BODEGA
Me adentro
bajando esos escalones
de piedra, hollados por tantos pies,
que baja hasta el vientre
del pueblo mío...
allí
entre paredes ennegrecidas
por: vino, aliento y alegría
se revive "tu esencia"
con tu "frescura" en verano
y en invierno ¡cálida caricia!
Entre cada pliegue
de sus paredes y rincones
¡vive tu historia PIÑERO!
mil veces contada y repetida,
¡da igual!
que entre cálida compañía
de amigos, cada vez
parece distinta...
Es ¡en la bodega!
donde se toma "el pulso"
ese pulso de "tu tierra
pisoteada", al amparo
de oídos indiscretos y malas inquinas;
y no solo en tu vientre
"guardas" el cálido néctar,
también en tu interior se halla:
¡olvido, para a pena!
Mª JOSE (Pepi)
PAJARO ERRANTE
¡Ay, pájaro errante,
que buscas mil cielos!
mira ¡una vez! hacia abajo
me verás el nido haciendo...
¿quieres quedarte? ¡serás mi dueño!
Mª JOSE (Pepi)
Me adentro
bajando esos escalones
de piedra, hollados por tantos pies,
que baja hasta el vientre
del pueblo mío...
allí
entre paredes ennegrecidas
por: vino, aliento y alegría
se revive "tu esencia"
con tu "frescura" en verano
y en invierno ¡cálida caricia!
Entre cada pliegue
de sus paredes y rincones
¡vive tu historia PIÑERO!
mil veces contada y repetida,
¡da igual!
que entre cálida compañía
de amigos, cada vez
parece distinta...
Es ¡en la bodega!
donde se toma "el pulso"
ese pulso de "tu tierra
pisoteada", al amparo
de oídos indiscretos y malas inquinas;
y no solo en tu vientre
"guardas" el cálido néctar,
también en tu interior se halla:
¡olvido, para a pena!
Mª JOSE (Pepi)
PAJARO ERRANTE
¡Ay, pájaro errante,
que buscas mil cielos!
mira ¡una vez! hacia abajo
me verás el nido haciendo...
¿quieres quedarte? ¡serás mi dueño!
Mª JOSE (Pepi)