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EL PIÑERO: Todavía no se si también son fescos, porque no he salido...

Todavía no se si también son fescos, porque no he salido a la calle, aunque imagino que sí porque la gente va muy tapadita y muy encogidita por la calle. Pero es lo que toca casi a primeros de diciembre ¿no?

Os dejo lista de la palabritas "amorosas" del libro del Sr. Celdrán:

EMBROLLON.
Liante, embrollador; que a propósito confunde y hace que otros se confundan; persona que todo lo enreda para salirse al final con la suya. Cree Corominas que es galicismo, derivado de brouiller = mezclar, aunque también puede ser voz derivada del vocablo latino brollium = bosque, por lo intrincado de éste. Es término de uso frecuente a finales del siglo XVI.

ENTROMETIDO, ENTREMETIDO
Persona bulliciosa que llevada de su curiosidad mete sus narices en asuntos ajenos ocasionando a menudo, con su conducta, malentendidos, enfados y peleas. Zascandil que se compromete a realizar cosas que no es previsible que pueda llevar a cabo, y que se inmiscuye en aquello donde no le llaman

ESCORIA
Cosa vil, desechable, de ningún valor o estimación. De acuerdo con la etimología del término: de la voz griega skor, latín scoria = excremento. Con ese valor es voz utilizada por Gonzalo de Berceo en el siglo XIII.

ESTUPIDO
Persona notablemente torpe para comprender. Se dice del sujeto de difícil entendimiento, incapaz de alcanzar aun las cosas más sencillas. Es voz derivada del latín stupidus = aturdido, voz latina que deriva a su vez de stupere = estar atónito y pasmado. No es palabra de uso anterior a finales del siglo XVII, generalizándose su empleo a partir del XIX, seguramente por influencia francesa; Por lo general no se emplea adecuadamente el término, toda vez que la nota principal de su personalidad es el asombro, la estupefacción, el estupor o pasmo momentáneo que deja a estos sujetos con la boca abierta. El estúpido es un pasmón, un tolondro que obra dando palos de ciego, llevado del asombro y deslumbramiento que algo desde el exterior le provoca; un auténtico caso de papanatismo. El uso actual, desvinculado de la etimología, lo equipara con el chulo avasallador e ineducado que no respeta normas, o con el individuo que tiene de sí mismo una idea exagerada e intenta imponerla a los demás.