EL PIÑERO: Un recuerdo

AYUDANDO A NACER

Son las dos de la madrugada,
alguien llama a su puerta,
venga pronto a mi casa,
mi mujer es la parturienta.

Ella se pone en camino,
Ella que a todo se enfrenta,
Siempre fue decidida,
Siempre, valiente y presta.

No hay tiempo para nada,
Llamar a la vecina aquella,
ir calentando agua, dispone,
al entrar por la puerta.

Sosiégate futura madre.
No puedo, el niño aprieta.
Respira hondo y templa,
La nueva vida pronto llega.

Escenas de otros tiempos,
Momentos que necesitaron de ella,
De tu valía y trabajo,
De tu decisión y entrega.

Fin.

“Dedicado a una anciana
que ayudo en partos y
momentos delicados de la vida”

Un recuerdo