Cuarta parte: Cuando todos ellos llegaron donde estaba posado el Gavilán, este alzó el vuelo. Los que llegaban le decían. Espere, espere, veníamos a preguntarle porque no andan humanos por las calles. El Gavilán planeado con majestuosidad y casi sin hacerles caso le dijo. Gavilán: soy un Gavilán que surca volando los campos, no soy un Cotilla de barrio, y se alejó. Los demás se quedaron allí en la Cantera, y a quien le preguntamos ahora, se decían unos a otros. En la parte de atrás de la Cantera, a la entrada de su madriguera estaba sentada la señora zorra contemplando el paisaje y a la vez escuchando lo que decían los preguntones, no pudo contener unas risitas, que llamo la atención de aquel grupo tan preocupado por los humanos. Gabilucho: ¿Por que se ríe usted, señora zorra? Zorra: Me resulta curioso que estéis todo el día por el pueblo y no os enteréis de nada. Carbonera: Por que andamos a nuestras cosas. Zorra: Ja, ja, ja, y que cres que yo no ando a mis asuntos. Pero como decía uno, "estoy a todo" uno tras de otro volaron asta donde estaba la zorra, esperando que ella les contará algo. Pato: Pues si usted sabe algo, cuentenolo ya. Todas las aves se posaron alrededor de la entrada de la madriguera esperando impacientes. La zorra tomando las gafas que llevaba para ver mejor, las limpio con un pañito que tenía en la otra mano, luego se las volvió a colocar con calma, y miro a todos los allí presentes. Ante las interrogantes miradas....