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EL PIÑERO: Hace muchos años en una casa de un pueblo cercano no...

Hace muchos años en una casa de un pueblo cercano no se cenaba todos los días.
A los que vivían en aquella casa si le hubiera gustado cenar siempre, pero las penurias y escasez de comida, hacían al cabeza de familia emplear la imaginación para que aquellos cinco o seis niños, de corta edad se sintieran saciados, claro imaginaria mente.
En padre reuniendo a los pequeños alrededor de la mesa desprovista de comida, alzando las manos como si cortara jamón de una pata curada de cochino, que se hallara colgada del techo les decía así.
Os imagináis que corte muchas lonchas de jamón y nos las comamos todas.
Al unísono aquellos niños hambrientos, con los ojos relucientes como platos decían: Siii.
El progenitor haciendo gala de su teatralidad, daba por finalizada la cena, todos algo convencidos de que al día siguiente quizás cenarían se marchaban a la cama.
Con vuestro permiso estimados lectores, paso a contarles el “IMAGINARIO” encierro, en honor a Santiago Apóstol.
A eso de las diez treinta de la mañana, cuando en la catedral de Santiago daban el ultimo retoque al incensario, los Gallegos, dirían, el ”Portafumeiro”, los cuidadores, que antes no cuidaban, al manuscrito Calistino, lo contemplan, viendo que se encuentra en perfectas condiciones.
En los campos de El Piñero, en el pago de las Animas, con los alrededores repletos de gente, esbeltas caballerías y el zumbido de los motores, con unas autoridades satisfechas por tan bello espectáculo igualmente satisfecho el propietario de la parcela donde se darán suelta las reses.
En las entrañas del camión tres soberbias reses procedentes del campo Charro.
Al primero que se le dio suelta, un toro cinqueño. De nombre Zacato, pelo anaranjado, ojo perdiz, algo alvardao, bien armado de cabeza, astifino color caramelo.
Dio tres vueltas al camión buscando a los más intrépidos aficionados, los cuales pasaron serios apuros, fue citado por algún caballista, sin ser lanceado.
En breves momentos y haciendo gala de unas patas muy ligeras, llego asta el Perdón, antes de que pudieran reaccionar los vehículos se perdió entre los pinos del Moruelo, a estas horas no se sabe nada de el.
Después del revuelo creado por Zacato se soltó, Patatero, de pelo negro, coletero y meano, de quinientos treinta kilos de peso, algo bizco del cuerno izquierdo, con la cara alta corrió hacia el Montico, bajo por la gavia honda cruzando la carretera a la altura de los tres ojos, el animal buscaba la querencia de una granja de vacuno cercana, siendo interceptado con un tractor por el dueño de dicha granja, al cruzar el arroyo Montoya, puso rumbo al teso de los prados de abajo, teniendo que brincar el rió Talanda y pasar por el camino del Bayonal.
No se sabe si se metió en la dehesa del Hondajo, o fue hacia el Peso, pero nadie a podido dar razón de el.
El tercero de la suelta, que lleva el nombre de Costurero, un cuatreño de unos quinientos kilos, cornidelantero, cárdeno claro, de alegre envestida, fue el que mas juego dio, tomando dirección Norte, en el pago de Fuente los Zorros, tubo buenas carreras a los caballos derroto con fiereza sobre varios coches, pasando los ocupantes mucho miedo, por suerte salieron ilesos, siguió dirección La vega el rico, se formo una gran polvareda en el pago la Laguna, después de estar un buen rato emplazado, puso grupas hacia las carrasqueras y pimpollos de los Catalanes, ya en el termino de Gema, donde se le perdió la pista.
A las seis de la tarde después del pleno extraordinario del Ayuntamiento, dando a las reses por desaparecidas, a dicho el Alcalde, que no salga nadie, que no anden con bromas que es muy mal ganao.