Años y años pasabamos alli en el trinquete jugando a cualquier cosa hasta que el cuerpo no aguantaba mas. Nunca mirabamos la hora, es mas, el tiempo no existia, solo la bronca cuando te llamaban para que fueras a casa.¡Que años aquellos! fronton, escondite, bicicleta, y todo en un marco incomparable como el de Cozcurrita y sus arribes. Inolvidable...Algun dia todos los que estuvimos alli y no nos olvidamos deberiamos repetir.. Miguel.