En un zoo japonés a la cría de un mono le pusieron de nombre Carlota. A una niña de la familia real inglesa, nacida recientemente le han puesto por nombre Carlota. Los del zoo se han planteado, si será una falta de respeto, mantener ese nombre para el animal.
Cuando se trata de poner el nombre a una mascota, se puede dar rienda suelta a la imaginación, ponerle nombre de personas es limitar mucho el ingenio; falta de respeto o no, eso debe extenderse a todas las personas con las que coincida el nombre, sean éstas princesitas o plebeyas.
Enhorabuena M. José, por tu participación en ese festival de poesías. En este foro algo sabemos de tus bonitos poemas, que con mucho agrado leemos.
Para todos, saludos y feliz domingo.
Cuando se trata de poner el nombre a una mascota, se puede dar rienda suelta a la imaginación, ponerle nombre de personas es limitar mucho el ingenio; falta de respeto o no, eso debe extenderse a todas las personas con las que coincida el nombre, sean éstas princesitas o plebeyas.
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