Esto era el cura de un pueblo que tenia una petaca a la que le metía tragos en dias de frio... y había un chaval en el pueblo, el Aurelio, al que le encantaba la petaca y siempre estaba "padreeeee, regaleme la petaaaaca", "paaaadre, me gusta su petaaaaca", iban pasando los meses y el chaval seguía con la matraca "paadreeee me podía regalar su petaaaacaaa", así un año entero y el cura hasta las mismisimas narices, se la regala a ver si así el chico lo deja en paz.
A los pocos meses va a confesarse una chica del pueblo y le dice "padre que no se que hacer, mi novio no deja de insistir para que mantengamos relaciones sexuales y yo no se como quitarmelo de encima".
A lo que le cura le dice "muy agobiada te veo, hija mía, dime el nombre del chaval, a ver si hablo con él y puedo convencerle de que respete tu virtud".
La chica agobiada le contesta "el Aurelio".
A lo que el cura le responde "aaaahhh hija míaaaa! date por jodida!"
A los pocos meses va a confesarse una chica del pueblo y le dice "padre que no se que hacer, mi novio no deja de insistir para que mantengamos relaciones sexuales y yo no se como quitarmelo de encima".
A lo que le cura le dice "muy agobiada te veo, hija mía, dime el nombre del chaval, a ver si hablo con él y puedo convencerle de que respete tu virtud".
La chica agobiada le contesta "el Aurelio".
A lo que el cura le responde "aaaahhh hija míaaaa! date por jodida!"