Amanecia en el Campo Santo, con un cielo repleto de nubes las cuales soltando una multitud de gotas de agua, querian vestir el suelo entre las tumbas de una alfombra verde.
En el pueblo se sentia el silencio, roto por el murmullo del salpicar de los canales.
La espadaña de la Iglesia queria rasgar con su cruz el manto gris, comenzaba a conseguirlo, dejando unas nubes rotas y cesaba la lluvia.
Los mortales en sus casas no podian escuchar el sonido de las trompetas Celestiales que acompañaban al peloton de Angeles escoltados por Arcangeles que se acercaban desde lo alto del firmamento al cementerio para tomar de la mano y guiar el Alma de los yacentes que en vida fueron ejemplo de virtud y respeto a los demas, cumpliendo los mandamientos. Despertar hermanos, decia el Angel que abria la comitiva.
Venimos a buscar aquellos que cumplieron los precectos, tambien nos llevaremos a los que por ellos rezaron los vivos consiguiendo que sus culpas fueran perdonadas.
Cuando cesaron aquellas palabras, los sonidos de trompetas eran mas intensos y los rayos del Sol brillaban en el cementerio, todas las tumbas se abrieron.
Una mano extendida salia de cada mausoleo pidiendo clemencia, cada uno decia que el habia sido bueno. Los Angeles tomaron la mano de algunos y vistiendole con tunicas blancas los guiaron al Cielo...
Se atenuaba en la lejania el sonido de las trompetas el blanco de las tunicas y las alas de los Angeles y Arcangeles se perdia a lo lejos, confundiendose con el azul del Cielo.
De algunas tumbas una mano pedia misericordia por los equivocos cometidos y perdon por el daño hecho.
Fue volviendo la calma, aquellos penitentes cesaron de implorar, las tumbas se fueron cerrando con un sonido seco y ahogado, en aquellas que en su interior permanecia el Alma del difunto, a la espera del perdon.
En las que el cuerpo mortal yacia sin Alma por haber subido a los Cielos, la losa creo notas de Arpa Celestial.
En el pueblo se sentia el silencio, roto por el murmullo del salpicar de los canales.
La espadaña de la Iglesia queria rasgar con su cruz el manto gris, comenzaba a conseguirlo, dejando unas nubes rotas y cesaba la lluvia.
Los mortales en sus casas no podian escuchar el sonido de las trompetas Celestiales que acompañaban al peloton de Angeles escoltados por Arcangeles que se acercaban desde lo alto del firmamento al cementerio para tomar de la mano y guiar el Alma de los yacentes que en vida fueron ejemplo de virtud y respeto a los demas, cumpliendo los mandamientos. Despertar hermanos, decia el Angel que abria la comitiva.
Venimos a buscar aquellos que cumplieron los precectos, tambien nos llevaremos a los que por ellos rezaron los vivos consiguiendo que sus culpas fueran perdonadas.
Cuando cesaron aquellas palabras, los sonidos de trompetas eran mas intensos y los rayos del Sol brillaban en el cementerio, todas las tumbas se abrieron.
Una mano extendida salia de cada mausoleo pidiendo clemencia, cada uno decia que el habia sido bueno. Los Angeles tomaron la mano de algunos y vistiendole con tunicas blancas los guiaron al Cielo...
Se atenuaba en la lejania el sonido de las trompetas el blanco de las tunicas y las alas de los Angeles y Arcangeles se perdia a lo lejos, confundiendose con el azul del Cielo.
De algunas tumbas una mano pedia misericordia por los equivocos cometidos y perdon por el daño hecho.
Fue volviendo la calma, aquellos penitentes cesaron de implorar, las tumbas se fueron cerrando con un sonido seco y ahogado, en aquellas que en su interior permanecia el Alma del difunto, a la espera del perdon.
En las que el cuerpo mortal yacia sin Alma por haber subido a los Cielos, la losa creo notas de Arpa Celestial.