Yo, soy el espíritu del Monrruelo. Me siento orgulloso de mi monte, robusto, que emerge de los llanos, desde el yo contemplo la lejanía, estando por encima de todo. Al salir el sol por las mañanas, es a mí a quien primero tiene que darme los buenos días. Cuando la niebla es intensa en los valles, en mi cima no existen, orgulloso estoy de mi monte y más teniendo a mis pies llanos y valles. Ja, ja, ja, ja.