EL PIÑERO: Las campanas repican y poco a poco la gente va llegando...

Las campanas repican y poco a poco la gente va llegando a la Iglesia, la señora mayordoma, camina con sumo cuidado, pues lleva la tarta, y en una cesta alguien de la familia las palomas. Unos niños que juegan a la puerta de la iglesia, al pasar con la tarta miran con ojos golosos. El joven párroco, llegado al pueblo unos dos años antes sale de la sacristía, a cada lado un monaguillo, un tercero tiene bien sujeto el incensario. Cuándo llega el ofertorio cuatro mozos toman las andas dónde está la Virgen. La mayordoma coge la tarta, y una niña, a las palomas. Hay nos segundos de silencio y comienza el cántico a las Candelas con grandes voces. Por mencionar algunos, Máximino y José, acompañados de otros muchos, Mis respetuosos recuerdos. La iglesia retumba con sus cánticos, mientras los quintos pasean a las candelas, que tengan salud todos para el próximo año. Esto ya fue hace mucho, trescientas setenta y cinco pesetas, valió la tarta, que fue degustada por los mozos que pujaron la subasta.