Buenos días... el día lluvioso, con viento que hace peligrar a cada segundo los paraguas abiertos intentando "frenar" un poco la intensidad de esas ráfagas que con la lluvia empapan de arriba abajo nuestra figura; día invernal donde los haya, en la que te apetece mirar desde tu hogar esa lluvia al amor de la calefacción tan bien instalada en tu casa; pero cuando sales, ves en las aceras ¡de rodillas! y tapados de cualquier manera, gente que está solicitando una ayuda, porque no tiene donde ir, o tiene hijos que alimentar... entonces me pregunto: ¿hacia donde caminamos con nuestra ceguera? ¿como habiendo casas deshabitadas y comida que se "tira", pasa ¡esto! en nuestras calles?. Y cuando he vuelto de mis compras, con mi carrito ¡con todo lo necesario! di gracias al Cielo por ello, pero le pedí que nos empiece a dar a ¡TODOS, CONCIENCIA! para remediar cuanto antes mejor, estas situaciones que (a mí al menos) me hace sentir delante de un plato "lleno de comida" calentito y puesto en una mesa, a esos ¡hermanos nuestros! que no lo tienen. Así que he pensado: el frio del invierno no es para todos... ¡tan frio!. Un saludo, Mª JOSE