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EL PIÑERO: Erase una vez un hombre que era el jede de su pueblo,...

Erase una vez un hombre que era el jede de su pueblo, casi siempre con sonrisa sin definir en su cara, su pueblo estaba pasando ciertas estrecheces, pero él seguía en su mundo de no se que civilizaciones.
Se reunía con otros jefes y todos le daban palmaditas en la espalda y le decían que era genial su idea, él, ponía dinero para que fuera mas bonita su idea, su pueblo seguía cumulando estrecheces, pero cuando se reunía con los demás jefes le gustaba dar y dar, dinero, pensó ó quiso pensar que el dinero de su pueblo nunca se acabaría, cuando alguien hablaba en su pueblo de lo mal que iban sus cuentas él de decía que si hablan así es por que no querían a su pueblo, si eran de fuera de su pueblo, pues solo tenia que decir que ellos que sabrían de sus cuentas.
Un pueblo cercano tenia problemas y él no dudo en decir que se debía darle dinero, claro como no era el suyo, que es, de sus ciudadanos.
En esas reuniones con los jefes de pueblos cercanos, le dijeron una vez mas que tuviera cuidado que iba a tener problemas, como siempre, él, no izo caso, además que sabían ellos, a aquellos jefe no le hacia mucho caso, pues el jefe del país mas importante del otro lado de océano, era su amigo y seguro que ese no le decía nada de los problemas, que para eso eran amigos.
Una tarde estaba en casa pensando que decir cuando le preguntaran por los problemas económicos de su país y se le ocurrió seguir diciendo que no había problemas y los poquitos que había ya terminaban, estaba tan contento con su ocurrencia que hasta canturreaba por casa, todavía se puso mas contento cuando le dijeron que le llamaba por teléfono el jefe del país grande del otro lado del océano, anda mi amigo iba diciendo camino del teléfono y con la sonrisa muy grande, eso si, sin definir.
El señor jefe del país grande no le llamo en plan de amigos, que malo, muy serio, le dijo que hiciera bien las cosas, que como se dice por aquí, no savias ni donde tenia la mano derecha, ó la izquierda que da igual cuando se trata de no saber, siguió diciéndole, que aprendiera a tomar medidas económicas y muchas cosas mas feas todavia.
El pobre jefe, ó el jefe que estaba haciendo que el país fuera pobre, no dijo ni pió, luego se paso la noche sin pegar ojo y tomo medidas como le dijo su amigo, bueno que ya no era su amigo, tomo medidas por que se lo dijo y ya esta.