Mis saludos a todo el foro y en especial a M. José, como es lógico puedes hacer lo que mejor creas, pero mi opinión es que sigas escribiendo por dos razones de peso.
Primera y muy importante, porque mucha genta cuando entramos, lo hacemos pesando en que abras puesto tú, por favor no dejes el foro un tanto huérfano.
Segunda y no menos importante, y aquí tengo que añadir que me sale lo menos bueno de mi persona.
Debes seguir escribiendo para que a quien le fastidie tus escritos tenga que molestarse en borrarlos, y tu si borran lo de la mañana, como lo tendrás guardado en tu ordenador, lo vuelves a poner por la tarde, con este proceder, conseguimos dos cosas, primero: el que no tuvo ocasión de leerte a la primera podrá hacerlo en la segunda entrega, y segundo la persona enrabietada para volver a borrarlo se está creando un problema de salud y tendrá que escoger en tener una ulcera de estomago o dejar que los demás te leamos plácidamente cuando tengamos tiempo y ocasión.
Sabiendo de tus buenos principios como persona y buena creyente esto último quizás no te guste demasiado, pero estas perdonada, a veces hay que hacer un pequeño mal para conseguir que alguien se dé cuenta que se debe dejar a los demás tranquilos en el trascurso diario de nuestras vidas.
Primera y muy importante, porque mucha genta cuando entramos, lo hacemos pesando en que abras puesto tú, por favor no dejes el foro un tanto huérfano.
Segunda y no menos importante, y aquí tengo que añadir que me sale lo menos bueno de mi persona.
Debes seguir escribiendo para que a quien le fastidie tus escritos tenga que molestarse en borrarlos, y tu si borran lo de la mañana, como lo tendrás guardado en tu ordenador, lo vuelves a poner por la tarde, con este proceder, conseguimos dos cosas, primero: el que no tuvo ocasión de leerte a la primera podrá hacerlo en la segunda entrega, y segundo la persona enrabietada para volver a borrarlo se está creando un problema de salud y tendrá que escoger en tener una ulcera de estomago o dejar que los demás te leamos plácidamente cuando tengamos tiempo y ocasión.
Sabiendo de tus buenos principios como persona y buena creyente esto último quizás no te guste demasiado, pero estas perdonada, a veces hay que hacer un pequeño mal para conseguir que alguien se dé cuenta que se debe dejar a los demás tranquilos en el trascurso diario de nuestras vidas.