Ayer estuve paseandito por El Piñerito que hacia mucho que no lo hacia pase por la plaza de las Quiceñas que hacia mucho que no pasaba, luego por el barrio nuevo
que el pobrecito está deshabitado solo estaban Leonila y Pepita sentadas y Ricardo con un chico arreglando algo, la verdad es que ese baario antes siempre habia gente sentados en las puertas pero cada dia hay menos, bueno un paseito estupendo la semana que viene más.
Me alegro que os gustará lo que os deje a mi tambien me gusta lo que habeis dejado vosotras a Glori se lo agradecemos doblemente porque tiene menos tiempo,
SARA no nos ha contado que ta las eleciones aunque yo no puedo votar alli pero que nos cuente algo, si quiere.
Tener vista de lince
Aunque bien es cierto que el lince posee una magnífica agudeza visual, el origen de este dicho nada tiene que ver con este felino. Según el erudito padre Feijoo (1676-1764), la expresión alude a un tal Linceo, hijo de Alfareo, rey de los mesenios, de quien se decía que era capaz de ver y contar a simple vista, desde su atalaya de Libia, los barcos de una flota de guerra que saliese de Cartago. La distancia entre los dos puntos era de unos 240 kilómetros
que el pobrecito está deshabitado solo estaban Leonila y Pepita sentadas y Ricardo con un chico arreglando algo, la verdad es que ese baario antes siempre habia gente sentados en las puertas pero cada dia hay menos, bueno un paseito estupendo la semana que viene más.
Me alegro que os gustará lo que os deje a mi tambien me gusta lo que habeis dejado vosotras a Glori se lo agradecemos doblemente porque tiene menos tiempo,
SARA no nos ha contado que ta las eleciones aunque yo no puedo votar alli pero que nos cuente algo, si quiere.
Tener vista de lince
Aunque bien es cierto que el lince posee una magnífica agudeza visual, el origen de este dicho nada tiene que ver con este felino. Según el erudito padre Feijoo (1676-1764), la expresión alude a un tal Linceo, hijo de Alfareo, rey de los mesenios, de quien se decía que era capaz de ver y contar a simple vista, desde su atalaya de Libia, los barcos de una flota de guerra que saliese de Cartago. La distancia entre los dos puntos era de unos 240 kilómetros