EL PIÑERO: El silencio de la noche es propicio par que las aves...

El silencio de la noche es propicio par que las aves nocturnas desde su punto de atalaya descubran sus presas.
Un autillo, que tuviera el privilegio de nacer en el hueco del tronco de un almendro, al lado de el camino que deja de ser calle, para cruzar la arroyo los cantos.
Tomo como punto de observación el árbol que plantaran los quintos, cumpliendo la tradición milenaria.
Desde la copa del Mayo podía descubrir los ratoncillos que en la noche se aventuraban a salir de entre las pajas del campo de trigo cercano, ó cualquier posible pieza que osara abandonar su escondite en la era mas próxima.
En los últimos días había cambiado el paisaje, se asentaba muy cerca de la viga la estructura metálica del recinto, para el disfrute de este pueblo, en las celebraciones de los eventos taurinos en honor a su Patrona.
Como no hay dos días iguales, las noches tampoco lo son, y esta del día 23 al 24 es especial.
La calle del Barrio Nuevo comenzo a tener un peregrinar de gente y vehículos hasta la plaza de toros, otros llegaron procedentes del camino del Barrero, todos ellos con animo de diversión, pues son las fiestas del pueblo.
En las entrañas del camión encajonados procedentes del campo Charro, tres ejemplares de reses bravas, dos hembras, la primera en abrir plaza, de pelo negro, corni corva, salio con fuerza, en las primeras acometidas dando tal topetazo contra la barrera, del cual quedo bastante aturdida, la compañera de camada corni corta, pelo tostado, dio buen juego.
El plato fuerte, era un toro negro, abierto de cuerna, de mucha alzada en la testa, ligero de patas, al cuan le realizaron buenos cortes unos mozos del pueblo vecino en el cual veneran a San Zoilo.
El autillo desde su punto de observación escucho comentar que si también estaba cooperando en las labores de meter las reses, Wiliam Walas.
Los aficionados del pueblo en su mayoría prefirieron ser espectadores a excepción de uno que demostró estar en forma a pesar de las protestas de su novia y algún kilillo demás que porta el joven.
Este año se a apreciado bastante mas publico en el desenjaule, eso si, debidamente abrigado, pues de todos es sabido que están siendo fresquitas las noches
Habiendo colmado las expectativas las reses bravas, los aficionados a la fiesta, fueron desandando el camino para volver a la Plaza Mayor, para continuar la diversión, con la verbena hasta la madrugada.
Se apagaron las luces en la Coqueta, que dando la zona en penumbra y silencio el autillo que había permanecido posado en una rama de la copa del Mayo contemplado el espectáculo taurino, respiro tranquilo, ahora su fino oído y la agudeza de su vista en la oscuridad le servirá para ganarse el sustento esta noche.
Con las primeras luces del Alba el espectador privilejiado de la noche, busco el hueco en el almedro y se ertiro a descansar.
Con las claras del dia el cuervo oteo los campos desde su atalaya, dio unos gracnidos y sintio que aquella tranquilidad del paramo se romperia a eso de dedia mañana....