No lejos del camino que en su día permitió el transito de las Legiones romanas, hoy ya desaparecido, a similar distancia, de la pradera del hondajo y unos metros menos del Talanda, oculto entre la frondosidad de las Marisivas y Espadañas, se permite estar esperando en el tiempo, nunca se sabrá si forma parte de la zona pantanosa de donde se encuentra, o el mar, formo un oído, que cubierto de agua dulce permitiera a el mar y a las sirenas que en él se hallan, escuchar el trinar de los Ruiseñores, que en las choperas de los prados de Abajo cantan.
Quizás un Ángel relegado a vivir en las entrañas de la tierra, lo hiciera para poder cobrarse sus victimas.
¡Misterios de la naturaleza! La desaparición hace muchísimos años de siete carretas con sus respectivas parejas de bueyes, nunca se aclaro, solo se pudo comprobar, que las huellas se dirigían hasta allí.
El silencio del pozo San Simón, nunca respondió a las preguntas que se hicieron los que buscaron aquella caravana.
Encontraron explicaciones, tales como, que la nieblas los despisto, otros, habiendo escuchado cantar una voz de mujer, en los alrededores las noches de luna llena, pensaron que podría haber sido que alguna sirena con su canción cautivara a los conductores de la caravana, y siguiendo las notas melódicas se precipitaran, conductores, bueyes, y sus caretas a los confines de la tierra.
En las reuniones de brujas y hechiceros, llego a correr el rumor, que dicho pozo era utilizado por el príncipe del infierno para salir y asistir a los aquelarres.
En otras ocasión, un carro y su pareja de robustos bueyes, y una vez mas, otra yunta y su gañan que venia de labrar el campo, dirigieron sus pasos hacia el silencioso pozo.
Nunca más se supo de ellos.
De las ultimas posibles victimas, no hace muchos años una de las vacas que pastaba en aquellos prados, quizás confundida `por la vegetación que tapaba el pozo, o engañada por una fuerza sobrenatural, estuvo a punto de perecer en el pozo, la vaca haciendo gala de su vigorosidad y ayuda de las personas que la cuidaban, la res esta vez pudo salvarse.
Nunca se sabrán los misterios que esconde este pozo.
Ni los motivos por lo que se encuentra allí.
Si, es fácil notar una sensación especial estando en sus cercanías.
¡Ho! El homdo palpitar de lo mas profundo de la Tierra.
Quizás un Ángel relegado a vivir en las entrañas de la tierra, lo hiciera para poder cobrarse sus victimas.
¡Misterios de la naturaleza! La desaparición hace muchísimos años de siete carretas con sus respectivas parejas de bueyes, nunca se aclaro, solo se pudo comprobar, que las huellas se dirigían hasta allí.
El silencio del pozo San Simón, nunca respondió a las preguntas que se hicieron los que buscaron aquella caravana.
Encontraron explicaciones, tales como, que la nieblas los despisto, otros, habiendo escuchado cantar una voz de mujer, en los alrededores las noches de luna llena, pensaron que podría haber sido que alguna sirena con su canción cautivara a los conductores de la caravana, y siguiendo las notas melódicas se precipitaran, conductores, bueyes, y sus caretas a los confines de la tierra.
En las reuniones de brujas y hechiceros, llego a correr el rumor, que dicho pozo era utilizado por el príncipe del infierno para salir y asistir a los aquelarres.
En otras ocasión, un carro y su pareja de robustos bueyes, y una vez mas, otra yunta y su gañan que venia de labrar el campo, dirigieron sus pasos hacia el silencioso pozo.
Nunca más se supo de ellos.
De las ultimas posibles victimas, no hace muchos años una de las vacas que pastaba en aquellos prados, quizás confundida `por la vegetación que tapaba el pozo, o engañada por una fuerza sobrenatural, estuvo a punto de perecer en el pozo, la vaca haciendo gala de su vigorosidad y ayuda de las personas que la cuidaban, la res esta vez pudo salvarse.
Nunca se sabrán los misterios que esconde este pozo.
Ni los motivos por lo que se encuentra allí.
Si, es fácil notar una sensación especial estando en sus cercanías.
¡Ho! El homdo palpitar de lo mas profundo de la Tierra.