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Simulacro de seísmo
Bomberos y Cruz Roja practican ejercicios de rescate en un tejar abandonado donde los vecinos de Corrales escenifican el papel de víctimas
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Evacuación de uno de los supuestos heridos de la zona destrozada por el seísmo.
Foto Miguel Rodríguez Gómez
MULTIMEDIA
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J. A. GARCÍA
El simulacro de rescate de víctimas en un escenario golpeado y desmantelado por un terremoto realizado ayer en la vieja tejera de Corrales del Vino ofreció un espectáculo casi de película, con la conclusión de que los resultados han servicio de ejercicio práctico para los efectivos de Protección Civil, de la Cruz Roja y de la Guardia Civil, así como de los perros empleados en estas misiones.
En el simulacro actuaron en el papel de víctimas 25 vecinos de Corrales, que lo hicieron como víctimas en superficie, más otras cuatro personas que cumplieron su protagonismo como víctimas enterradas por el supuesto seísmo. Profesionalmente tomaron parte dotaciones de la Cruz Roja de Benavente, de Toro y de Zamora, más un grupo que realiza un curso de socorristas de la Cruz Roja de Benavente, que aprovecharon para forjarse un ejercicio tan cercano a la realidad. El acto fue organizado por el cuerpo de Bomberos de Aliste y, según apuntó ayer Javier Bodego, resultó fenomenal, pues el día acompañó y las víctimas desempeñaron su función con mucho teatro y dando credibilidad a sus papeles.
Faltó el grupo de protección civil de Getafe que había participado en las labores de rescate efectuadas en Haití tras el purísimo golpe sísmico que azotó el país caribeño. Estuvieron viendo las instalaciones días pasados, pero se les ha muerto uno de los perros de rescate y su presencia ha quedado postergada para una nueva ocasión.
El simulacro se inició evacuando a las víctimas hallada en superficie y, una vez hecho el recuento, al darse cuenta de la ausencia de cuatro personas, fue cuando se procedió a la búsqueda bajos los escombros contando con la colaboración de los perros especializados en estos hallazgos. Confirmado por uno de los perros la aparición de las personas, los equipos de rescate efectuaron la evacuación.
Javier Bodego destacó la colaboración y la participación de la gente del pueblo de Corrales y consideró que las conclusiones han sido más que satisfactorias porque la actividad ha servido para profundizar «en la coordinación de los diferentes medios».
El simulacro del rescate en un escenario aparentemente trastornado por un fuerte seísmo «estuvo bien y ha servido para ver los errores que se pueden cometer y para ver en qué aspectos se puede fallar y como deben de funcionar». También resaltó Bodego el comportamiento de los perros, «que marcaron muy bien».
Bomberos y Cruz Roja practican ejercicios de rescate en un tejar abandonado donde los vecinos de Corrales escenifican el papel de víctimas
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Evacuación de uno de los supuestos heridos de la zona destrozada por el seísmo.
Foto Miguel Rodríguez Gómez
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J. A. GARCÍA
El simulacro de rescate de víctimas en un escenario golpeado y desmantelado por un terremoto realizado ayer en la vieja tejera de Corrales del Vino ofreció un espectáculo casi de película, con la conclusión de que los resultados han servicio de ejercicio práctico para los efectivos de Protección Civil, de la Cruz Roja y de la Guardia Civil, así como de los perros empleados en estas misiones.
En el simulacro actuaron en el papel de víctimas 25 vecinos de Corrales, que lo hicieron como víctimas en superficie, más otras cuatro personas que cumplieron su protagonismo como víctimas enterradas por el supuesto seísmo. Profesionalmente tomaron parte dotaciones de la Cruz Roja de Benavente, de Toro y de Zamora, más un grupo que realiza un curso de socorristas de la Cruz Roja de Benavente, que aprovecharon para forjarse un ejercicio tan cercano a la realidad. El acto fue organizado por el cuerpo de Bomberos de Aliste y, según apuntó ayer Javier Bodego, resultó fenomenal, pues el día acompañó y las víctimas desempeñaron su función con mucho teatro y dando credibilidad a sus papeles.
Faltó el grupo de protección civil de Getafe que había participado en las labores de rescate efectuadas en Haití tras el purísimo golpe sísmico que azotó el país caribeño. Estuvieron viendo las instalaciones días pasados, pero se les ha muerto uno de los perros de rescate y su presencia ha quedado postergada para una nueva ocasión.
El simulacro se inició evacuando a las víctimas hallada en superficie y, una vez hecho el recuento, al darse cuenta de la ausencia de cuatro personas, fue cuando se procedió a la búsqueda bajos los escombros contando con la colaboración de los perros especializados en estos hallazgos. Confirmado por uno de los perros la aparición de las personas, los equipos de rescate efectuaron la evacuación.
Javier Bodego destacó la colaboración y la participación de la gente del pueblo de Corrales y consideró que las conclusiones han sido más que satisfactorias porque la actividad ha servido para profundizar «en la coordinación de los diferentes medios».
El simulacro del rescate en un escenario aparentemente trastornado por un fuerte seísmo «estuvo bien y ha servido para ver los errores que se pueden cometer y para ver en qué aspectos se puede fallar y como deben de funcionar». También resaltó Bodego el comportamiento de los perros, «que marcaron muy bien».