EL PIÑERO: Noche de San Jorge....

Noche de San Jorge.

Desde media tarde, de aquel pozo sin fin se apreciaba una leve columna de vapor que se diluía al alzarse por encima de los chopos.
Las calladas encinas del Hondajo cuando llegara la noche serian un año más, fieles testigos del olor a azufre, prueba in equivoca de que del pozo San Simón saldría de las entrañas de la tierra el príncipe de los infiernos.
Algún cuervo graznaba posado en los pinos de la ladera a la espera de la puesta del sol, que tímidamente se había ocultado entre unas nubes grises, el viento era suave y cuando la penumbra comenzaba a campar por los campos, un gran búho se poso en las paredes medio derruidas de la vieja casa cercana a la cueva.
Algunos de los habitantes de los pueblos cercanos, que eran gentes normales a diario, esta noche estaban reunidos en los alrededores de la tuda, con sus harapientos ropajes, manos arrugadas con largas y sucias uñas, unos rostros desfigurados por el deseo del mal, todos ellos estaban a la espera de su jefe.
Detrás de él, pasaran a la cueva, y desde un pequeño altar convertido en un engendro hombre macho cabrío, aquel que se revelara al creador dictaminaría las directrices del mal, y aquellos seres sin alma durarte el años trataran de llevas acabos los deseos del Príncipe de los Infiernos.
A lo lejos tímidas luces, algún perro quizás se atreva a dar algún ladrido, las calles del pueblo estarán más solitarias y oscuras, un gato negro mascota de alguna de las gentes allí reunidas esperara el regreso de su dueña escondido en alguna sombra aun más oscura de la cuesta del Barrero.
Esta noche una fría niebla recorrerá las calles de este pueblo.