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En algún lugar de la frontera de España y Portugal, estaba previsto para este día una reunión para deliberar quien ganaría el partido de fútbol.
La representación por parte Española, son el señor Pasodoble, que viene ataviado con camisa fucsia pálido, chaleco gris claro, pantalón de tergal del mismo color del chaleco, debido al calos que hacia esta tarde el señor pasodoble llevaba sobre el hombro izquierdo un capote de grana y oro, unos botines camperos que acompañaban su arte al caminar.
Cojida de su brazo derecho y derramando una desbordante sonrisa, le acompaña la Copla, bisté su hermosura con una bata de cola blanca, con ligeros tonos azules, su moreno cabello lo lleva con un recogido adornado con peineta, con mucho arte sobre los hombros una mantilla de color del oro con relieves que simulan los trigales, rematada con bordaos de claveles rojos y rosas gualda, en la mano derecha con aire y salero un abanico con dibujos de unos balcones donde florecen frondosos geranios, de fondo en dicho abanico un toro que es burlado por la mas pura de las chicuelinas que dejara plasmadas en el ruedo el mismísimo Manuel Jiménez “Chicuelo”
Por la parte Lusa El Fado es el máximo representante, su casaca de cabaleiro con bordaos sobre un fondo verde esperanza, rematada en las mangas con doblez y cenefa de puntilla, pantalón de paño aterciopelado y bota campera una, camisa blanca orlada en la parte delantera.
Con cierto empaque del brazo lleva a la Rumba Portuguesa, bella dama que luce un bestido largo color verde botella rematado en la parte baja y cintura con pedrería azabache, el cabello largo hacia el lado izquierdo delantero, una rosa roja prendida del mismo, ajuego con el color de los labios.
Después de muchas deliberaciones y ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, decidieron que fueran los jugadores los que en el campo decidieran el encuentro.
La representación por parte Española, son el señor Pasodoble, que viene ataviado con camisa fucsia pálido, chaleco gris claro, pantalón de tergal del mismo color del chaleco, debido al calos que hacia esta tarde el señor pasodoble llevaba sobre el hombro izquierdo un capote de grana y oro, unos botines camperos que acompañaban su arte al caminar.
Cojida de su brazo derecho y derramando una desbordante sonrisa, le acompaña la Copla, bisté su hermosura con una bata de cola blanca, con ligeros tonos azules, su moreno cabello lo lleva con un recogido adornado con peineta, con mucho arte sobre los hombros una mantilla de color del oro con relieves que simulan los trigales, rematada con bordaos de claveles rojos y rosas gualda, en la mano derecha con aire y salero un abanico con dibujos de unos balcones donde florecen frondosos geranios, de fondo en dicho abanico un toro que es burlado por la mas pura de las chicuelinas que dejara plasmadas en el ruedo el mismísimo Manuel Jiménez “Chicuelo”
Por la parte Lusa El Fado es el máximo representante, su casaca de cabaleiro con bordaos sobre un fondo verde esperanza, rematada en las mangas con doblez y cenefa de puntilla, pantalón de paño aterciopelado y bota campera una, camisa blanca orlada en la parte delantera.
Con cierto empaque del brazo lleva a la Rumba Portuguesa, bella dama que luce un bestido largo color verde botella rematado en la parte baja y cintura con pedrería azabache, el cabello largo hacia el lado izquierdo delantero, una rosa roja prendida del mismo, ajuego con el color de los labios.
Después de muchas deliberaciones y ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, decidieron que fueran los jugadores los que en el campo decidieran el encuentro.