Una mujer se somete a una mamografía
Una mujer se somete a una mamografía REUTERS
EFE / MADRID El cáncer de mama en mujeres jóvenes ha experimentado un ligero aumento en los últimos años en España: uno de cada tres casos diagnosticados se da en edades por debajo de los 45 años cuando aún se está en fase reproductiva y las causas están en los cambios sociales y culturales de las últimas décadas.
El ritmo de vida actual, cambios en la dieta, la renuncia a la maternidad o el retraso en la edad en la que la mujer tiene el primer hijo son algunos de los motivos que explican ese aumento, según recoge el proyecto "El Álamo III", el tercero de una serie de estudios realizados por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de mama (Geicam), presentado hoy en rueda de prensa.
"La edad del primer embarazo es un factor de riesgo importante", ya que la gestación tiene un efecto de protección frente al cáncer de mama, ha señalado la doctora Ana Lluch, jefa de servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
El estudio, que recoge datos demográficos y terapéuticos de 10.675 pacientes con cáncer de mama en 35 hospitales durante el periodo 1998-2001 y su evolución hasta el año 2007, destaca el aumento de los casos diagnosticados en fases menos avanzadas, lo que, según el doctor Miguel Martín, presidente de Geicam, se debe a dos motivos: las mamografías y la mayor concienciación de las mujeres españolas.
Precisamente en este punto ha incidido la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, quien ha valorado que aumentaran un 21 % las revisiones ordinarias en la región a los pocos meses de que fuera diagnosticada de cáncer de mama y animara a las ciudadanas a someterse a esas revisiones.
La presidenta del PP madrileño, que fue atendida por el doctor Martín en el Gregorio Marañón, ha resaltado que "la posibilidad que dimos a los madrileños de elegir médico y hospital me ha sido muy útil".
El estudio revela que en los últimos diez años, el porcentaje de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama avanzado (estadio III) ha descendido un 3 %, al tiempo que ha aumentado un 15 % el número de tumores en fase más precoz (estadio I).
Esto, junto con la mejora de las opciones de tratamiento complementario, ha supuesto un incremento de la supervivencia a cinco años del 75 al 87 %, una tasa por encima de la media europea y próxima a países como Francia o Suecia, ha explicado la doctora Marina Pollán, del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salid Carlos III.
Esta investigadora ha insistido en que la supervivencia tiene muchos que ver con los estadios en los que se diagnostica el cáncer, de tal forma que las recaídas están muy ligadas a cómo estaba de extendido el tumor en su diagnóstico.
La doctora Lluch ha asegurado que el cáncer de mama no es una entidad, sino muchas entidades diferentes, "tantas como pacientes tenemos", y ha explicado que hoy en día se clasifican en subtipos en base a la genómica -las que tienen receptores hormonales, las que no tienen (tiple negativo) y las que sobreexpresan el HR2-, lo que permite personalizar los tratamientos.
Otro parámetro de calidad que pone de relieve el estudio es el elevado porcentaje de mujeres que se someten a una cirugía conservadora (45,8 %), un 25,5 % más que hace diez años. "No se trata solo de curar, sino de dejar a la paciente como estaba", ha subrayado el doctor Martín.
El trabajo también revela un incremento en el uso de la radioterapia (11 %); en la quimioterapia como tratamiento complementario y en la hormonoterapia, este último debido a la mayor proporción de pacientes a las que se les ha determinado los receptores hormonales.
El doctor Martín ha incidido en la importancia de los test genéticos para evitar tratamientos innecesarios y recaídas, aunque su coste oscila entre los 2.000 y 3.000 euros y no todas las comunidades ofrecen esta prestación.
A este respecto, la doctora Lluch ha señalado que estos test no hay que hacerlos a todo el mundo y solo un 15 % necesitaría someterse a ellos.
Una mujer se somete a una mamografía REUTERS
EFE / MADRID El cáncer de mama en mujeres jóvenes ha experimentado un ligero aumento en los últimos años en España: uno de cada tres casos diagnosticados se da en edades por debajo de los 45 años cuando aún se está en fase reproductiva y las causas están en los cambios sociales y culturales de las últimas décadas.
El ritmo de vida actual, cambios en la dieta, la renuncia a la maternidad o el retraso en la edad en la que la mujer tiene el primer hijo son algunos de los motivos que explican ese aumento, según recoge el proyecto "El Álamo III", el tercero de una serie de estudios realizados por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de mama (Geicam), presentado hoy en rueda de prensa.
"La edad del primer embarazo es un factor de riesgo importante", ya que la gestación tiene un efecto de protección frente al cáncer de mama, ha señalado la doctora Ana Lluch, jefa de servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
El estudio, que recoge datos demográficos y terapéuticos de 10.675 pacientes con cáncer de mama en 35 hospitales durante el periodo 1998-2001 y su evolución hasta el año 2007, destaca el aumento de los casos diagnosticados en fases menos avanzadas, lo que, según el doctor Miguel Martín, presidente de Geicam, se debe a dos motivos: las mamografías y la mayor concienciación de las mujeres españolas.
Precisamente en este punto ha incidido la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, quien ha valorado que aumentaran un 21 % las revisiones ordinarias en la región a los pocos meses de que fuera diagnosticada de cáncer de mama y animara a las ciudadanas a someterse a esas revisiones.
La presidenta del PP madrileño, que fue atendida por el doctor Martín en el Gregorio Marañón, ha resaltado que "la posibilidad que dimos a los madrileños de elegir médico y hospital me ha sido muy útil".
El estudio revela que en los últimos diez años, el porcentaje de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama avanzado (estadio III) ha descendido un 3 %, al tiempo que ha aumentado un 15 % el número de tumores en fase más precoz (estadio I).
Esto, junto con la mejora de las opciones de tratamiento complementario, ha supuesto un incremento de la supervivencia a cinco años del 75 al 87 %, una tasa por encima de la media europea y próxima a países como Francia o Suecia, ha explicado la doctora Marina Pollán, del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salid Carlos III.
Esta investigadora ha insistido en que la supervivencia tiene muchos que ver con los estadios en los que se diagnostica el cáncer, de tal forma que las recaídas están muy ligadas a cómo estaba de extendido el tumor en su diagnóstico.
La doctora Lluch ha asegurado que el cáncer de mama no es una entidad, sino muchas entidades diferentes, "tantas como pacientes tenemos", y ha explicado que hoy en día se clasifican en subtipos en base a la genómica -las que tienen receptores hormonales, las que no tienen (tiple negativo) y las que sobreexpresan el HR2-, lo que permite personalizar los tratamientos.
Otro parámetro de calidad que pone de relieve el estudio es el elevado porcentaje de mujeres que se someten a una cirugía conservadora (45,8 %), un 25,5 % más que hace diez años. "No se trata solo de curar, sino de dejar a la paciente como estaba", ha subrayado el doctor Martín.
El trabajo también revela un incremento en el uso de la radioterapia (11 %); en la quimioterapia como tratamiento complementario y en la hormonoterapia, este último debido a la mayor proporción de pacientes a las que se les ha determinado los receptores hormonales.
El doctor Martín ha incidido en la importancia de los test genéticos para evitar tratamientos innecesarios y recaídas, aunque su coste oscila entre los 2.000 y 3.000 euros y no todas las comunidades ofrecen esta prestación.
A este respecto, la doctora Lluch ha señalado que estos test no hay que hacerlos a todo el mundo y solo un 15 % necesitaría someterse a ellos.