Era Mayo, derroche de
colores,
era El Mayo de tardes en pradera,
el tiempo de exultante
primavera,
el TIEMPO de "A MARÍA CON MIL
FLORES".
El verdor de los
campos, sus olores
embriagan los momentos de la espera
y crece esplendorosa enredadera
testigo del surgir de los amores.
Secretos en templado
amanecer
con débil claridad de la mañana,
promesas con "te quieros" del ayer,
penetran a través de la
ventana
y quieren al amor enloquecer
en las horas de magia tan temprana.
Noemí.
TERCETOS ENCADENADOS
Bien quiero agradecer esos momentos,
regalos que nos ha dado la vida:
Quiero olvidar las horas de tormentos.
Y también el dolor de alguna herida;
un bello
atardecer, tardes lluviosas
y la alegre vereda florecida,
respirando el perfume de las rosas,
recordando las horas de cariño:
¡Aleteo de bellas
mariposas!.
la mirada inocente de ese niño
que me mira con ojos caprichosos,
con la piel tan suave como el armiño.
Noemí
Esta
lluvia sobre los verdes trigos,
bellos campos de mieses y praderas,
pinares y jarales reverdece.
Fértil lluvia cual cortina de
niebla.
Llorando de alegría está la paz,
y temblando de amor la sementera.
Del cenit hoy brillante brilla el sol
desterrando las
sombras blanquinegras.
Los aromas de la tierra mojada,
los aromas a flores de mi tierra:
de las lilas, las rosas y saúco,
manzanillas y las malvas de seda.
No hay tristezas en lluvia de
verano,
muere el
campo de luz y yerbabuena,
ribera de tomillos y romero,
recuerdos que las distancias no alejan.
Noemí