EL PIÑERO: Erase una una ranita que le gustaba ir de charco en...

Erase una una ranita que le gustaba ir de charco en charco, pues todos le parecían divertidos.
En los otros charcos también estaban otras ranitas, que no le gustaba que visitaran su charco, entonces la ranita saltarina de charco en charco dijo: Si no os gusta mi presencia me enfado y me voy a mi charco.
Por el camino, iba canturreando y como pensó que quizás su cántico podía molestar a las ranitas de su charco al llegar a él le dijo: Si os molesto me voy.
El charco con voz de sonido de agua, pues claro, por eso era un charco, le dijo a la ranita:
Puedes cantar lo que quieras en este charco, pero con una condición, no me compares con otros charcos, ellos son ellos y yo soy yo.
Después de esto, el sonido del agua ceso y las ranitas disfrutaron de su charco, eso si, sin compararlo con charcos vecinos.