.