Un 23 de agosto en Bélmez de Moraleda, en la Sierra Mágina, en Jaén, hace mucho calor. Los del lugar deberían estar acostumbrados, pero ese día tal vez algunas cabezas se calientan en exceso. Es el caso de quienes, en ese día de 1971, están en el 5 de la calle Rodríguez Acosta, en una casa que, como es típico en esa calurosa zona de España, es fresca gracias a sus gruesas paredes. Un niño de 11 meses gatea en la cocina y su abuela, María Gómez, se agacha a cogerlo y le llama la atención una imagen, ... (ver texto completo)