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CORRALES: No existia ni el asfalto ni Internet...

No existia ni el asfalto ni Internet
Los Inocentes. La fiesta del pueblo de Santa Clara de Avedillo. Así celebraban la fiesta por la que Herodes se izo famoso en el Mundo donde no existía, ni el asfalto ni Internet.
Como se celebraban hace sesenta y cinco años, el día de los Inocentes, eran cinco días de fiestas, los dos primeros días de Navidad después de haber comido el turrón el día veinticinco, y veintiséis de Diciembre, venían los Inocentes veintiocho, y veintinueve, recuerdo que fuera de un par de años que las calles fueron unas pistas de patinaje, eran los días de los Inocentes en su mayoría un barrizal con chanclos, por las calles llenas de barro y de agua, pero lo bueno es que nadie se preguntabas? Ni teníamos idea! si las calles de Barcelona, Madrid, o Badajoz, u otras ciudades estuvieran así de embarrizadas.
Los mozos, y mozas, se ponían sus mejores zapatos, en trajes, sacados del armarios llenos de alcanfor especial para ese día “el día de Los Inocentes” claro que había competencia, que abrigo sacara este vecino, o el otro, será el de la temporada pasada, oh nos dará una sorpresa como el año pasado, este año se pondrá un abrigo azul, o marron, otros estrenaban una pelliza con el cuello forrado de piel de conejo que era muy de moda por entonces.
Eran los años, de una Iglesia rebosantes de fieles, cinco o seis vecinos mayores acompañaban al sacristán Ambrosio cantando la misa en coro desde la tribuna, en una ceremonia dirigida por el Cura. Paco y dos monaguillos en latín.
El baile era en el salón de David, las madres que tenían hijas mozuelas se sentaban en primera fila para tener a sus hijas bajo su vista, entonces se contrataba los músicos, para cinco sesiones de baile dos el día veintiocho, y tres el día veintinueve, los más populares eran el “grupo” de Corrales del Vino con bombo, platillos, redoblante, clarinetes, y saxofón, con pasodobles, y las canciones mas populares se divertían los jóvenes, muchos jóvenes abusaban del licor cuarenta y tres, del coña, en empezó a entrar de moda la Coca cola, el tabaco rubio, y el Rock-a-roll.
Para los jóvenes fuera del salón del baile, oh! para los niños estaba un puesto de caramelos, y almendras garrapiñadas de María la Merchana, después de tanta fiesta siempre empezaba un nuevo año, el empezar de nuevo, otra vez.

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