EL PIÑERO: Camina Don Juan, ahora ya sin su espada justiciera,...

Camina Don Juan, ahora ya sin su espada justiciera, que justicia no repartía, si no venganza y atropello.
Llama a las puertas del cielo y pregunta por su Inés, mas nadie le da respuesta, pues las puertas ni se abren, confundido esta Don Juan, pues él está acostumbrado que si no le abren las puertas brinca por la ventanas y atropella la pureza si en la alcoba hay una joven dama.
Ya no es Don Juan el que llama, si no su alma la que implora que venga Doña Inés, como si el cielo fuera su calle en la noche donde se dan dos palmadas y aparece el sereno.
Recias puertas que son las puertas del cielo, sepa usted Don Juan que siempre están abiertas para aquel que en la tierra fue bueno, y no para aquel que atropello la bondad, la dignidad y escarneció la virtud.
Inca la rodilla el que fue altivo en tierra,
ahora suplica perdón a las puertas del cielo.
Peco Don Juan en soberbia.
Peco Don Juan con su cuerpo.
Que no es Don Juan el que llama,
postrado a las puertas del cielo.
Es su alma arrepentida,
de los escarnios y atropellos.
Que venga Doña Inés y lo levante.
Que venga Doña Inés y lo haga bueno.
De arrepentidos está lleno el cielo.
Y Don Juan es uno de ellos.

(Mis respetos a Zorrilla, y perdón por el atrevimiento)