CASTROVERDE DE CAMPOS: PÁGINA Nº 4....

PÁGINA Nº 4.
¿LA MUJER , GUARDIANA Y SALVADORA DEL CAMPO?«Siempre lo ha sido, solo que hoy hemos logrado visibilizar y colocarlo en la agenda política y mediática». Urge hacerlo, añade Teresa López, antes de que sea demasiado tarde, porque, tachán, el 63% de quienes abandonan el campo son mujeres. «Su marcha es el principio de la despoblación: los pueblos se masculinizan, la población envejece y, en los casos más graves, desaparecen. Por lo tanto, si queremos abordar con rigor la lucha contra la despoblación y garantizar el futuro sostenible de los pueblos es imprescindible aplicar la perspectiva de género al conjunto de las políticas que afectan al mundo rural y a la lucha contra la despoblación, escuchar y dar respuesta a las necesidades de las mujeres rurales». LOS NUEVOS COLONOS DEL INTERIOR. Hay que hacer atractivo el campo para que los que están se queden, pero también para los que podrían estar. En esas anda la arquitecta Paloma Domínguez, Head of Design de sAtt Arquitectura, que con la promotora Distrito Natural ha lanzado un innovador proyecto en Higuera de las Dueñas, un pueblo de 262 habitantes en el Parque Natural de Sierra de Gredos (Ávila), a 80 minutos de Madrid. El proyecto, vivió. land, pretende llevar al municipio a 60 familias mediante la promoción de una comunidad de viviendas sostenibles donde se fomentará la convivencia y la socialización y que combinará espacios privados, de entre 60 y 150 metros cuadrados, con zonas comunes: salas de coworking, huertos ecológicos, área de juegos, centro social, biblioteca, centro wellness, cabañas de lectura... Además, vibio. land producirá el doble de energía que consume. Contará con alrededor de 1.200 paneles solares de 400 W. Las aguas pluviales abastecerán una piscina natural y las residuales se reciclarán para regar los huertos, cuyos fertilizantes provendrán de los residuos orgánicos. «La idea es recuperar un paisaje y crear una comunidad que viva en él», explica Paloma Domínguez. Paloma Domínguez, arquitecta, participa en un proyecto de viviendas ecológicas en un pueblo de 200 habitantes. German SaízVale, pero ¿quiénes serán estos nuevos colonos? La demanda existe, explica la arquitecta, tanto por parte de personas que buscan vivir en comunidad como de quienes quieren alejarse de la ciudad. «Nosotros les ofrecemos ambas cosas. La sostenibilidad, el ahorro energético, la comunidad, la salud, la autosuficiencia energética, alimentaria y el entorno natural». El retrato robot del nuevo colono es triple, como los rostros de Hécate (diosa griega que por cierto viene muy a cuento aquí, porque se la adoraba como protectora del hogar y otorgadora de prosperidad y bendiciones a la familia): «Mayores que están buscando un entorno amable y de cuidados para su jubilación a través de un envejecimiento activo [el famoso cohousing que no acaba de arrancar en España], familias con niños que quieren ir a vivir a un entorno natural, y algunos 'feelance' solitarios que trabajan telemáticamente y quieren vivir en el campo, pero en un entorno social, ecológico, de cierta actividad cultural y rodeados de personas con inquietudes similares».