Luz y gas para ti
Unos doscientos años después, de que las tropas invasoras tuvieran que tragarse el polvo de los largos caminos de nuestra estepa Castellana, sufrir el viento del Moncayo, al cruzar derrotados los campos de los Monegros, sintiendo en el cogote el aliento fiero de los recios Aragoneses.
Esta vez, la derrota no fue en Cádiz, no tendrán que hacerse las bellas damas Gaditanas tirabuzones.
Goya allá donde este, llenara de colorido los lienzos pintando balcones y ventanas de su Madrid, donde hondea nuestra bandera, mecida por el calido viento de estos primeros días del Verano.
La gesta sucedió, allá donde en el frió invierno el vodka templa las gargantas y el rió Dnipro y sus afluentes riega los campos en el estío.
El carácter serio de un Salmantino, alma motriz de un escuadrón que quiere volver a alcanzar la gloria, para ello, a dado ya un paso, dejando apeados, sin ocasión a seguir compitiendo a los gabachos.
En algún lugar de la Francia, con lagrimas en los ojos los guionistas burlones de los guiñotes franchutes rompen con temblorosas manos y humedecidas por las secreciones no controladas de sus fosas nasales, los bocetos creados sin ingenio, ni buen gusto.
Esta vez, la derrota no fue en Cádiz, no tendrán que hacerse las bellas damas Gaditanas tirabuzones.
Goya allá donde este, llenara de colorido los lienzos pintando balcones y ventanas de su Madrid, donde hondea nuestra bandera, mecida por el calido viento de estos primeros días del Verano.
La gesta sucedió, allá donde en el frió invierno el vodka templa las gargantas y el rió Dnipro y sus afluentes riega los campos en el estío.
El carácter serio de un Salmantino, alma motriz de un escuadrón que quiere volver a alcanzar la gloria, para ello, a dado ya un paso, dejando apeados, sin ocasión a seguir compitiendo a los gabachos.
En algún lugar de la Francia, con lagrimas en los ojos los guionistas burlones de los guiñotes franchutes rompen con temblorosas manos y humedecidas por las secreciones no controladas de sus fosas nasales, los bocetos creados sin ingenio, ni buen gusto.